Marketing Y Politica De Precios
Enviado por galobart11 • 20 de Noviembre de 2013 • 3.957 Palabras (16 Páginas) • 651 Visitas
MARKETING
Y LA
POLITICA
DE
PRECIOS
Jacobo Galobart Molina
E4
Índice.
1. Comportamiento del consumidor y estrategias de precios: El ejemplo de los precios psicológicos.
2. Técnicas/tácticas de precios.
3. Estrategias de precios.
3.1. Estrategia de descremando de precios.
3.2. Estrategias de Precios de Penetración.
3.3. Estrategias de Precios de Prestigio.
3.4. Líneas de estrategias de precios orientadas a la competencia.
3.5. Líneas de estrategias de precios para carteras amplias de productos.
3.6. Líneas de estrategias de fijación de precios por áreas geográficas.-
1. Comportamiento del consumidor y estrategias de precios: El ejemplo de los precios psicológicos.
Entendemos por “precio psicológico” el precio los consumidores entienden que resulta razonable abonar por un producto o servicio. El precio que los consumidores están dispuestos a abonar por un precio o servicio no resulta equivalente entre productos que objetivablemente pueden resultar serlo.
Esto se debe a que parece ser que, en la inmensa mayoría de las ocasiones, los consumidores analizan los precios de manera comparativa, en función del “precio de referencia” que emplean los consumidores para valorar el importe de un precio.
El “precio de referencia” que emplean los consumidores tampoco es estable ni fijo, sino que además de variar –no sólo en el importe, sino en el tipo de referencia que se emplea- en el tiempo, varias enormemente entre diferentes grupos y segmentos de consumidores.
Así, por ejemplo, un “precio de referencia” puede ser un “precio externo” –el precio de un producto equivalente o sustitutivo- un “precio interno” –el precio habitualmente pagado, o el que se pago la última vez que se realizo una compra- un “precio esperado” –lo que se espera pagar por un producto o servicio- o, de manera más intangible, simplemente las creencias del consumidor sobre el precio y virtudes de un determinado producto o servicio en el mercado.
Además del “precio de referencia” el otro factor que incide de manera decisiva en la configuración del “precio psicológico” de un producto o servicio es el “precio de percepción”, es decir, el proceso por el cual los consumidores tienden a catalogar, taxonomizar o clasificar las nuevas experiencias en función la valoración, o percepción, que tiene de las ya existentes.
Así si los consumidores se enfrentan a un precio diferente del que esperaban deberán decidir si la diferencia resulta, para ellos, significativa. Si la encuentran significativa resulta muy probable que cambien su patrón de consumo, clasificando al producto en una nueva categoría precio-producto; si la diferencia no resulta para ellos significativa casi con total certeza no modificarán su patrón habitual de consumo.
De esta manera, la política de precios resulta uno de los elementos más decisivos a la hora de establecer una estrategia de marketing exitosa, pues el éxito de esta depende en gran medida de la adopción de una política de precios que resulte adecuada para el producto o servicio concreto.
2. Técnicas/tácticas de precios
Se supone, entonces, que la psicología de los consumidores se mueve, al menos en cierta medida, en función de una serie de factores objetivables que modifican su percepción y criterios sobre un producto o servicio concreto. Así aparecen conceptos y nociones con el de producto aumentado, de acuerdo a dicho concepto las estrategia de merketing basadas en precios psicológicos se han enfocado hacia la obtención del mayor nivel de atracción posible en el momento en que los consumidores realizan la adquisición de un producto o servicio.
Así cuando un cliente accede a un establecimiento, o se dispone a adquirir un servicio, no verá a este de forma aislada, sino que formará parte de un conjunto amplio de productos y servicios con los que entrará en competencia, de manera que la estrategia de precios seleccionada para la promoción de un producto se articula como uno de los elementos más decisivos, cuando no el qué más, a la hora de que un producto o servicio determinado consiga alcanzar, y mantener, el éxito en su difusión comercial.
Existen, en realidad, multitud de tipos de tácticas, o técnicas, básicas en relación directa con las política de precio psicológico. Entre otras podemos citar, explicando brevemente, las siguientes
Técnica de Precio habitual
Algunos tipos de productos o servicios tienen precios de mercado cuyo valor de psicológico percibido por los consumidores resulta equivalente, cuando no directamente igual. Es decir, la percepción por parte de los consumidores del precio que resulta “normal” y “justo” abonar por este tipo de productos resulta prácticamente inamovible. Ser consciente de esto resulta tremendamente relevante, pues resulta tremendamente difícil luchar contra las percepciones y conductas férreamente establecidas, y contra las dinámicas de mercado. Un ejemplo paradigmático de este tipo de producto, con por ejemplo, los diarios.
Tratar de modificar o romper el precio habitual de este tipo de productos, o de establecer uno nuevo, puede resultar tremendamente arriesgado, pues un incremento de volumen del mismo suele verse como un sobreprecio, y no como un incremento del niveles de calidad del precio o producto, mientras que una disminución del mismo se suele percibir como un descenso del niveles de calidad del mismo, y no como una bajada del coste.
Técnica de Precio de prestigio.
Las técnicas de precios de prestigio se estructuran, o resultan válidas, para dos tipos fundamentales de productos, por una parte:
Para productos de lujo, consiste en:
[“el uso de precios de prestigio consiste en establecer precios altos, de modo que los consumidores conscientes de la calidad o estatus se sientan atraídos por el producto y lo compren [4]. Ejemplos: Automóviles Rolls Royce, Perfumes Channel, Joyas Cartier, Cristalería Lalique y relojes suizos.”]
Para productos y servicios de consumo ordinario, esta estrategia consistiría en tratar de diferenciarse un producto de consumo objetivablemente equivalente, por ejemplo un lavavajillas o un turrón, mediante la adopción de un precio artificialmente alto. Se trata de tratar de convencer al consumidor de que adquiera un producto basándose en el recelo que puede proporcionar un producto equivalente, es decir:
[“Para entender el precio de prestigio no deberemos hacer muchos esfuerzos. Si tenemos dos productos iguales, pero uno con un precio muy
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