Los Solidarios
Enviado por dego01 • 27 de Mayo de 2013 • 1.308 Palabras (6 Páginas) • 211 Visitas
LOS SOLIDARIOS
COMPADRE esta sentado. Entra HOMBRE
HOMBRE: Eh, compadre. Te estaba buscando. (Se sienta a su lado)
COMPADRE: Hombre, de qué se trata?
HOMBRE: Es que... tu sabes como está la situación. Tengo un poco de deudas y cuatro hijos en el colegio. Tu sabes como es.
COMPADRE: Amigo, si estas pensando lo que pienso que estas pensando, los únicos ahorros que tengo son los piojos en el pelo.
HOMBRE: No, compadre. No vengo para pedir prestado. Vengo a hablarte de una idea. Es que estoy pensando que de pronto debemos unir las fuerzas para empezar algo juntos.
COMPADRE: Como qué?
HOMBRE: No sé, pero estoy cansado de esta lucha. Nada me da resultado. De pronto si tu y yo y otro compadre, si hacemos un negocio juntos...
COMPADRE: Y qué otro compadre?
HOMBRE: Estaba pensando en el compadre Alfredo.
COMPADRE: Pero no es él que te quedó mal?
HOMBRE: Pues, si. Le presté plata y nunca me lo devolvió. Pero él esta en peores condiciones que yo. Tantos hijos. Por lo menos mi mujer tiene trabajo. El no tiene ningún ingreso.
COMPADRE: No sé. Todos tan apurados, en quién se puede confiar?
HOMBRE: También está el compadre Pedro.
COMPADRE: No, hombre. Él me debe a mí. Hace rato le presté la video cassetera y nunca me la devolvió.
HOMBRE: Bueno, ya pa' qué? Está obsoleta.
COMPADRE: Verdad. Y aunque lo tuviera ya no se consiguen los casetes de películas.
HOMBRE: Entonces, qué dices? Hacemos un negocio?
COMPADRE: Pero con qué y con quién? No se puede confiar en nadie y nadie confía en uno. Entonces cómo?
HOMBRE: Pero no se puede quedar quieto mientras el agua le sube hasta la nariz.
COMPADRE: Bueno, déjame quieto aquí. De pronto la situación cambia.
HOMBRE: De pronto, pero yo no puedo quedarme quieto. Hasta luego, compadre.
COMPADRE: Hasta luego. (Se queda dormido).
(Entra DONCELLA, muy elegante)
DONCELLA: Buenas tardes.
COMPADRE: (Se para) Buenas tardes. La conozco?
DONCELLA: Déjeme presentarme. Soy la doncella de sus sueños.
COMPADRE: Mucho gusto. En qué le puedo servir?
DONCELLA: Yo estoy para servirle a Ud. Soy quien realiza todos sus sueños y Ud. no tiene que hacer nada.
COMPADRE: Eso me gusta...
DONCELLA: Solo tiene que sentarse, tranquilo y dormir. (Le ayuda a sentarse y le echa sueño en los ojos. Luego se pone una corona, coge una pelota de futbol y toca la cabeza de COMPADRE).
COMPADRE: (Se para de repente y mira hacia DONCELLA) Quién es Ud.?
DONCELLA: Soy Miss Universo, a la orden.
COMPADRE: A la orden?
DONCELLA: Sí. Siempre quería conocerle. Soy una aficionada de fútbol. Ud. pueda firmar mi pelota?
COMPADRE: (Coge la pelota y la firma) Por qué yo?
DONCELLA: Sólo es el mejor futbolista del mundo. (Indica hacia el público) Mira tantos aficionados que tiene.
COMPADRE: Debo estar soñando.
DONCELLA: Quiere quedarse un rato conmigo?
COMPADRE: Claro que sí. (Se sientan los dos)
(Entra HOMBRE. Sale DONCELLA)
HOMBRE: Compadre, despiértate. Hace días que te estoy buscando. Estaba hablando con el compadre Alfredo, comentando la situación. Le dije que gracias a Dios tengo un palo de mango en el patio por
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