Negros En La Argentina
Enviado por sol_mothi • 19 de Mayo de 2013 • 5.875 Palabras (24 Páginas) • 325 Visitas
Negros en Argentina: integración e identidad
Jean Arsène Yao
Plano
1En el proceso de construcción de la identidad histórica nacional y étnica en Argentina, para los afroargentinos, valorar el ancestro negro sigue siendo difícil. Mediante su ocultamiento fenotípico y cultural, se ha ignorado su historia, su actualidad y sus derechos de los procesos socioculturales en la definición de la nacionalidad. Su exclusión contribuyó a la invisibilidad de su protagonismo con indios y europeos en la construcción de la nación. Por ende, al reclamo de una argentinidad sin negros, expresión de una construcción ideológica que hizo del estereotipo “nación de raza blanca y de cultura europea” un elemento clave de la identidad argentina.
2¿Cómo ignorar que existió y sigue existiendo una comunidad de ascendencia negra en Argentina? Más que asumir una actitud suficiente de explicar las condiciones de declinación demográfica de la población de origen africano, este trabajo busca articular los motivos de la negación de la presencia de los negros con la contribución de éstos a la cultura y a la evolución de la sociedad argentina. Un trabajo que pone de relieve la existencia de los afroargentinos como una comunidad viva que defiende su identidad propia contradiciendo las afirmaciones de su desaparición.
La construccion intelectual de la argentinidad y el ocultamiento del ancestro negro.
Nación blanca, nación civilizada.
3En el siglo XIX y principios del XX, la necesidad de crear un “nosotros” colectivo llevó a los gobernantes a difundir pautas culturales, mitos de origen y un conjunto de símbolos tendentes a la consolidación de una identidad argentina. Los héroes hacedores de la nacionalidad argentina –Mitre, Alberdi, Echeverría, Sarmiento y otros- reflejaron virtudes éticas y las brindaron al imaginario colectivo como una suerte de espejo sobre el que forjar las virtudes nacionales. Promovieron la inmigración europea que permitiría forjar a ciudadanos “blanqueados” en color, y “europeizados” en la mentalidad y costumbres.
4En aquel entonces, los espejismos de igualdad socio-racial congelaron temporalmente las expresiones de etnicidad. Los antiguos esclavos y sus descendientes fueron considerados ante la ley en igualdad de condiciones que el blanco y el indio. Pero la élite se opuso a ello. Hicieron suyos los conceptos y valores raciales sosteniendo que el ancestro europeo era el bien más valioso que podía poseer una persona. Se enorgullecieron de haber conservado su sangre blanca totalmente pura o con poca mezcla de sangre africana. Se fomentó el mito de la Argentina blanca, mito que presenta como antecedente y base ideológica la obra de Domingo Fausto Sarmiento y Juan Bautista Alberdi. Ambos autores tenían un pensamiento profundamente eurocéntrico.
• 1 Alberdi, Juan Bautista, Bases y puntos de partida para la organización política de la República Ar (...)
• 2 Ibid. pp. 110.
5Alberdi sostenía que los argentinos eran europeos adaptados a vivir en América. Más, afirmó: “en América todo lo que no es europeo, es bárbaro; no hay más división que ésta: primero el indígena, es decir el salvaje; segundo, el europeo, es decir nosotros”.1 ¿Y el negro ? Aparece una voluntad de ocultar este componente de la sociedad americana que existía desde los primeros momentos del descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo. Se presentó la urgencia de proponer el exterminio del indígena y el ocultamiento del negro, como representantes de la barbarie que componían parte de la realidad argentina: “Crucemos con ella (la inmigración de origen británico) nuestro pueblo oriental y poético de origen y le daremos la aptitud del progreso y de la libertad práctica”.2 Este concepto de “exclusión por fusión” llevaría al negro a desaparecer.
6Progresar era salir de América para entrar en Europa y por tanto la insistencia de la negación del indio, el negro y la ansiedad por ser europeos. Esta pauta histórica provocó un método que luego se hizo norma. Se sustituyó a los afroargentinos por los inmigrantes europeos. Más aún, Alberdi consideraba que la inmigración era condición previa de la civilización:
• 3 Ibid. p. 93.
“se hace este argumento: educando nuestras masas tendremos orden, teniendo orden, vendrá la población de fuera. Os diré que invertís el verdadero método de progreso. No tendréis orden, ni educación popular, sino por el influjo de masas introducidas con hábitos arraigados de ese orden y buena educación”.3
• 4 Mitre, Bartolomé, Discurso sobre la inmigración espontánea en la República Argentina, Senado Nacio (...)
7El presidente Bartolomé Mitre tuvo el mismo pensamiento eurocéntrico. Para él, la inmigración era una evolución de la humanidad, un elemento de progreso, una evolución grandiosa que permitía robustecer la nacionalidad argentina para que templara y regenerara la raza blanca: “...que nuestros hijos y los hijos de los inmigrantes se identifiquen en un solo amor, para que nuestra raza se salve, para que nuestro estado social se mejore, para que nuestra nacionalidad no se debilite...”4
• 5 Sarmiento, Domingo Faustino, Civilización y barbarie, editorial de Hyspamérica, Buenos Aires, 1982 (...)
8En cuanto a Sarmiento, tenía un pensamiento profundamente racista. Padre del sistema educativo argentino, creía que las ideas y el esclarecimiento no se aprendían sino que se heredaban genéticamente. Así, la instrucción sola no sería suficiente para sacar a la Argentina de su barbarie; se requería una real infusión de genes blancos, representantes de la civilización, de lo urbano5. Barbarie era el resto y para conseguir el progreso, la Argentina debía borrar o destruir lo bárbaro que había en su seno. Se trataba de ser o no salvaje, y para no ser salvaje era necesario civilizar.
9La intelectualidad argentina decimonónica estuvo también adscrita al positivismo revalorizando el espíritu naturalista. Exponía el método objetivo, experimental y positivo de la ciencia natural. Este auge intelectual coincidió con el gobierno de Roca, que fue la expresión política del positivismo. La explosión de prosperidad económica convenció a muchos de la superioridad del positivismo. Se trató de encasillar todo lo humano y extra humano dentro de leyes positivas. Buscaron convertir la historia en una ciencia como la física, sujeta a inconmovibles postulados dentro de fórmulas de una precisión matemática. Se fomentó una historiografía científica basada en conceptos modernos y eficientes. Toda especulación abstracta carecía de sentido, por lo que se debía prever todo. La historia se convertía de este modo en una rama de las ciencias naturales.
• 6 Ingenieros, José, Sociología Argentina,
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