Monografía Tercera Edad
Enviado por natuchiz3009 • 12 de Diciembre de 2012 • 6.022 Palabras (25 Páginas) • 1.774 Visitas
Introducción:
En este trabajo de indagación nos abocaremos en primer lugar a dar cuenta de las diferentes acepciones, términos utilizados sobre la temática elegida: la vejez.
Consideramos pertinente aclarar que nuestra mirada respecto a la vejez coincide con aquella que adopta el concepto de “Adulto Mayor” para referirse a la población objeto de intervención. Dicha concepción considera a los sujetos integrados a la sociedad, relacionándose con los demás, participando de una cultura y creando la misma. Un sujeto que es capaz de pensarse a si mismo, planificar su acción y proyectarse desde su propia historia personal y social. Consideramos al sujeto adulto mayor, no como una persona a la que hay que fundamentalmente cuidar y proteger, sino como un sujeto de derecho, autónomo y socialmente útil.
La recopilación de información fue lograda mediante la revisión e incorporación al cuerpo de trabajo de las entrevistas realizadas a nuestra referente institucional en los sucesivos encuentros en el centro de practica (comedor del Centro de Jubilados “Balvanera Norte”) y la hecha en la sede de la “Defensoría del pueblo” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) a Eugenio Semino; además de contar con bibliografía específica de gerontología clínica, psicológica y social.
La legislación nacional y local de la tercera edad es mencionada, como reflejo de que las disposiciones legales se concretan y definen las orientaciones de los programas.
La caracterización de las problemáticas, su relación con la cuestión social, el campo de intervención de los profesionales, serán abordados a continuación desde la toma de posición propia arriba mencionada; bajo una propuesta superadora de prejuicios y actitudes negativas respecto de la vejez considerando la edad no como algo determinante de las posibilidades vitales sino como una variable mas que condiciona su situación.
Finalmente, se intentará a lo largo del trabajo, problematizar los contenidos desarrollados en cada uno de los apartados, con el fin de acercarnos a la problemática que nos compete, desnaturalizando ciertos preconceptos sostenidos por muchos sectores de la sociedad.
Marco Conceptual
Concepción de sujeto y las diferentes maneras de nombrar a la vejez
A lo largo de la historia se han utilizado diversos términos para nombrar a esa etapa de la vida y a las personas mayores: anciano, viejo, adulto mayor; tercera edad, segunda mitad de la vida, etc. Cada uno de dichos términos fue producto de un determinado contexto histórico y social que permitió su nacimiento. Creemos necesario caracterizar brevemente cada uno de los mismos, para poder adentrarnos en la temática de la vejez.
Anciano: es un “vocablo traducido de la Biblia, que denota todos los atributos relacionados con la sabiduría, que los hebreos le asignaban a las personas mayores” . Otra acepción del término es aquella que la define como “persona que tiene muchos años y de lo que es propio de tales personas. Sinónimo de viejo” .
Viejo: viene del latín "vetulus", que significa de cierta edad. “Dic. De la persona de mucha edad, que ya no es joven. Deslucido, estropeado por el uso. Sinónimo de anciano, abuelo, provecto. Arcaico, rancio, añejo, ajado, arruinado.”
Tercera Edad: el concepto “nace en Francia en 1961, con el fin de mostrar la posibilidad de una nueva etapa por vivir, desarrollando una imagen de vejez activa, autónoma e insertada socialmente (…) está relacionado con la incorporación de los adultos mayores a nuevas políticas sociales, en el período de desarrollo del Estado de Bienestar”.
Otras concepciones, como la del filósofo Gustavo Bueno, consideran que “el concepto de Tercera Edad es falso, no siendo más que un colectivo estadístico que lo quieren convertir en una clase social (…) Tercera Edad es un producto típico de la sociedad de consumo y de las sociedades capitalistas (...) donde se crean Centros de Jubilados y Residencias que funcionan como guetos donde los mayores solo se relacionan entre ellos y donde lo importante es entretenerlos”
Segunda mitad de la vida: este concepto “nació en Estados Unidos y responde a una perspectiva ética y se encuadra dentro de la nueva división de los roles, que suceden en este período de la vida. Tiene en cuenta la posibilidad de implementar nuevos proyectos personales y la posibilidad de vivir de una manera más distendida y relajada”.
Adulto Mayor: nace con la intención de ser la “síntesis del paradigma social actual que asocia el compromiso con el descanso y reposo. Esto se refiere a la posibilidad de conjugar el ocio conjuntamente con la capacidad de decidir, crear, producir y elegir, que determina la autonomía de una persona” .
Definiendo a la vejez
Algunas concepciones toman fuertemente en cuenta para definir a la vejez el punto de vista cronológico, considerando que la misma está determinada por ser “el último período de la vida humana”, ubicándola en términos generales, a partir de los 65 años”. Sin embargo este límite tiene una significación social más que biológica, ya que los factores que determinan el envejecimiento son múltiples: biológicos, psicológicos (psicoanalíticos), psicológico sociales.
Enunciaremos algunas de las modificaciones que se visualizan durante la vejez, aclarando que dichas modificaciones no se dan del mismo modo, ni en la misma época en todas las personas.
Desde el punto de vista biológico:
Durante la vejez, los cambios físicos son numerosos, la diferencia en los cambios físicos, parecería estar en la programación o código genético. Dichos cambios producen “la disminución de las posibilidades funcionales de todos los órganos y sistemas, llevando así a la merma de la capacidad de adaptación.
Esto hace que el anciano sea más susceptible a las enfermedades y su tratamiento plantee mayores problemas” .
Si bien vejez y enfermedad no son sinónimos, suele producirse un deterioro físico considerable:
• Deterioro de las capacidades sensoriales: pérdida de agudeza visual y auditiva.
• Deterioro de las capacidades motrices: lentificación de movimientos.
• Deterioro de las capacidades mentales: dado por la pérdida de la flexibilidad arterial y fenómenos de artereoesclerosis en general. Esto repercute psicológicamente produciendo: pérdida de fluidez mental, dificultad en adquirir capacidades intelectuales nuevas.
• Trastornos de la memoria: pérdida de memoria de fijación, mantenimiento de la memoria de evocación y reminiscencia a través de las que el anciano logra elaborar experiencias pasadas e integrarlas a su vida actual.
• Trastornos
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