Las puertas de la percepción

Las puertas de la percepción

Aldous Huxley hace una narrativa sobre su experiencia bajo los efectos de la mescalina, que es el principal activo del peyote. Huxley, para un experimento psicológico se ofreció de voluntario ingerir cuatro décimas de gramo de mescalina disueltas en medio vaso de agua.

Huxley menciona que fue una persona poco imaginativa ya que las palabras, aunque sean las preñadas palabras de los escritores, no evocan imágenes en él. Sin embargo, gracias a la mescalina, empezó a tener diferentes experiencia sensoriales y alucinógenas. El efecto de la droga tardó en hacer efecto, una hora y media, comentaba que no era agradable ni desagradable, sino que simplemente, es. Las relaciones espaciales cambiaron mucho, el lugar y la distancia dejaba de tener mucho interés, el espacio seguía allí pero había perdido su predominio. La noción del tiempo pareciera que se había detenido o iba sumamente lento, se tenía una percepción donde el tiempo era un elemento que sobraba, que había mucho y de sobra.

Empezó a interactuar con libros, pinturas y los resultados fueron asombrosos, ya que los la intensidad de los colores se magnificaba, las imágenes se resaltaban y sobresalían, el intelecto parecía no variar, pero el producto si se modificaba y se intensificaban. El intelecto de Huxley se alteró y los siguientes autores y memorias de escritos que había leído los empezó a analizar y a “escuchar” y percibir de una forma distinta al cual no lo había hecho las primeras veces. Siempre, las sensaciones y experiencias que iba sintiendo eran “monitoreadas” y documentadas por los expertos encargados del experimento y su esposa.

Definitivamente, Huxley al experimentar los efectos de la mescalina, fue una experiencia la cual te marca de por vida “si las puertas de la percepción quedaran depuradas, todo se habría de mostrar al hombre tal cual es: infinito.”

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