Manuel Del Juicio De Amparo
Enviado por flor_expl • 29 de Octubre de 2013 • 8.410 Palabras (34 Páginas) • 217 Visitas
Presentación
El juicio de amparo, como la última instancia de todo procedimiento tanto administrativo como jurisdiccional, constituye el medio más importante y eficaz para la defensa de los sujetos de derecho agrario, cuya representación legal asume la Procuraduría Agraria.
El último párrafo del Artículo 200 de la Ley Agraria, prevé la procedencia del amparo directo, mismo que toca conocer a los Tribunales Colegiados, en contra de las sentencias definitivas dictadas por los Tribunales Unitarios o del Tribunal Superior Agrario cuando no existe recurso ordinario.
Por otra parte, el Libro Segundo de la Ley de Amparo regula a éste en materia agraria, señala las características de este medio de defensa constitucional y establece las notas particulares que lo distinguen del juicio de amparo en materia administrativa, garantizando de esta forma la adecuada defensa de los derechos y garantías constitucionales de los sujetos agrarios que señala la Ley Agraria en su Artículo 135.
En el presente Manual, se exponen los elementos necesarios para que el personal de las áreas jurídicas de nuestra Institución, conozca los principios básicos que regulan el juicio de garantías y estén en posibilidad de normar su actuación en la tramitación del mismo.
Manual del Juicio de Amparo
en Materia Agraria
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I. Juicio de amparo
Es el medio legal destinado a impugnar los actos de autoridad violatorios de las garantías otorgadas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos a todos los individuos.
Principios constitucionales del juicio de amparo
(Artículos 103 y 1 07 Constitucionales)
El Artículo 103 establece que los Tribunales de la Federación resolverán toda controversia que se suscite:
I. Por leyes o actos de la autoridad que violen las garantías individuales;
II. Por leyes o actos de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la soberanía de los Estados o la esfera de competencia del Distrito Federal, y
III. Por leyes o actos de las autoridades de los Estados o del Distrito Federal que invadan la esfera de competencia de la autoridad federal.
Por su parte, el Artículo 107 en esencia:
a) Detalla los principios reguladores del amparo.
b) Regula el amparo directo que procede ante el Tribunal Colegiado, contra sentencias definitivas en materia civil, penal, laboral, así como administrativa, comprendiendo en esta última la agraria.
c) Delimita la procedencia del amparo indirecto (de él conocen los jueces de distrito) contra leyes y todo tipo de actos que no sean sentencias definitivas que resuelvan el asunto en lo principal.
d) Aclara que el amparo indirecto procede contra autoridades judiciales por actos fuera, después o concluido el juicio, cuando tuvieren sobre las personas o las cosas, una ejecución de imposible reparación y cuando el amparo se pida por persona extraña al juicio.
Ahora bien, dentro de estos principios constitucionales se pueden señalar esencialmente:
a) Principio de instancia de parte agraviada.
b) Principio de la existencia de agravio personal y directo de carácter jurídico.
c) Principio de definitividad.
d) Principio de prosecución judicial.
e) Principio de relatividad de las sentencias.
f) Principio de estricto derecho.
g) Principio de la facultad de suplir la queja deficiente.
1. Principio de instancia de parte agraviada
Se plasma en la fracción I del Artículo 107 de la Constitución y se encuentra reglamentada en el Artículo 4o. de la Ley de Amparo, es decir que el juicio de amparo sólo puede promoverse por la parte a quien perjudique la Ley, el Tratado Internacional, el Reglamento o cualquier otro acto que se reclame.
Este principio es esencial, pues el gobernado es el titular de la acción, es decir, que el particular (personas físicas y morales y por excepción los órganos de los gobiernos federal y estatales) tienen a su alcance el instrumento que es el juicio de amparo, para hacer valer sus garantías individuales.
2. Principio de existencia de agravio personal y directo de carácter jurídico.
El perjuicio que sufre el gobernado en su esfera de derechos por el acto de autoridad o acto reclamado se denomina Agravio. Éste tiene que ser personal, es decir, que recaiga en una persona determinada; además debe ser directo, afectar la esfera jurídica del quejoso, asimismo, su realización -pasada, presente o futura de inminente ejecución- debe ser cierta. El criterio legal a seguir por tener estrecha vinculación, es en el sentido de que el juicio de amparo únicamente puede seguirse por la parte a quien perjudica el acto o la ley que se reclama.
En el caso de no actualizarse por parte del quejoso, la hipótesis de este principio, operará la causal de improcedencia prevista en las fracciones V ó VI del Artículo 73. Si durante la substanciación del juicio se advirtiese dicha situación, procederá el sobreseimiento previsto en la fracción III del Artículo 74, ambos de la Ley de Amparo.
3. Principio de definitividad
Este principio está regulado en las fracciones III y IV, del Artículo 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Consiste en la obligación que tiene el quejoso de agotar todos los recursos o medios de defensa existentes en la ley que rige el acto reclamado antes de iniciar la acción de amparo.
Con este principio se obliga a los gobernados a impugnar los actos de autoridad utilizando los recursos ordinarios de modo que el amparo sea un medio que proceda sólo en forma extraordinaria. Estos recursos ordinarios o juicios, que es necesario agotar, deben tener por efecto modificar o revocar los actos que se impugnen, pues si no tienen ese fin, su utilización no es obligatoria.
Sin embargo, este principio no es absoluto, ya que su aplicación y eficacia tiene excepciones importantes:
- En el caso de deportación o destierro, o en cualquiera de los prohibidos por el Artículo 22 Constitucional, o importen peligro de privación de vida.
- Tratándose del auto de formal prisión.
- Cuando el acto reclamado viole las garantías que otorgan los Artículos 16,19 y 20 constitucional.
- Cuando en un juicio laboral o civil el quejoso no ha sido emplazado legalmente.
- En amparo contra leyes.
- Cuando el acto reclamado carezca de fundamentación y motivación.
- Si para la suspensión del acto la ley que lo regula exige mayores requisitos que la Ley de Amparo. Aunque existe Jurisprudencia -no obstante la existencia de un posible recurso contra los actos reclamados- se debe
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