Lexicologia
Enviado por cesarito0507 • 25 de Enero de 2013 • 1.170 Palabras (5 Páginas) • 459 Visitas
2. Definición y caracterización del lenguaje científico
Si hablamos de lenguaje científico y técnico, el primer paso que tenemos que dar es tratar de establecer los límites entre aquello que consideramos lenguaje general y aquello que entendemos como lenguaje especializado.
Son muchos los trabajos que han abordado la definición y las características de las lenguas de especialidad especialmente en el último tercio del siglo XX (Sager, 1993; Lerat, 1997; Hoffman, 1998; Cabré, 1993, 1999) y aún sigue habiendo una gran disparidad de criterios. Hay quienes opinan que el lenguaje especializado es un lenguaje completamente distinto e independiente del lenguaje general. Otros, en cambio, consideran que los lenguajes especializados son simples variantes léxicas de la lengua común. Finalmente, la postura intermedia, mayoritariamente aceptada, define los lenguajes de especialidad como una variedad o registro funcional dentro del sistema general de la lengua caracterizados por una temática específica, utilizados en situaciones de características pragmáticas precisas, determinados por los interlocutores (principalmente el emisor), el tipo de situación en que se producen y los propósitos o intenciones que se propone la comunicación especializada.
Una lengua de especialidad, por tanto, está constituida por un conjunto de conocimientos morfológicos, léxicos, sintácticos y textuales que conforman el conjunto de recursos expresivos y comunicativos que necesitan los especialistas en una materia para desenvolverse de forma adecuada en el contexto profesional de una especialidad. Así pues, se puede hablar de un lenguaje científico-técnico determinado por la forma en que la comunidad de científicos y técnicos emplea la lengua en el ejercicio de su profesión (Sevilla Muñoz 2003: 20).
Cuando hablamos del lenguaje científico-técnico lo hacemos en singular, a pesar de que el lenguaje de la medicina o de la química o de las matemáticas tienen sus rasgos particulares, porque se observan unas características comunes como son la precisión terminológica, la neutralidad u objetividad y la concisión, propiedades que se reflejan en el empleo de unos recursos léxicos y sintácticos determinados y ampliamente revisados en la bibliografía sobre el tema (Alberola, 1996; Gutiérrez Rodilla, 1998; 2005; Alcaraz, 2003). Sin embargo, no debemos olvidar que estas propiedades son tendencias o ideales, porque si se lleva a cabo un análisis de las variedades textuales en el ámbito científico y técnico se llega a la conclusión de que no son rasgos universales. De hecho, Gutiérrez Rodilla (2004: 24-28) describe algunos elementos que figuran en el discurso científico y que atentan contra estas características. Así, el grado de precisión propio de los textos científicos queda en entredicho cuando se incluyen frases donde predomina la vaguedad (“el fenómeno se repitió cierto número de veces”, “los factores sociales que predisponen a la enfermedad, e incluso la desencadenan, son muchos y complejos”) o cuando se usan metáforas y comparaciones para explicar hechos científicos (“La sangre, unos cinco litros de verdadera poción mágica, es el río de la vida, cerrado en una extensa red de más de 1500 kilómetros de vasos sanguíneos, por donde navega un ejército de células...”). Con respecto a la neutralidad del lenguaje científico, los productores del texto se sirven de una serie de recursos propios de la argumentación para convencer al lector (propuestas, contrapropuestas, búsqueda de argumentos, obtención de conclusiones) que en el lenguaje oral se refuerzan con la entonación, los gestos, etc. Incluso la impersonalidad, propiedad señalada como rasgo característico fundamental en los textos científicos y técnicos, representada lingüísticamente con el uso de verbos impersonales, voz pasiva, plural de modestia, nominalización, etc., en realidad es un mecanismo
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