MITO POLITICO

R/ Ejemplo de Mito(s) Político(s): La siguiente información corresponde a algunos mitos políticos que se viven en la época electoral en la ciudad de Cali:

MITOS ELECTORALES

Por: Harold Jiménez

¿Cree usted que los habitantes del distrito de Aguablanca son los que ponen el alcalde de Cali?

¿Considera que el apoyo de los concejales ha sido definitivo para la elección del alcalde de la ciudad?

¿Piensa que sólo hay voto de opinión en los estratos altos?

¿Está convencido de que su voto no cuenta?

Si respondió afirmativamente a alguna de las preguntas y por supuesto si todas sus respuestas fueron positivas usted es de las personas que políticamente actúan bajo premisas míticas y por consiguiente sin bases reales; y si respondió negativamente a todo el cuestionario es de los ciudadanos que pueden ejercer de mejor manera su participación política.

No pretendo compararme con Adam Savage o Jaime Hyneman los famosos protagonistas de Myth Busters de Discovery Channel, quienes de manera científica se dedican a cazar o derrumbar mitos. Sólo busco dar unos elementos de juicio y datos que desvirtúan las creencias que hay en el imaginario político de caleños y vallecaucanos. Debo decir también que hay más mitos como estos, pero sólo me dedicaré a controvertir las cinco creencias formuladas en el cuestionario.

Primer mito: Aguablanca pone el alcalde de Cali.

Existe la creencia de que el mandatario de la ciudad es elegido con los votos del distrito de Aguablanca y a sus habitantes se les ha endilgado la responsabilidad de haber elegido algunos de los mandatarios que no le han hecho bien a la ciudad. No podemos desconocer que esta zona de Cali incide en la votación, pero el mayor porcentaje de votos está en las comunas que no pertenecen al Distrito, de manera especial en las de estrato 3.

Veamos: para las elecciones municipales de 2003, cuando fue elegido Apolinar Salcedo, en las comunas 13, 14, 15, 16 y 21, que pertenecen al Distrito, votaron 96.456 personas frente a 326.653 del resto de comunas. En términos porcentuales Aguablanca sólo aportó el 23% de los votos mientras que el resto de la ciudad el 77%.*

Tampoco se puede decir que las personas de nivel socio económico bajo eligen al Alcalde de Cali. En la última elección municipal en los estratos 1 y 2 votaron 202.653 ciudadanos y en el resto de Cali lo hicieron 385.186 personas*. La votación de los estratos bajos representó el 34% mientras que el resto de estratos aportó el 66% de la votación.

En conclusión: Ni el Distrito de Aguablanca ni los estratos bajos ponen el Alcalde de Cali.

Segundo mito: El apoyo de los concejales ha sido definitivo para la elección del Alcalde de Cali.

Hay quienes creen que la fuerza electoral, la estructura y la maquinaria de los concejales de la ciudad tienen una incidencia absoluta en la elección del mandatario caleño.

Hay hechos irrefutables que demuestran lo contrario: durante la anterior elección 19 de los 21 concejales manifestaron públicamente su apoyo a Francisco José LLoreda Mera y sólo dos respaldaron a Jorge Iván Ospina Gómez, a la postre Alcalde de la ciudad. Un comportamiento similar hubo cuando la elección de Apolinar Salcedo quién sólo recibió el apoyo de cuatro concejales.

En conclusión: En Cali es claro que no sólo pesan las maquinarias políticas y que el voto de opinión y otros factores también cuentan.

Tercer mito: Solo hay voto de opinión en los estratos altos.

Tradicionalmente se ha dicho que los votos de opinión están en los estratos 5 y 6 y que los en los demás la gente vota por fidelidad a los partidos, por compromisos burocráticos, porque le pagan el voto, en fin por diversas circunstancias distintas

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