POLITICA PÚBLICA DE ATENCIÓN A LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
Enviado por jdpe90 • 6 de Junio de 2014 • 1.552 Palabras (7 Páginas) • 394 Visitas
POLITICA PÚBLICA DE ATENCIÓN A LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
En el informe del Índice Mundial de la Paz –publicado por el Instituto para la Paz y la Economía, con sede en Australia– Colombia es la nación menos pacífica del continente americano conviviendo mutuamente con variedad de tipos de violencia entre los que se encuentra la violencia intrafamiliar que conlleva un amplio campo de violencias interpersonales como de pareja, entre familiares, de niños, niñas, adolescentes y adulto mayor. Sobre el tema es preciso analizar diferentes definiciones sobre violencia:
“La violencia es el uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones. De esta definición se excluyen los incidentes no intencionales, por ejemplo: accidentes de tráfico y quemaduras” (OMS, 2003).
“Llamamos violencia a toda situación de naturaleza física o psíquica susceptible de entrañar el terror, el desplazamiento, la tristeza o desgracia, el sufrimiento, la muerte de un ser vivo. Todo acto de intrusión que tiene por efecto voluntario o involuntario la desposesión o la no posesión del prójimo, el daño o destrucción de objetos inanimados (eso por hablar de otros aspectos de la violencia contemporánea).
La mujer es el cuerpo primero que ejemplifica esa intrusión, que fractura su cuerpo, piénsese en la violación. El cuerpo concebido como un territorio cercado físico y moral... Se trata de un medio de expresión y acción enfocada a satisfacer deseos imponiendo su poder, su voluntad sus ideas sobre el prójimo. La agresión se adquiere por educación” (Héritier, 1996).
“Es el fracaso en la transformación del conflicto lo que lleva a la violencia...la violencia en general, y la guerra en particular, no es sólo un monumento al fracaso de la transformación del conflicto para evitar la violencia, sino también el fracaso de utilizar la energía del conflicto para propósitos más constructivos” (Galtung, 1998).
“Uso intencionado de la fuerza para causar daño corporal. También hace referencia a la totalidad de actos de esta naturaleza en el seno de una colectividad social o a una situación en la que prevalecen” (Barfield, 2001).
“El uso de la violencia constituye una manera de resolver conflictos interpersonales.
La violencia implica eliminar obstáculos que se oponen al ejercicio del poder. Para que la conducta violenta sea posible tiene que darse una condición: la existencia de un desequilibrio del poder, que puede ser permanente o momentáneo. La conducta violenta es sinónimo de abuso de poder, en tanto sea utilizado para ocasionar daño a otra persona; consideramos a la violencia como una situación en la que una persona con más poder abusa de otra con menos poder” (Corsi, 1995).
Sin embargo estas definiciones son vagas y no profundizan en los factores o criterios de modo, tiempo y lugar a que deben referirse y así es como los siguientes autores diagnostican este punto:
“La noción de lo que son comportamientos aceptables e inaceptables, o de lo que constituye un daño, está influida por la cultura y sometida a una continua revisión a medida que los valores y las normas sociales evolucionan...” (OMS, 2003).
“Los actos de violencia deben definirse en relación con las normas y costumbres de una sociedad dada. Es decir, que la concepción de violencia es siempre una concepción social e histórica...” (Riella y Cisneros, 2001).
“Para juzgar la violación de las costumbres es necesario tenerlas” (Montesquieu citado por Héritier, 1996).
De estas explicaciones se han generado posturas que tienden explicar la violencia entre las cuales están:
La violencia como instinto. Este modelo plantea que el hombre es una criatura violenta; se argumenta que el comportamiento humano es similar al comportamiento animal; entre más avanzada sea la especie, los machos son habitualmente más agresivos que las hembras, lo que se ha tomado para sugerir que las diferencias de género son naturales e inevitables (Dallos, 1994).
La violencia explicada desde lo individual, como una consecuencia de rasgos personales, cuadros psicopatológicos, antecedentes familiares, formas de vida, como: consumo de alcohol y drogas (Torres, 2001).
Los rasgos personales y los cuadros psicopatológicos. Estas explicaciones señalan actitudes y comportamientos inadecuados por parte del hombre violento; se trata de hombres pasivos, indecisos e inadaptados sexualmente, lo que los lleva a conductas violentas (Torres, 2001).
Formas de vida. Los hombres adaptados al modelo hegemónico de masculinidad, hombre fuerte y valiente, buscan acreditarse como masculinos comportándose bajo algunos valores asociados con la audacia, el arrojo y las pruebas de “hombría” (Dallos, 1994). También existen otras explicaciones individuales elaboradas desde la posición de la mujer. Una de ellas sostiene que la mujer provoca directamente
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