Lina Bo

En las primeras décadas del siglo XIX las ciudades criollas sufren profundas transformaciones fisionómicas y principalmente, sociales. Las burguesías criollas cedieron el paso a un nuevo patriciado, que conformaría la nueva clase dirigente de las nacionalidades surgentes. Este patriciado, constituido en las luchas por la organización de las nuevas nacionalidades es un grupo social fundamentalmente criollo que acepta los retos de las nuevas ciudades y traza un esbozo de lo que sería cada país. Las ciudades fueron patricias porque en ellas se desarrolló el experimento fundamental del proceso constitutivo de cada país.

De esta forma, el afán por establecer una personalidad peculiar para cada país y diseñar el itinerario posible de su marcha futura fue la principal tarea de los nuevos grupos de poder que aparecieron. Sin embargo, dirigir esta nueva sociedad comprendió largos periodos de largas y cruentas guerras civiles. La disputa fue constante y las ciudades se convirtieron entonces en centros de poder que, a modo de ágoras agitadas, eran el principal escenario de los motines y las movilizaciones populares.

Entre tanto, los cambios económicos de Europa y Estados Unidos a causa de la revolución industrial que inicia en Inglaterra, suscitan en América Latina fuertes presiones económicas, principalmente sobre los mercados, aunque a su vez generarían presiones militares y políticas. Las grandes potencias se creyeron autorizadas a conseguir mercados por la fuerza e incitaban a las guerras, bloqueaban puertos o imponían regímenes extraños en la búsqueda por el poder.

La independencia desató los lazos que sujetaban la sociedad criollay las múltiples guerras civiles permitieron que éstatuviera un nuevo papel en términos sociales con su propia personalidad, tendencias y expectativas; La nueva sociedad rural que se enmarca en el período posrevolucionario, trasciende en la vida cotidiana y participa en las luchas por el poder y las ideologías. El nuevo objetivo de la creciente sociedad que poco a poco reafirmaba su poder, se convirtió en apoderarse de las ciudades, y bajo este sentido, éstas últimas lograron modificarse ligeramente en su fisonomía. No obstante, la sociedad rural fue reducida poco a poco a los esquemas urbanos, a pesar de ser la principal productora de riqueza, debieron ajustarse al ya organizado y funcional sistema intermediario que manejaban las ciudades. La ciudad se convierte entonces en el núcleo social más organizado y el campo en un centro de decisiones.

De esta forma, el hacendado o fazendeiro, cambió también y se adaptó al hombre de negocios, necesitó aceptar e incorporar las innovaciones técnicas y los nuevos mecanismos de exportación como llamado internacional que demandaba cada vez mayores cantidades a la mejor calidad, competencia y rendimiento. Razón por la cual, la mano de obra se convirtió en uno de los factores

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