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POR QUÉ BRAMA EL CIERVO?


Enviado por   •  16 de Abril de 2015  •  Práctica o problema  •  1.479 Palabras (6 Páginas)  •  270 Visitas

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¿POR QUÉ BRAMA EL CIERVO?

Salmo 42: Responder esta pregunta conlleva en primer lugar a observar la vida de este animal hecho por Dios para vivir en las montañas; al igual que aquellos que como usted y yo hemos nacido del Espíritu Santo, hechos por Dios para estar en su santo monte. El verbo en esta oración está en femenino indicando a una cierva jadeante; pues ésta cuando cría requiere altísimas dosis de agua y mayormente cuando corre huyendo de sus cazadores. Y tal parece ser la motivación más fuerte que inspiró este salmo; sin embargo tres preguntas atormentan al salmista, las que desembocan en dos tremendas afirmaciones. Cinco en total son los puntos que nos ayudarán a comprender ¿Por qué brama el ciervo? Un mensaje actual para una iglesia que parece tenerlo todo (grandes edificios, orquestas, medios de comunicación disponibles, tecnología, dinero, crecimiento numérico) y sin embargo, "su alma" brama sedienta, en algunos casos vacía de Dios; del Dios vivo ¿Por qué?, por la misma razón que fue hecho este texto bíblico.

1. ¿SED DEL DIOS VIVO?

"Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;

¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?"

Sal 42:2. Las circunstancias del autor del salmo son bien particulares, tiene sed de Dios, pero no en un sentido meramente litúrgico o religioso como parece ser el sentir de una buena parte de la Iglesia actual; satisfecha con actividades, seminarios, retiros, invitados especiales; lo cual en todo caso es necesario sin ser lo imprescindible de nuestra relación con Dios. David en su adolescencia no tuvo los privilegios religiosos, culturales y sociales de nuestra época, sin embargo, tenía una profunda comunión personal con el Dios verdadero. La sed de nuestro protagonista jamás sería satisfecha por devocionales rutinarios o cursos teológicos meramente intelectuales; su sed requería, no el agua, sino la fuente de la misma.

Muchos son los que se congregan en el nombre de Cristo, pero, ¿Está Cristo presente, vivo en medio de ellos?.Es verdad que en cierta ocasión al apóstol Pablo un joven se le durmió y cayó, muriendo,y fue resucitado (Hechos 20:9) Pero para él, tal Dios no estaba presente y vivo. Tal es la condición de muchos feligreses, no adoradores, que duermen incluso literalmente, mientras se presume que Dios está presente.Evidentemente el salmista no experimentaba en su vida espiritual la desbordante paz y el profundo gozo de Cristo vivo, activo en su corazón; su alma gemía diciendo "hazme oír gozo y alegría…no me eches de delante de ti y no quites de mí tu Santo Espíritu" (Salmo 51:8,11).¿Se puede morir de sed sumergidos en un manantial de aguas?

¿No será que, como el paralítico de Bethesda, usted se ha quedado paralizado fuera del estanque?

2. ¿DÓNDE ESTÁ TU DIOS?

"Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,

Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?...

...Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,

Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?"

Sal 42:3,10.¿Le han hecho alguna vez ésa pregunta? Los enemigos de Cristo, son enemigos de la fe y por tanto, enemigos de los que somos de la fe. No dudo que el autor estaba experimentando tribulación y quebrantamiento, pero, ¿No nos enseñan las escrituras que es precisamente en estos momentos de debilidad que Cristo está mayormente presente y fuerte en sus escogidos? Caemos en el engaño de nuestra mente natural, cuando pensamos que en los momentos buenos Dios está y que en los malos momentos nos ha abandonado. No fue exactamente lo que expresó Satanás sobre Job, Dios le había preguntado "¿No has considerado a mi siervo Job?" (Job 1:8) A lo que el adversario refutó "¿acaso teme Job a Dios de balde?" (V.9) La insinuación maléfica contra el varón fue que este amaba la provisión de Dios y no a Dios, argumento que fue derribado a lo largo del libro, probando que la fe, cuando es realmente fe dada por Dios, nos sostiene en cualquier circunstancia y nos lleva a amar a Dios por sobre todas las cosas (Deuteronomio 30:6) Cuando la adversidad providencial nos visita, los incrédulos nos tienen por abandonados de Dios, pero esto es lo de menos, lo más ocurre cuando nosotros llegamos a pensar que Él lo ha hecho.

El "moderno evangelio positivista", falso por cierto, hace que el creyente sea vituperado, pues se predica una fe por vista, como garantía de la presencia divina en su iglesia verdadera; sin embargo,

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