PROGRAMA DE GESTIÓN DOCENTE PARA LA FORMACIÓN DE VALORES EN EL ÁREA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA
Enviado por VilmaPerez • 20 de Noviembre de 2012 • 16.503 Palabras (67 Páginas) • 682 Visitas
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO “RAFAEL ALBERTO ESCOBAR LARA”
Magíster en Educación Física,
Mención: Enseñanza de la Educación Física,
PROGRAMA DE GESTIÓN DOCENTE PARA LA FORMACIÓN DE VALORES EN EL ÁREA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA
Proyecto del Trabajo de Grado para optar al Grado de Magíster en Educación Física Mención: Enseñanza de la Educación Física
Autor: Marilyn Belisario
Tutor: Eladio Gideón
Fecha: Octubre 2007.
RESUMEN
La presente investigación tendrá como objetivo construir una Propuesta de Gestión Docente para la Formación de Valores a través del Área de Educación Física. Además de analizar el estado de los valores en el área de la educación física en las escuelas de la I y II Etapas de la Educación Básica. Las teorías fundamentales que sirven de basamento a este trabajo son: el humanismo, el constructivismo, el aprendizaje social y el enfoque del binomio autoridad—afecto. La modalidad de esta investigación será documental y de campo de tipo descriptiva no experimental bajo un modelo cuantitativo. La población estará integrada por los docentes y alumnos de dos escuelas de I y II Etapa de Educación básica de la Población de Valencia. El instrumento que se aplicará en la investigación para la recolección de datos será el cuestionario que se utilizara para recolectar información sobre aspectos fundamentales en cuanto a los docentes, de acuerdo a las necesidades de la problemática planteada, ello para su posterior estudio, análisis interpretación de las respuestas obtenidas.
Descriptores: Gestión Docente, Valores, Educación Física.
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema
El hombre, desde las primeras civilizaciones, se vio forzado a estructurar un conjunto de reglas que le permitieran de manera colectiva trabajar en armonía para lograr alimentarse, vestirse y sobrevivir en el mundo hostil que le rodeaba. Con una perfecta sincronización de todos los elementos a su alcance y a través de un trabajo conjunto, fue capaz de levantar enormes construcciones entre las que destacan por su magnificencia, las Pirámides de Egipto, consideradas hasta hoy una de las grandes maravillas de todos los tiempos.
Se planteó en esta región del planeta, porque en el antiguo Estado Egipcio, la idea prevaleciente durante la Cuarta, Undécima y Decimoctava Dinastías, era que debía existir una severa coordinación de los esfuerzos económicos y físicos de toda la población para garantizar a cada uno de los miembros de la comunidad y en su conjunto, el más alto grado de prosperidad. Actualmente, basándose en los vestigios encontrados y con fundamento en el tipo de trabajo colectivo que realizaban, se puede afirmar que el auge alcanzado por esta cultura, fue debido en gran medida, al tipo de organización interna que implantaron una organización basada en el trabajo cooperativo.
De esta manera, el hombre moderno, gracias a los avances de la ciencia como producto de su inteligencia, y a un trabajo conjunto y coordinado, ha dirigido obras monumentales que han causado la admiración y el asombro de cuantos las han podido contemplar.
Sin embargo, y paradójicamente, en la misma medida que construye, el hombre también puede ser capaz de destruir y destruirse a sí mismo en cuestión de segundos. Es evidente, que la destructividad es un elemento que está presente en la cultura actual; los valores del ser humano han sido trastocados, pudiendo de tal forma y con la misma facilidad, reducir a cenizas sus más grandes obras.
Se llegó a un punto, donde la alerta interna obliga a reflexionar sobre la urgente necesidad de rectificar el camino. Es evidente que la supervivencia de la especie humana se haya en peligro. Los valores universales y las reglas básicas de convivencia se podrían ir diluyendo en el devenir cotidiano de una generación marcada por la violencia, el odio, la intolerancia, la competencia que genera rivalidad y el ansia de poder, hechos que en su conjunto, han terminado por confrontar al hombre con el hombre mismo.
Por ello, resulta urgente analizar los patrones de conducta y revisar los valores que rigen a las sociedades actuales. Es fácil entender que existe la imperiosa necesidad de trabajar a favor de una cultura de paz. Una cultura basada en el ejercicio constante de hábitos, actitudes y valores que permitan una mejor convivencia entre los miembros de cualquier grupo social. Por ello, las organizaciones sociales como la familia y la escuela deben ser en primera instancia quien se aboque a trabajar sin descanso para inculcar en cada uno de sus miembros, aquellas conductas que permitan al ser humano coexistir armónicamente en un mundo de paz
Y es aquí donde entra en juego el rol medular que el profesor de la Escuela Básica debe desempeñar. Todo maestro debe tener claridad absoluta en que su misión principal estará encaminada a fomentar desde su diaria labor, una cultura de paz en la que prive la aceptación del “otro” como la aceptación de uno mismo, trabajando siempre sobre la idea de que “en colectivo se avanza más que en solitario”, de igual manera que la lógica matemática revela “que dos, serán siempre más que uno” y que ello, sólo será posible cuando logre inculcar en los niños y desde sus primeros años, una cultura de aceptación e inclusión.
Para Lafuente (1996) con el trabajo sistemático en la formación de valores de los estudiantes, se inculca la necesidad de la práctica sistemática de ejercicios físicos para mantener su salud mental y física, y que es más importante emplear su tiempo libre en estas actividades y no en juegos electrónicos, ya que el uso excesivo de esta tecnología puede provocar enfermedades tales como el síndrome visual informático, síndrome del túnel carpiano, tendinitis, mal de espalda y otros.
Por otra parte, es necesario tener una adecuada preparación física, para su futura ocupación laboral, ya que en determinados momentos tendrán que enfrentarse ante situaciones que necesite trabajar de forma continua sin descansar y puedan resistir ante la tarea asignada, realizando determinados ejercicios de gimnasia laboral desde sus puestos de trabajo.
En el aula de clases se estimula el trabajo independiente, con la realización de tareas por parte de los estudiantes bajo la orientación del profesor, para ser controladas en clases posteriores, esto proporciona el trabajo en grupo, donde cada uno aporta sus ideas y conocimientos.
Los
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