PADRE ALMEIDA
Enviado por Jonandre9 • 27 de Octubre de 2014 • 401 Palabras (2 Páginas) • 189 Visitas
EL PADRE ALMEIDA
En esta historia se cuenta, como un sacerdote el cual no era precisamente el mejor debido a su mala conducta.
La leyenda cuenta que este eclesiástico, cada anochecer salía a tomar aguardiente, para marcharse tenía que subir en un brazo de la estatua de Cristo, pero una noche mientras intentaba salir se dio cuenta que la escultura lo regreso a ver y le dijo: ¿Hasta cuando padre Almeida? y este le contesto "Hasta el regreso" y se marcho. Una ves ya emborrachado, salió de la cantina y se encontraba paseando en las calles de Quito, hasta que pasaron seis hombres altos completamente vestidos de negro con un ataúd, aunque el clérigo Almeida pensó que era un bovino con el cual colisionó y se desplomo, pero al levantarse regreso a ver en el interior del féretro, y era él, el religioso Almeida, del asombro se escabullo del emplazamiento. Se puso a reflexionar que eso era una manifestación y que si seguía así podía fenecer intoxicado, entonces desde esa fecha ya no a vuelto ha ingerir aguardiente y se aprecia en la cara de la estatua de Cristo mas sonriente.
EL PADRE ALMEIDA
En esta historia se cuenta, como un padre el cual no era precisamente el mejor debido a que era un poco pirao.
La leyenda cuenta que este curita, todas las noches se piraba de fiestuki para escabiar, para salir tenía que subir en un brazo de la estatua de Cristo, pero una noche mientras intentaba salir se dio cuenta que la estatua lo regreso a ver y le soplo: ¿Hasta cuando padre Almeida vas a estar empanao? y este le contesto "Hasta la vuelta" y se marcho. Una ves ya estando pedo, salió de la fonda y se encontraba paseando en las calles de Quito, hasta que pasaron 6 manes altos completamente vestidos de negro con un ataúd, aunque el padre Almeida pensó que era un toro con el cual chocó y se desplomo quedando medio pingüino, pero al levantarse regreso a ver en el interior del ataúd, y era él, el viejuno Almeida, al flipar le dieron dos yoyas interiormente, quitándole lo happy y huyo del lugar. Se puso a pensar que eso era una señal y que si seguía así podía estirar la pata intoxicado, entonces desde ese día ya no a vuelto a tomar y se nota un mogollón en la cara de la estatua de Cristo mas sonriente.
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