Movimiento estudiantil IPN

Movimiento estudiantil politécnico del 2014

La posición que ocupa el dirigente de un organismo inmenso, en donde los grupos estudiantiles se acercan a un constructo en el que se proponen a las nobles acciones de adquirir conocimientos para su desarrollo como humanos y seres razonadores, deberían de ser protegidos, avalados por un jefe flexible que no tiranice. Teniendo una amplitud mental sobre sus acciones, sabiendo discernir entre los beneficios egoístas que puede obtener por su mando y en consecuencia la inestabilidad de  todos los eslabones.

La representación que tiene un documento en el que se sustentan los saberes y capacidades de un egresado, se decía, se devaluaría y no representaría el mismo grado de eficiencia.

Más que la preocupación y coraje del quebranto de las leyes que rigen las condiciones que se manifiestan a diario en los lugares de transmisión de conocimientos, al no considerarse la opinión de todos aquellos componentes afectados en el instituto, la mayoría de los individuos que apoyaban las campañas de lucha desconocían los verdaderos objetivos de aquella cohesión de masas. Que en principio hacían retumbar calles, originando a su alrededor alteración y caos, que generaba en las entrañas del estado acciones para controlar sus partes, sin ocuparse en verdad de resolver aquel llamado de miles.

Implicaba comprometerse, sacrificarse ante un movimiento tan representativo, obtener principalmente la corrección de las cátedras que enseñasen criterios de evaluación pertinentes a nuestros tiempos, muchos lazos de creación por parte de aquel que proporcionaría las lecciones, para la producción de nuevas corrientes de pensamiento. Usuarios que más allá de aprender, obtuvieran las capacidades auténticas para hacer frente al sometimiento de sí mismos y empezarse a relacionarse con sus coetáneos de una manera sincera obteniendo el progreso de su entorno.

La resistencia de aquellos borricos que se esforzaban por formar parte de un cambio, se empezaba a desvanecer por la astucia en las medidas implementadas por los gobernantes, aquella indiferencia ejercida, para no realizar en verdad su trabajo sin satisfacer las necesidades de la población solo se agravó la situación   por toda esa falta de días inactivos llegando a solo obtener promesas sin sustentos.

Nuestra historia nos crea un recuento cada día nuevo que transitamos más por la institución, dejando contrastar el aspecto que se tenía antes de la batalla con lo que nos perjudica ahora. La decadencia nos permite relacionar el escenario en donde se anhela tener una mayor tranquilidad y desenvolvimiento armónico en los ambientes destinados a permanecer alrededor de una jornada de siete horas, que indudablemente del tiempo que se permanezca en el recinto la transformación de la identidad persigue a todo ser inscrito en un programa educativo, por los trabajos y por aquellas relaciones fructíferas o no, que se suscitan en todas las áreas que se frecuentan.

¿En verdad representan sus siglas todo aquello que deberían de sostener, ante la nación que la cataloga como un lugar digno para estudiar?

 ¿Nos conformamos con la idea de que solo somos un engrane más que hace girar un sistema sin un destino afortunado o realmente pertenecemos a él sintiéndonos resguardados  y estables cuando no relacionamos aquí?

Gran parte de la comunidad que forma parte de esta casa de estudios proviene de un estrato en la que la solvencia económica forma parte de sus intereses, y en la mayoría de los casos el único motivo que los incentiva a soportar la falta de recursos y aún más allá pasar desapercibido el trato humano.

El miedo infundado en aquellos jóvenes que deberían de representar el criticismo, no permite cuestionar lo que digan los encargados de la transmisión de saberes, ya que en demasiados de los casos en vez de crear un dinamismo en el que haya un intercambio de ideales que conlleven al esclarecimiento y la mejora de la enseñanza, se percibe aun el mantenimiento del estatuto en aquella jerarquización en la que solo se respeta lo que se dicta y se anota.

Este es tan sólo uno de los tantos ejemplos en donde vemos la presencia del encargo social que al percatarse de este tipo de movimientos éste lo que busca es volver a restaurar “el orden” por medio de la dominación de los ciudadanos que sean partícipes de la situación llevada a cabo, en donde se observa que están siendo parte de un medio artificial por el cual todos son sometidos a ello: la sociedad humana.

Los jóvenes buscaban con este movimiento el propugnar sus derechos de estudiantes que se les querían quitar afectándolos de manera considerable en un futuro, hoy más que nunca necesitan de la unión de la comunidad politécnica estudiantil pues las autoridades aplican el viejo dicho: divide y vencerás, lo que desean lograr por medio de difamaciones, pretextos y alternativas supuestamente mejores pero que nada de ello respetarán. El estado como institución de poder siempre tiene esa característica de ser ambivalente pero sabe manejarlo de tal manera que parezca que siempre hace lo “correcto”- ponemos entre comillas este término porque la verdad es que es subjetivo al criterio de cada ente- así mismo mostrando una supuesta solución para lo solicitado por su gente, pero aquéllos que se resisten y no aceptan esto, son a los que catalogan como locos y delincuentes, desde su perspectiva del gobierno: aquéllos que no encajan en su plan de sociedad; es de ésta manera en cómo probablemente el estado vio a éstos estudiantes al levantar la voz y luchar por su educación, ellos solamente demostraron  que no los intimidan ni detienen en su propósito por conseguir una digna educación que como ciudadanos merecen.  

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