Obesidad Infantil

Lizmir López Montero

Zulynés S. Avilés González

Español Básico II 3102 - 082

29 de abril de 2015

Multas a padres de niños obesos ¿Beneficioso o perjudicial?

¿Consideras que la penalización a padres de niños obesos toma en consideración el aspecto ético moral y posee algún prejuicio ante los niños con este padecimiento? Durante décadas, la obesidad infantil se ha encontrado entre las enfermedades más comunes en los niños, destacando que en los últimos años se ha convertido es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. De modo que, está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano. Por esta razón, la propuesta de Ley 865 “Proyecto de Programa de Niñez Saludable”, sugiere combatir la obesidad infantil imputando multas de 500.00 dólares sobre aquellos padres que tengan hijos que padezcan de dicha condición. De manera que, este programa será llevado a cabo por los trabajadores sociales, orientadores y maestros de los planteles escolares, siendo ellos las personas encargadas en identificar y brindar la educación necesaria a los casos identificados. Sin embargo, la propuesta de Ley 865 “Proyecto de Programa de Niñez Saludable” demuestra su malfuncionamiento partiendo desde el equipo interdisciplinario designado a desarrollar la propuesta, métodos de solución y la violación de aspectos morales y éticos de los niños y su familia.

Primeramente, el equipo interdisciplinario, formado por un orientador/a, trabajador/a social o director/a escolar, asignado a identificar y educar a los niños obesos en las escuelas no cuentan con la preparación académica necesaria. Eso se debe a que sus áreas de especialidad no se vinculan con la rama de la nutrición y medicina. Por consiguiente, la nutricionista Milly García destaca que un asunto a cuestionarse es sobre quienes le ofrecerán seguimiento a estos casos cuando no hay un equipo de trabajo especializado en el área de la salud para brindarle los servicios profesionales a los niños (García). Por este motivo, un asunto a plantear es cómo un orientador/a, trabajador/a social o director/a escolar puede ofrecer óptimos servicios en cuanto a la identificación y educación de los niños obesos cuando carecen de dichos conocimientos. Por lo que, es de vital importancia considerar la especialización académica del equipo a trabajar con estos casos para prevenir un cernimiento erróneo.

De este asunto surge el conflicto que en la mayoría de los casos, los padres de niños obesos sufren de una categorización equivocada dado a que son denominados como negligentes y se le violentan los aspectos éticos morales del individuo.  De modo que, la nutricionista Milly García indica que de la manera en que se está manejando el problema es de forma superficial ya que se imputa a los padres de maltrato y negligencia cuando la etiología de la mayoría de las situaciones depende de factores ambientales o congénitos (García). Un ejemplo que representa de forma más clara la situación es que los padres de un niño que padezca la enfermedad de mal absorción de nutrientes y vitaminas sea catalogado como negligente por el bajo peso de su hijo cuando realmente estos no tienen control de la situación. Por ende, es sumamente importante que antes de catalogar a los padres como negligentes o precursores de maltrato se debe tomar en consideración el factor causal de la situación para así evitar incurrir en la violación de los derechos ético morales de estos.

Sin embargo, se debe destacar que según existen padres preocupados por la salud física de sus hijos, hay quienes propician los hábitos alimenticios incorrectos. De manera que, la nutricionista Milly García comenta que dentro del problema de obesidad impera una barrera económica para los sectores de escaso poder adquisitivo (García). De aquí surge la problemática en que los padres les suministran a sus hijos alimentos con alto contenido calórico y aquellos que son catalogados como procesados. Dicha situación se presenta en familias que no generan ingresos económicos capaces para suplir alimentos con un valor nutricional óptimo. Por el contrario, al igual que existen padres conscientes de la situación, hay quienes ignoran dicho patrón de conducta y es aquí donde entra el equipo de trabajo especializado en la salud y nutrición. Estos, con el propósito de promover cambios positivos en los patrones de alimentación.  En efecto, los hábitos alimenticios que carecen de alto contenido nutricional en conjunto con la poca orientación de los padres sobre el tema son factores que agravan diariamente la obesidad infantil.

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