MAESTRÍA EN ESTUDIOS Y GESTIÓN DEL DESARROLLO

UNIVERSIDAD DE LA SALLE

MAESTRÍA EN ESTUDIOS Y GESTIÓN DEL DESARROLLO

Margalida Rueda Gómez

72101216

Antes de leer estos apartes que son las reflexiones del quehacer del trabajo en el marco de las acciones de labor diaria puestas desde el acompañamiento asesoría y recorridos a las poblaciones más pobres del país, también están las dudas al referirme al tema que desarrollo desde acciones y que me llama a revisar información teórica y académica del mismo.

En el contexto político y social al que se ha enfrentado el país con la tragedia humanitaria del conflicto armado y desde los esfuerzos de las comunidades organizadas para exigir el cumplimiento de la normatividad de protección a las víctimas es un elemento sensible, al estar presente la variable de ingreso. El referente económico y de estabilización socioeconómica, se ha establecido desde varios programas estatales y de cooperación internacional, para resarcir en la medida de las condiciones económicas de las regiones donde se asientan las poblaciones víctimas.

En este esfuerzo en común, las poblaciones más desfavorecidas han recibido apoyos de carácter económico y en bienes para la implementación de ideas productivas, en este sentido la pregunta de estudio estaría enfocada: Cuál es la contribución de la política de estabilización socioeconómica para las poblaciones desplazadas en el establecimiento de emprendimientos productivos que contribuyan a la superación de la pobreza y el alcance del desarrollo integral.

Una mirada al desarrollo de los pueblos, requiere un eje, un horizonte que ilumine el actuar de los conductores de las políticas sociales que marcan la pauta del bienestar común de los pueblos. En la  agenda global, los temas de desarrollo se edifican como prioritarios en las discusiones de gobiernos, organizaciones, sociedad civil, cooperación y demás entes; es un elemento estratégico en las deliberaciones en la construcción de estrategias de integración regional, comercial y social.

En el mundo hoy existe una mirada más amplia del concepto del desarrollo, se ha transcendido de una opción netamente financiera, contable y economista a una visión más social, que implica las relaciones éticas y políticas de las personas para enfrentar opciones por una vida digna.

Para Amartya Sen, premio Nóbel de Economía 1998, el desarrollo es una problemática de ética, libertades y responsabilidades con los otros. La desigualdad no debe medirse sólo según el acceso a bienes materiales y sociales; es fundamental que los individuos tengan la capacidad de utilizarlos eficazmente, “el conjunto de facultades” que les permita ser libres para procurarse su bienestar.  

Según el PNUD “El desarrollo humano es mucho más que el crecimiento o caída de los ingresos de una nación. Busca garantizar el ambiente necesario para que las personas y los grupos humanos puedan desarrollar sus potencialidades y así llevar una vida creativa y productiva conforme con sus necesidades e intereses.”^[1] Esta definición implica “ampliar las opciones que tienen las personas para llevar la vida que valoran”, en esencia potencializar las cosas que puede proyectarse de la vida; por eso el desarrollo tiene sonrisa, mirada de niño y la fuerza de la madre.

El desarrollo se construye para y con la gente, con opciones reales y vitales; la vida saludable, la adquisición  de conocimientos y el acceso a los recursos^[2] para llevar una vida sostenible y decente. Si no se alcanzan estas opciones reales y vitales, las demás serán realmente difíciles de alcanzar y en algunos casos no llegaran a ser alcanzadas en la vida.

Con la encíclica «Sollicitudo reí socialis», Juan Pablo II, trata nuevamente el tema del desarrollo bajo un doble aspecto: « el primero, la situación dramática del mundo contemporáneo, bajo el perfil del desarrollo fallido del Tercer Mundo, y el segundo, el sentido, las condiciones y las exigencias de un desarrollo digno del hombre ». La encíclica introduce la distinción entre progreso y desarrollo, y afirma que « el verdadero desarrollo no puede limitarse a la multiplicación de los bienes y servicios, esto es, a lo que se posee, sino que debe contribuir a la plenitud del "ser" del hombre. De este modo, pretende señalar con claridad el carácter moral del verdadero desarrollo». ^[3]

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