Musica El Alma Del Hombre
Enviado por jarua • 9 de Septiembre de 2012 • 2.591 Palabras (11 Páginas) • 505 Visitas
Afinaciones Alternativas
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Has recorrido un largo camino, muchacha...
La guitarra tardó mucho en llegar al lugar que ocupa hoy día. Las primeras representaciones pictóricas de un instrumento de características parecidas se encuentran tan lejos como el siglo 24 AC. Desde allí en adelante, la idea de una caja de resonancia con cuerdas parece haber tenido gran éxito. Para el 1600 (DC) ya encontramos la guitarra barroca, de 5 cuerdas afinadas A-D-G-B-E, o sea igual que la guitarra actual si le sacamos la cuerda(6). La guitarra como hoy la conocemos se desarrolla a lo largo del siglo pasado, y desde allí en adelante ha quedado como afinación standard E-A-D-G-B-E, de (6) a (1), aunque desde el vamos se utilizaron también otras afinaciones, y así, en el campo de la música clásica, es común afinar la guitarra E-A-D-F#-B-E, que es la afinación que usaban los laúdes, para interpretar música barroca y renacentista o D-A-D-G-B-E (6ª en D, en partituras y publicaciones inglesas dropped D). Ya en el siglo pasado, Fernando Sor compuso alguna pieza afinando la guitarra F-A-D-G-B-E.
En el campo de la música popular, las afinaciones "abiertas" han sido muy utilizadas, siendo probablemente de las más populares D-G-D-G-B-D (en G, open G) y D-A-D-F#-A-D (en D, open D) en el campo del blues; D-A-D-G-A-D y E-A-D-E-A-E en el campo de la música "céltica", por poner un par de ejemplos. En la música New Age, en la música alternativa, en el country, en el blues, en la música clásica, hoy día no hay estilo en el cual no se utilicen las afinaciones alternativas. Sin embargo, poco y nada es lo que se publica sobre el tema fuera de esporádicas notas en alguna revista extranjera.
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¿Por qué usar afinaciones alternativas?
Los motivos por los cuales un músico decide experimentar con el uso de distintas afinaciones son absolutamente personales, pero tal vez haya algunos aspectos que sin duda han de influir en todos por igual. Por empezar, simplifica y enriquece el trabajo de acompañamiento de cantantes. Estar habituado a cambiar de afinación algunas cuerdas da más libertad a la hora de armar arreglos para ser cantados en distintas tonalidades. Si, el transporte (capo) permite lo mismo, pero usar el transporte no solo nos va quitando graves con cada traste, sino que hay formas de acordes que, definitivamente, no suenan bien al trasladarlas en el mango. El sonido tampoco es el mismo que con las cuerdas al aire.
El uso de afinaciones alternativas abre las puertas a muchas sonoridades diferentes. Sin exagerar, podríamos decir que la guitarra se transforma en otro instrumento cuando cambiamos de afinación: las cuerdas al aire tienen distinta relación interválica, los armónicos naturales son otros, la vibración simpatética de las cuerdas es otra. Además, las digitaciones son diferentes, y los yeites conocidos ya no nos sirven (o suenan muy distinto).
Desde el punto de vista de la composición, las afinaciones alternativas permiten explorar tonalidades habitualmente muy incómodas con la afinación standard, y por lo general nos obligan a desarrollar nuevas técnicas de ejecución. Las afinaciones alternativas pueden ser de utilidad aun para aquellos que, a la hora de tocar, deciden mantener la afinación tradicional. Pat Martino, como un modo de "salirse" de la guitarra cuando uno está atascado y no consigue pasar más allá de los yeites conocidos, sugiere cambiar de afinación la guitarra y tocar estos yeites con la digitación que tendrían en la afinación normal, anotar toda melodía interesante que surja de tocar en esta nueva afinación y luego digitar todo el nuevo material en la afinación tradicional nuevamente. Esto ayuda a desarrollar el oído, aporta nuevas ideas y es bueno para desentumecer los dedos. Por donde lo miremos, las afinaciones alternativas son una herramienta útil para crear y una gran ayuda a la originalidad de nuestro trabajo. Como sea, las afinaciones alternativas no son para todos: son, p.ej.:, son difíciles de utilizar en la guitarra clásica, ya que las cuerdas de nylon no soportan tan bien como las de metal los cambios de tensión (tardan en acostumbrarse, y no siempre suenan bien al bajarlas de la tensión para la cual fueron construídas); algunas guitarras eléctricas son muy difíciles de afinar si cambiamos varias cuerdas de tensión, y tienden a desafinarse con gran facilidad. Las afinaciones alternativas parecieran llevarse mejor con la guitarra acústica, la cual soporta bien los cambios de tensión, y su mayor caja de resonancia hace honor a las afinaciones más graves, especialmente si usamos una dreadnought o jumbo. Aunque ni éstas ni ninguna guitarra está diseñada para vibrar más grave que el Mi o Re habituales para la cuerda (6), hoy día los micrófonos y los amplificadores especialmente diseñados para acústica permiten sobrellevar ese problema sin grandes inconvenientes.
Bien, digamos entonces que todo lo planteado aquí está primordialmente dirigido a la guitarra acústica, steel string para los gringos, aunque esto no significa que experimentando no se le puedan sacar resultados a cualquier guitarra.
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Acerca de las cuerdas
Aquí hay tantas opiniones como guitarristas. O mas: también los fabricantes de cuerdas y de guitarras opinan al respecto. De todos modos, respecto de las cuerdas no hay gran ciencia: uno utiliza aquellas que mejor suenan (según su parecer) y del calibre que más cómodo o mejor le resulte. Como sea, los fabricantes hacen las cuerdas pensadas para una afinación, la standard, y por ende para una tensión determinada. De igual modo, en la elección de cuerdas influyen numerosos factores, desde la fuerza de nuestras manos y qué tan resistentes son las uñas a qué estilo de música y en qué contexto vamos a tocar, qué efectos vamos a utilizar, etc.
También influye el número de guitarras disponibles, ya que si tenemos tres no tendremos el menor problema en dedicar una de ellas a afinaciones no convencionales, encordándola de manera que responda idealmente con esas afinaciones. Si tenemos una sola guitarra, tenemos que encordarla tomando en cuenta que vamos a utilizar la afinación tradicional, si es que pensamos utilizarla.
Veamos un poco este asunto: Si tenemos una guitarra dedicada especialmente a afinaciones alternativas, podemos encordarla con las cuerdas más duras que se nos ocurran, dado que al bajar la afinación estamos liberandola también de bastante de la tensión que estas cuerdas le originan. Si podemos conseguir una buena 2ª cuerda de bajo, un 0.60 aprox. cambiándola por la 6ª tendremos unos graves contundentes. Para aquellas afinaciones muy graves podemos
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