Los duelos en la adolescencia.

Los duelos en la adolescencia

Arminda Aberastury, dice que la adolescencia, debe realizar como tareas propias, tres procesos de duelo.

Entendiendo como duelo, al “conjunto de procesos psicológicos que se producen normalmente ante la pérdida de un objeto amado y que llevan a renunciar al objeto”.

Este proceso se puede dividir en tres etapas:

1. La negación, mecanismo por el cual el sujeto rechaza la idea de perdida, muestra incredulidad, siente ira. (ej: “no puede ser que se haya muerto, lo vi ayer por la calle”)
2. La resignación, etapa en la cual se admite la perdida y sobreviene como afecto, la pena.
3. El desapego, etapa en la que se renuncia al objeto y se produce la adaptación a la vida sin él, permitiendo el apego a nuevos objetos.

Volviendo a esta autora, el adolescente tendría que superar tres duelos, para convertirse en adulto:

1. El duelo por el cuerpo infantil: que consiste en ir aceptando las modificaciones biológicas, ante las cuales siente impotencia, el adolescente se siente incómodo con su cuerpo, torpe.
2. El duelo por el rol infantil y la identidad infantiles: esta pérdida del rol infantil, obliga al adolescente a renunciar a la dependencia y a aceptar responsabilidades, debiendo reemplazar la identidad infantil por una identidad adulta, pero durante este transcurso surgirá la angustia que supone la falta de una identidad clara.
3. El duelo por los padres de la infancia: el adolescente comienza a separarse de sus padres, marcando el fin de su relación de dependencia, debe renunciar a su protección, a sus figuras idealizadas e ilusorias y aceptarlos como débiles. Además necesita de una identidad propia fuera de la familia.

Esta autora añade un cuarto duelo, al que parece no darle tanta trascendencia, el de la perdida de la bisexualidad de la infancia en la medida que se madura y desarrolla la propia identidad sexual.

Obiols cuestiona estas teorizaciones de Alberastury de la siguiente manera:

EL DUELO POR EL CUERPO PERDIDO:

El adolescente posmoderno deja el cuerpo de la niñez , para ingresar en un estdo cialmente declarado ideal, poseedor del cuerpo que sus padres desean mantener y al que la ciencia y tecnología están abocadas a conservar (cirugías, regímenes gimnasia , trasplante de cabello, tentes de contacto etc)

Por lo tanto no habrá una idea neta de duelo, de sufrir intensamente la pérdida del cuerpo de la infancia.

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