Manuscrito Voynich
Enviado por juanchooo • 18 de Marzo de 2013 • 2.370 Palabras (10 Páginas) • 360 Visitas
Introducción
A lo largo de tu trayectoria por la vida has conocido distintos códigos de los cuales tú has aprendido su significado.
Existe un código muy poco mencionado en las pláticas comunes, este ha causado infinidad de interrogantes tanto a científicos como criptógrafos, sobre su significado. Ya que el código utilizado y lo que nos quieren transmitir aun nadie lo descifra.
El no muy mencionado código Voynich ¿Sigue siendo un misterio? ¿Cual es su propósito?
Introducción
¿Crees que los enigmas del mundo están resueltos? La relación entre la ciencia moderna y la magia.
Hace siglos que los eruditos tratan de descifrar los secretos de un antiguo libro que segun anticipa muchos de los descubrimientos de la ciencia moderna. Los filólogos buscaron trazas de un lenguaje conocido y después utilizaron todos los métodos que suelen emplearse para leer idiomas perdidos
George Boole, el matemático inglés que fue uno de los primeros en usar símbolos matemáticos para expresar procesos lógicos.
Manuscrito Voynich
¿Por qué Manuscrito Voynich?
Wilfrid Michael Voynich (31 de octubre de 1865 – 19 de marzo de 1930) fue un bibliófilo lituano de origen polaco, nacionalizado estadounidense, nacido el 31 de octubre de 1865 en Telschi, provincia de Kaunas (o Kovno), en la actual Lituania. Graduado en química y licenciado en farmacia, estudió en las Universidades de Varsovia y San Petersburgo doctorándose por la Universidad de Moscú.
El nombre del manuscrito se debe al especialista en libros antiguos Wilfrid M. Voynich, quien lo adquirió en 1912. Actualmente está catalogado como el ítem MS 408 en la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale.
El Manuscrito
Tenía gruesas tapas de pergamino, separadas, debido al uso, de las 204 hojas de pergamino delgado de que constaba el manuscrito; Voynich calculaba que, originalmente, tenía 28 páginas más, que se habían perdido. Su formato era de cuarto grande, ya que medía unos 15 por 22 cm y el texto, escrito en caracteres apretados y con tinta negra, iba ilustrado con más de 400 pequeños dibujos en rojo sangre, azul, amarillo, marrón y verde brillante.
Dos páginas de lo que ha sido descrito como el manuscrito más misterioso del mundo, los expertos han utilizado, sin éxito, los métodos de la criptología moderna para tratar de revelar sus secretos.
A finales de 1912 un vendedor de libros antiguos de Nueva York llamado Wilfred M. Voynich volvió a su ciudad natal de una visita a Europa con un pequeño manuscrito, cuidadosamente empaquetado.
Las ilustraciones mostraban curiosos arabescos y tubos que parecían intestinos, figuras femeninas desnudas, estrellas y constelaciones y cientos de plantas de extraño aspecto. El pergamino, la caligrafía y la historia conocida del manuscrito indicaban a Voynich que era de origen medieval, y la abundancia de especímenes vegetales sugería que podía tratarse de un herbario, un libro de texto mitad científico, mitad mágico, que describía las cualidades místicas y médicas de las plantas y su preparación. Pero esto era una simple conjetura, ya que estaba escrito en un lenguaje que Voynich no pudo identificar; aunque el texto podía ser descompuesto en «palabras», cuyas letras eran familiares a medias, no tenían sentido. Voynich sólo pudo suponer que estaban escritas en un idioma poco conocido, en un dialecto o en un código.
¿Magia negra?
Una de las intrincadas y extraordinariamente confusas páginas del manuscrito Voynich. La abundancia de dibujos vegetales sugiere que podría tratarse de un herbario, pero muchos de los especímenes de plantas y arbustos resultaron ser inventados.
Aunque Voynich no era criptólogo, tenía, indirectamente, algunas nociones de simbología. Su suegro había sido el profesor George Boole, el matemático inglés que fue uno de los primeros en usar símbolos matemáticos para expresar procesos lógicos: fue elegido miembro de la Royal Society por sus trabajos sobre la moderna lógica simbólica. Voynich también sabía que existían convincentes pruebas circunstanciales que sugerían que el autor de la extraña obra por él adquirida era Roger Bacon, monje franciscano del siglo XIII que había combinado sus estudios de filosofía, matemáticas y física experimental con la alquimia. Quizá Bacon había logrado inventar, 600 años antes que Boole, un sistema de lógica simbólica, o quizá simplemente había elaborado un código para camuflar sus investigaciones en torno a la piedra filosofal y el elixir de la vida, eludiendo así la acusación de practicar la magia negra, acusación que en la Edad Media solía tener fatales consecuencias.
Mientras daba vueltas a todas esas posibilidades, Voynich se dirigió al mundo académico buscando una solución; hizo hacer docenas de copias del documento y se las envió a todos los especialistas que pudieran colaborar con él. Con cada copia, envió un resumen de lo que él sabía del manuscrito.
Lo había comprado, pagando una cantidad no revelada, a principios de 1912, tras haberlo hallado en la biblioteca del Colegio Mondragone de los jesuitas, en Frascati (Italia). Antes de llegar allí, el manuscrito había permanecido custodiado durante 250 años en el Collegium Romanum de los jesuitas; había sido depositado allí por un célebre erudito y criptólogo jesuita del siglo XVII, llamado Athanasius Kircher, quien había intentado, sin éxito, descifrarlo.
Según una carta fechada el 19 de agosto de 1666, Kircher había recibido el libro de manos de su antiguo alumno Joannes Marcus Marci, rector de la Universidad de Praga; el libro había formado parte de la biblioteca del Sacro Emperador Romano Rodolfo II, hasta su muerte en 1612. A todos los efectos, Rodolfo había cedido el gobierno de sus reinos de Hungría, Austria, Bohemia y Moravia a los jesuitas, prefiriendo dedicar su tiempo a patrocinar las ciencias y pseudociencias. Las que más le interesaban eran la botánica y la astronomía; creó un complejo jardín botánico y construyó un observatorio en Benatky, cerca de Praga, para el astrónomo danés exiliado Tycho Brahe.
Esta ilustración, que parece representar a un grupo de mujeres bañándose en tinta verde, es típica de los misteriosos dibujos del manuscrito. También podemos observar un ejemplo de la caligrafía del manuscrito.
Pero los intereses más personales de Rodolfo se orientaban hacia la alquimia, y empleó mucho tiempo y mucho dinero en la instalación de un laboratorio alquímico
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