Madres Comunitarias

INTERPRETACION Y ANALISIS

Los resultados de la aplicación de este instrumento, muestran datos muy interesantes para evaluar las condiciones socioeconómicas de las familias de los niños y niñas de la muestra:

Respecto de su composición familiar se encuentra que solo dos de los niños de la muestra, viven con ambos padres, frente a otros dos que conviven solo con la madre y sus hermanos, como cabeza de familia y un caso en que el niño o niña, tiene conformado su hogar por la madre y el padrastro; la edad de los progenitores oscila entre 23 y 35 años, con un nivel básico de Educación Primaria y una niña cuya madre curso bachillerato, restringiéndole las condiciones laborales y viéndose obligados a desempeñarse en trabajos informales en la mayoría de los casos y una familia cuyos padres son desempleados y los hermanos del niño brindan el sustento para el hogar, estos hechos son más funesto para la vida de los niños al corroborar que sus familias deben satisfacer sus necesidades con un solo salario que corresponde a uno de los padres.

La vulnerabilidad generada por estas condiciones, se agudiza, al no poseer, vivienda propia, inclusive en dos de los casos comparten la misma habitación 5 y 6 personas entre adultos y niños respectivamente; se destaca además que las vivienda no cuentan con calidad en los servicios públicos especialmente en el agua que es suministrada cada tres días por manguera Comunitaria.

Las condiciones anteriores, también, se ven reflejadas, en el aspecto social, ya que los datos arrojados, muestran, como principal causa de disgusto en el hogar, la falta de recursos económicos, encontrándose además que este tipo de conflictos y problemas, son manejados por la mayoría de las familias, con aislamiento, separación y debilitamiento de las relaciones familiares; solo dos de ellas parecen dialogar para resolver sus conflictos.

No obstantes las adversidades que viven estas familias, los datos obtenidos muestran, que en las familias la madre se esfuerza por compartir las actividades y juegos propios de la infancia,; estas características coinciden con las actitudes que asumen los adultos para corregir a los niños; en dos de los casos, parecen dialogar y corregir al niño adecuadamente, pero otras dos familias, aparentemente expresan poca preocupación para ayudar al niño a no cometer errores y hay indicios de que la otra familia corrige al niño o niña de manera inadecuada, existiendo conjeturas, según la madre comunitaria, de que se da agresión verbal, cuando lo corrigen o llora.

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