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Ofrenda a la muerete


Enviado por   •  25 de Mayo de 2012  •  Ensayo  •  623 Palabras (3 Páginas)  •  1.296 Visitas

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OFRENDA A LA MUERETE

Muda nodriza, llave de nuestros cautiverios,

Oh, tú que a nuestro lado vas con paso de sombra,

¡Emperatriz maldita de los negros imperios,

¿cuál es la talismánica palabra que te nombra?

Puerta sellada, muro donde expiran sin eco

De la humillada tribu las interrogaciones,

Así como no turba la tos del pecho hueco

La perenne armonía de las constelaciones…

Yo cantaré en mis Odas tu rostro de mentira,

Tu cuerpo melodioso como un brazo de lira,

Tus plantas que han hollado Erebos y Letheos.

Y la serena gracia de tu mirar florido

Que ahoga nuestras almas, exentas de deseos,

En un mar de silencio, de quietud y de olvido.

SE VA CON ALGO MIO

Se va con algo mío la tarde que se aleja…

mi dolor de vivir es un dolor de amar,

y al son de la garúa, en la antigua calleja,

me invade un infinito deseo de llorar.

Que son cosas de niño me dices… ¡Quién me diera,

tener una perenne inconciencia infantil,

ser del reino del día y de la primavera,

del ruiseñor que canta y del alba de abril!

¡Ah, ser pueril, ser puro, ser canoro, ser suave

trino, perfume o canto, crepúsculo o aurora;

como la flor que aroma la vida… y no lo sabe,

como el astro que alumbra las noches… y lo ignora!

Símbolo de Anáhuac

José Santos Chocano

Nació el águila altiva entre los riscos

que besa el lago azul de la montaña

que esmaltan las orquídeas polucionas

que estrechan las praderas de esmeraldas;

allá entre los picuchos prepotentes

que tiñen las auroras con su granado

esplenden los ocotes gigantescos

y cantan los jilgueros su balada;

allá donde se agitan las tormentas

y hay dos inmensidades majestuosas

la del cielo infinito, y la del alma.

Y el águila caudal tendió las alas,

dejó su alegre nido en la montaña

y cruzando el espacio de tormenta,

se alzó con la bandera entre sus garras

y escudriñaba el horizonte cruento

teñido de carmín de sangre hermana

y agitaba sus plumas y subía

entre quejas, rugidos y entre bulas

y aquí cayo una vez teñido el pecho

más con la eterna gloria en la mirada Rosa María Mayoral Landa

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En estos muros se agitó en sus ansias,

enfermo el corazón, y sólo el ala...

impotente sufría, de los suyos

sintiendo entre las cejas la nostalgia.

Agotando su pecho lastimado

y ya caída y sin vigor la canda

Clamaba por sus riscos y sus flores,

por sus lindas praderas de esmeralda

...

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