Museo de Antropología e Historia
Enviado por loret96 • 7 de Septiembre de 2013 • Ensayo • 1.233 Palabras (5 Páginas) • 532 Visitas
Museo de Antropología e Historia
Mercado de Tlatelolco
México-Tlatelolco. De acuerdo con los relatos de antiguas crónicas históricas, México-Tlatelolco fue fundada en 1338 d.C, trece años después que Tenochtitlán, por un segmento de grupo original de migrantes que llego de Aztlan; estos eligieron como lugar de habitación de islotes arenoso, que con el tiempo se transformaron en una orgullosa ciudad, cuya actividad principal fue intercambio comercial.
Los tlatelolcas, cuidando sus propios intereses, buscaron la protección de Tezozomoc, el señor de los tepenacas de Azcapotzalco, de tal manera que su primer tlatoani fue un hijo de aquel gobernante. Tlatelolco se expandió militar y comercialmente de forma independiente a Tenochtitlán, hasta que fue conquistada por Axayacatl, quien elimino al último tlatoani.
Esta ciudad-isla tuvo un crecimiento en el que dómino el eje este-oeste; por ello, su recinto ceremonial, del que quedan importantes vestigios arqueológicos, tenía una planta rectangular; en el destacaba su doble pirámide principal, la cual sustentaba el par de templos dedicados al culto de las deidades de la guerra y la agrícola.
Mercado de Tlatelolco. Desde sus orígenes, Tlatelolco se dedico esencialmente al comercio, llamado en lengua náhuatl pochtecayotl, "el arte de intercambiar". Los pochtecas o comerciantes constituían una parte importante de la sociedad tlatelolca, y no obstante que se integraban al grupo de los macehualtin o comunes, su actividad era muy apreciada por el tlatoani y los pipiltin -el grupo de la nobleza-, de tal manera que no solo estaban exentos del trabajo de la tierra, sino que también podían guardar gran parte de los productos de alto valor que traían de sus largas expediciones a tierras lejanas.
En esta ciudad existió uno de los mercados indígenas más notables de su tiempo: según el conquistador Herman Cortes, más de 30,000 nativos se reunían diariamente a intercambiar sus productos.
El conjunto del mercado se constituía por su gran espacio al aire libre, a manera de patio, rodeado de habitaciones que servían como bodegas.
En aquel patio, bajo la vigilancia de los gobernantes pochtecas, los vendedores ofrecían sus varios productos a los compradores, que los adquirían mediante el trueque directo con otros productos. La nobleza utilizaba el cacao, las hachuelas de cobre y el polvo de oro a manera de moneda.
A Tlatelolco llegaban productos de lugares tan lejanos Como Honduras y las Islas Del Caribe. Los encargados de su transporte eran los tamemes o cargadores.
Cuando llegaron los españoles en 1519 quedaron admirados de la multitud de personas y la infinidad de mercancías que se exhibían en forma muy ordenada.
El cronista Bernal Díaz del Castillo cuenta que habían mercaderes de indios esclavos, oro, plata, piedras preciosas, ropa, zapatos, pieles, sal, maíz, legumbres, yerbas, animales, objetos de cerámica, muebles y muchos productos más. También testificó que todo era vigilado por “alguaciles ejecutores que miraban las mercancías” y “tres jueces” para resolver las disputas que ocasionalmente surgían. Las mercancías llegaban a manos aztecas gracias a los acuerdos sobre tributos establecidos con los territorios conquistados. Muchas de esas mercancías se exportaban a otras zonas del imperio azteca y a América Central.
Para mantener el control en el interior del mercado, los tres gobernantes del tianguis cuidaban que todos los puestos estuvieran perfectamente ordenados conforme a los productos que se in ter cambiaban. Por un lado estaban los vendedores de animales, quienes ofrecían xoloizcuintles, o perros de los antiguos mexicanos, conejos, mapaches, ar¬madillos, tejones y tortugas; mientras que otros vendían pájaros con plumajes de gran colorido; allí también podían ob¬tenerse aves de rapiña, serpientes y carne de venado, siempre presente en los banquetes de la nobleza.
En otra sección del mercado estaban los puestos de comida preparada, donde las diligentes cocineras palmeaban las nutritivas tortillas que
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