Medios Publicidad Instrusiva

La publicidad ha jugado tradicionalmente un importante papel en las sociedades capitalistas de consumo, no sólo para dar a conocer las características de nuevos productos, ayudar a su venta y dinamizar así la economía, sino también como pieza central en la financiación de los medios de comunicación de masas.

Desde que la publicidad se convirtió en el aliado esencial por el sostenimiento económico de los medios de comunicación de masa la sociedad ha podido gozar de televisión, radio y algunos periódicos y revistas gratis o a unos precios asequibles.

La llegada de Internet impuso aún más la cultura del 'todo gratis'. Éste nuevo medio desde sus inicios propició la cooperación y la generación de contenidos buenos, malos, sujetos a derechos o no por parte de usuarios que no aspiran a obtener a cambio nada más que el contacto con otros internautas o una cierta reputación digital.

La fuerte difusión y consumo del medio Internet entre la población hizo que los anunciantes y los mismos medios de comunicación tomaron conciencia que Internet tenía un fuerte potencial por ser un medio de comunicación alternativo donde anunciar productos o marcas. Además de un nuevo canal donde difundir contenido de calidad, investigado y trabajado por los profesionales de la información: los periodista. Así que los mismos soportes de los medios de comunicación, sobre todo de prensa y revistas optaron para crear su formato digital. Estos lo hicieron más que nada debido al fuerte crecimiento de internautas hambrientos de información, que estaban dejando de ser lectores de los clásicos medios de información, y se limitaban a informase solo a través de la red. Sin embargo el formato digital de periódicos, revistas entre otro produjo una fuerte crisis económica por los diferentes soportes que apostaron por trasladar su contenidos de calidad a la red. Hay que pensar que el contenido de calidad tiene un coste elevado y que por dicho motivo los formatos digitales de los diferentes soportes iniciaron como primer intento a cobrar a los internautas por su contenido como si de un soporte físico se tratara. Sin embargo este intento fracasó ya que no coincidía con la filosofía de Internet del “ todo es gratis” que sobretodo existe en España. Por lo tanto a las cabeceras tradicionales, las cuales seguían perdiendo lectores en papel y a la par los iban ganando en sus soportes digitales gratis no le quedó otro remedio que limitarse a inserción de publicidad, de diferentes anunciantes, en sus páginas Web.

Sin embargo la cantidad de dinero que eran y son capaces de captar mediante la publicidad en su versión en Internet no cubre ni una mínima parte de las pérdidas de ingresos que se produce en la edición física. Todo esto provocó que este negocio empezara a ser ruinoso.

En parte, la explicación de los escasos fondos publicitarios captados puede estar en las fórmulas empleadas. Resulta difícil cobrar lo mismo por unos pocos centímetros cuadrados en una pantalla que por una página en un diario o una revista. Además el sistema publicitario en Internet se dejó engañar por sus propias posibilidades tecnológicas y por el efecto de la novedad. La posibilidad de medir el número de personas que “pulsan” impuso la fórmula del coste por click trough: en contra de lo que ocurría en otros medios, el anunciante no paga nada por la publicidad que sólo se ve; únicamente paga por aquellos casos en los que el internauta haya hecho clic y haya accedido a la web del anunciante. Además, la tecnología permite ofrecer rotaciones -no todos ven lo mismo- y frecuencia -una misma persona sólo vería una publicidad un número limitado de veces, normalmente dos o tres-. Sin embargo el click trough actualmente ya no es tan eficiente, puesto que el porcentaje de personas que hace click ha disminuido drásticamente. Por lo tanto la manera de tratar de rentabilizar fue aumentar el precio de cada contacto y, a la vez se optó para hacer cada vez más evidente los anuncios, para llamar la atención de los internautas y conseguir su click, con el fin de que éstos accedan a la página Web del anunciante. Es por este motivo que en Internet nos encontramos cada vez más, con ventanas emergentes o banners “muy llamativos” e intrusivos anunciando una marca o un producto, invitando a hacer click para ampliar la imagen o visualizar una información más amplia del promocional.

Sin embargo el hecho de que la publicidad haya migrado de medios tradicionales de comunicación como la radio, televisión y prensa, hacia internet, ha hecho que se migraron

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