Muy pocos son los afortunados en saber el origen de Celutopía. Según los relatos de los más veteranos en la población, todo inició cuando en el universo no existía más que silencio y oscuridad.

CELUTOPÍA

Muy pocos son los afortunados en saber el origen de Celutopía. Según los relatos de los más veteranos en la población, todo inició cuando en el universo no existía más que silencio y oscuridad.

Seres metafísicos dieron vida a muchas clases de individuos con el propósito de acabar con la cotidianidad del espacio; necesitaban algo, algo que les diera entretenimiento con sus innovaciones, que acabara con el aburrimiento de sus vidas.

Fue así que surgieron mitocondrias, ribosomas, vacuolas y lisosomas. Cada especie diferente a las demás, con personalidades y habilidades diferentes. Los primeros días y meses transcurrieron tranquilos, a pesar de ser nuevos en la vida, hacían sus trabajos de manera estupenda.

Los seres inmortales comenzaban a aburrirse por lo cotidianos y sistemáticos que habían resultado ser sus creaciones. Uno de ellos tuvo una gran idea, pondrían a las especies en situaciones un tanto complicadas.

 La reducción de alimentos se hizo presente en todos los reinos, desastres naturales atacaron sin piedad sus simples viviendas. Todos los habitantes estaban molestos con sus creadores por lo crueles que eran con ellos, pero no tenían idea de cómo poder liberarse de sus mandatos.

Intentaron hablar con ellos para pedir perdón si es que acaso habían hecho algo malo que hubiera despertado su furia. Burlas fueron su respuesta.

-Si  liberarse de nosotros es lo que quieren, primero deberán viajar a diferentes locaciones y obtener por ustedes, los propios recursos para crear un fuerte. Si no logran hacerlo en 4 días, una epidemia de virus acabará con ustedes-

Sin opción alguna, las cuatro especies salieron presurosas, emprendiendo su búsqueda en cuanto el día dio inicio. Las mitocondrias se sumergieron en las viscosidades del citoplasma, los ribosomas recorrieron los confusos pasadizos del retículo endoplásmico rugoso, los lisosomas se aventuraron en el complejo de Golgi, y las vacuolas acompañaron a cada grupo para poder brindarles agua y energía.

Pasados dos días, todos los grupos volvieron a reunirse, felices por haber logrado sus objetivos. Ahora tenían que trabajar arduamente para construir aquel fuerte que los protegería de los próximos invasores.

Cada especie, contó sus experiencias durante sus travesías, dándose cuenta de que todos aquellos lugares en los que estuvieron no eran tan malos después de todo, y por lo tanto decidieron incluirlos dentro del plano de la nueva ciudad.

Delimitaron todo el territorio con una espesa y sofisticada muralla llamada membrana celular, la cual permitía el paso únicamente de objetos anteriormente analizados por los habitantes, además de ser reforzada con un material especial al que llamaron cito esqueleto.

Para darle energía a todos los sistemas dentro de la ciudad, crearon mitocondrias, que eran pequeñas fábricas productoras de ATP o mejor conocida como energía.

Los ribosomas al ser expertos en sintetizar proteínas, decidieron acentuarse en el retículo endoplásmico rugoso, ya que habían quedados maravillados con el lugar. Desde ahí desempeñaban su tarea. Y en las tierras vecinas, retículo endoplásmico liso, sintetizaban lípidos y purificaban sustancias que pudieran ser dañinas para la ciudad y sus habitantes.

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