¿PORQUE ROPA DE MARCA?

LA ROPA DE MARCA

Introducción

“Hace muchos años existía una pareja de hermanos que tenían una empresa textil. El negocio, que habían heredado de sus padres, había experimentado un crecimiento muy importante durante finales de los años 70, pero en los 90 el nivel de competencia se tornó más agresivo. Los hermanos decidieron seguir en el mercado pues su marca, al ser histórica, gozaba de un buen nombre. Los tejanos que hacían tenían buena calidad, pero las decisiones de ambos hermanos eran enfrentadas y ante la caída de ventas decidieron separarse. Uno de los hermanos dijo que él sólo quería la marca, y el otro pensó que prefería seguir fabricando sus pantalones de calidad bajo una nueva imagen menos desgastada. Uno con la producción y otro con la marca salieron a vender. A uno le fue muy bien, en cambio al otro, no” (Robert Barber, Escritor). La pregunta es: ¿A cuál le fue bien y a cuál no?

“La mayoría de los mexicanos, tenemos predilección por vestir ropa de marca. Normalmente, no entramos a una tienda si no tiene nombre, y cuando acudimos a un supermercado preferimos evitar los productos de marcas blancas (si podemos permitirnos el lujo, claro está). Somos capaces de comprar ropa donde la marca invade toda la prenda. No sólo nos gusta, sino que así comunicamos a nuestros semejantes que ese producto nos convence, y que podemos pagar su precio. El status social está en relación con la marca que uno puede consumir. Ése es su poder. En los tiempos en que vivimos, tiene más valor la marca que el propio producto”1 Pero, no intento hacer pensar que mi opinión es que no me gusta usar ropa de marca, sino que ofrezco un análisis de los motivos que nos llevan a comprar ropa de marca y que considero erróneos.

Desarrollo

El uso de determinadas marcas de ropa no debe ser para alcanzar un status social. Considerando que estamos en un país capitalista, de “clases” que dividen a la población en ricos, medios ricos, pobres y muy pobres, la ropa ocupa un lugar importante en nuestras vidas, ya que el hecho de usar determinada marca te da cierto “status” o cierta aceptación, en la opinión de la mayoría, por ejemplo: en la escuela (secundaria y preparatoria, por mencionar un nivel que la mayoría conocemos o recordamos bien) se forman los grupitos de amigos o amigas y en esa interrelación sale en la plática: “me gusta tu blusa, ¿dónde la compraste? --La compré en la tienda equis…” y empieza a formarse la idea de que cierta ropa es la que acomoda bien en el grupo de amigos. Pero, la ropa que se vende ahí es de marca, lo que significa que es de precio elevado y tú no tienes el dinero para comprar; te sientes “menos” por no tener acceso a las mismas prendas que tus amigos. Pero, si el grupo ya te había aceptado, no es necesario tener ropa de la misma que usa fulanita y si no te aceptó quiere decir que no miró más allá de lo superficial, entonces no debiera importarte, sin embargo, nuestra característica de ser seres sociales está primero.

El punto es, que en la medida de tus posibilidades, compres lo que te guste, siempre y cuando te alcance, es decir que no descuides otros aspectos de mayor importancia por quedar bien con los amigos. No hay formas ni marcas de vestir correctas, lo importante es que estén acorde con tu forma de pensar y te haga sentir cómodo contigo mismo, no debes preocuparte por lo que los demás opinen sobre cómo vistes, siempre y cuando sea adecuado a las circunstancias. (Dra. Trinidad Aparicio Pérez, Psicóloga. Especialista en infancia y adolescencia)

Los medios de comunicación nos envían mensajes falsos para que compremos cierta marca, en este caso, de ropa. No todo lo que dicen los medios de comunicación es cierto, sobretodo en los comerciales. En la actualidad, utilizan a las figuras que en el momento están teniendo éxito en su carrera profesional y que saben que andan “en boca de todos” para que nos envíen el mensaje de que al usar cierta prenda seremos como ellos. Nada más falso, pues ninguna prenda te hará tener éxito solo por el hecho de usarla, así como tampoco el solo hecho de comer un cereal te hará crecer grande y fuerte, por mencionar un ejemplo. Solo que estos mensajes están diseñados de manera que no te pongas a reflexionar sobre ellos, lo que, generalmente, te lleva a caer en el anzuelo: desear tener la prenda y/o marca que el famoso o famosa te está promocionando. Muchas personas, jóvenes sobre todo, desean la ropa de marcas concretas porque ésta es promocionada por famosos o de hecho la llevan en su día a día.

Ahí tenemos el caso por ejemplo de Cristiano Ronaldo, jugador del Real Madrid, que parece “abonado” a firmas como Gucci o Louis Vuitton, así que no será raro el ver como muchos de sus fans quieren imitarle comprando las mismas camisetas que éste luce. Por otro lado he de hablar de las marcas que nacen a partir de los famosos, y que de hecho tienen un mercado seguro entre los fans y seguidores. Es el caso por ejemplo de Victoria Beckham que ha pasado de ser la “p… más famosa” de la prensa, a una mujer que cuenta con su propia firma de moda. Estas son figuras internacionales, pero, en casa también tenemos nuestras figuras, basta con que la protagonista de X telenovela diga que viste cierta marca para que sus seguidores corran a comprar.

La ropa de marca se compra por deseo, no por necesidad. La función básica de la ropa consiste en protegernos de las inclemencias ambientales y de nuestros prejuicios sobre la desnudez. Desde este punto de vista, no debiera importar la marca de la prenda, sino la calidad en relación a la finalidad de su compra, por ejemplo, para el frío hay que comprar una buena chamarra y no necesariamente una chamarra “Tommy”. Sin embargo, en nuestra sociedad la ropa tiene, además, otras funciones. A través de ella, intentamos resaltar nuestra figura, nos sentimos más guapos, atractivos, elegantes… cumple con una clara función estética, nos satisface ir bien vestidos y hace que nos sintamos más seguros y atractivos. (Dra. Trinidad Aparicio Pérez, Psicóloga.

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