Los Berrinches

Los berrinches

Autor: Psicóloga, M.D.H., Lic. Pilar Martínez

Una de las herramientas más poderosas contra los berrinches será la comunicación, tanto con tu pareja como con tu hijo, deja en claro cuáles serán los métodos de acción ante “malos comportamientos”

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¿Podría usted decirme cómo puedo hacer que mi hijo no haga 'berrinche' cada vez que lo dejo en la escuela? Esta es una de las consultas más cotidianas que realizan los papás en Tu Guía Infantil.

Por ello es muy importante saber que los berrinches son una de las herramientas que utilizan los pequeños para lograr lo que quieren, en las tiendas, en la escuela y hasta en casa, los menores se tiran a hacer rabietas y llorar hasta conseguir que el padre acceda a su petición, esto se convierte en una situación difícil y complicada para los padres ¿cómo lidiar con el pequeño y conseguir que se tranquilice, sin tener que acceder a su berrinche?

La actitud más importante frente a un berrinche es la calma y la paciencia, ya que normalmente lo que se obtiene mediante un berrinche es, “conseguir algo que se desea a cambio de que deje de hacer el berrinche”. Cuando el bebé nace, la única manera que tiene de comunicarse es el llanto, pero pronto debe aprender a hablar y a expresar lo que desea. El problema en muchos casos, es que de alguna manera se condicionan a llorar para pedir las cosas, y el único remedio que queda es cambiar lo que obtiene (tu atención, un juguete o hasta tu misma desesperación) con su llanto, especialmente si dices “no” y actúas un “si”, esto es, si lo castigas una vez por una cos

a y posteriormente no lo haces ante la misma conducta.

Los pequeños, por ejemplo a la edad de dos años tienen como una de sus principales características la energía, y cada niño la canaliza a su modo, a su edad quieren las cosas “en el momento”, la espera no está hecha para ellos, si tienen que pegar, patalear, rabiar o llorar para conseguir algo, sin duda lo hacen. Es importante que siempre le des a tu hijo la oportunidad de tranquilizarse. Recuerda que no podrás razonar (ni él ni tú) si está llorando o haciendo berrinche. Siempre (y no a veces) lleva a tu hijo a otra habitación y déjale claro que hasta que se le pase el coraje, podrán hablar. Si tú le pegas o lo castigas durante el berrinche, sólo crearás un círculo vicioso de agresión que no te dará resultado. Una vez que se tranquilice, lo sacas de la habitación y hablas con él y le explicas que de aquí en adelante no le permitirás esa conducta, que ahora será inaceptable.

El “tiempo fuera” es una actitud recomendable para los berrinches, es necesario que primero se le explique al menor qué es un berrinche “cuando tú lloras o te enojas mucho por algo, será un berrinche” se debe dejar en claro que esa actitud no será admitida, que de ahora en delante cada vez que haga el berrinche tendrá que hacerlo a solas, por ejemplo en casa se puede llevar al menor a su habitación y dejarlo solo hasta que se calme, explicándole las razones por lo que lo llevas. Se puede dejar salir al pequeño cuando esté más calmado y el berrinche haya pasado, así él comprenderá

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