Padre Rico Padre Pobre
Enviado por chavaleon52 • 27 de Mayo de 2012 • 812 Palabras (4 Páginas) • 363 Visitas
CAPITULO UNO
Padre rico, padre pobre
Tal y como fuera narrado por Robert Kiyosaki
Tuve dos padres, uno rico y uno pobre. Uno, era muy inteligente y altamente
instruido; había obtenido un doctorado y completado cuatro años de trabajo de
postgrado en un período inferior a dos años. Luego, asistió a las Universidades de
Stanford, Chicago y Northwestern, para realizar sus estudios avanzados, totalmente
becado. Mi otro padre, nunca completó el octavo grado.
Ambos hombres fueron exitosos en sus carreras, y trabajaron arduamente
durante toda su vida. Los dos ganaron ingresos substanciales; pero uno de ellos luchó
financieramente toda su vida. El otro, se convertiría en uno de los hombres más ricos
de Hawai. Uno falleció dejando decenas de millones de dólares a su familia, iglesia, e
instituciones de caridad. El otro dejó cuentas por pagar.
Ambos hombres eran fuertes, carismáticos e influyentes. Y ambos me ofrecieron
sus consejos, pero no me aconsejaron las mismas cosas. Los dos creían firmemente en
la educación, pero no me recomendaron el mismo camino de estudios.
Si yo hubiese tenido tan sólo un padre, habría tenido que aceptar o rechazar sus
consejos. Pero tener dos papás aconsejándome me ofreció la opción de confrontar
puntos de vista; el de un hombre rico, con el de un hombre pobre.
En lugar de simplemente aceptar o rechazar a uno u otro, me encontré a mí
mismo pensando más, comparando, y luego eligiendo por mi propia cuenta.
El problema fue que, el hombre rico, todavía no era rico, ni tampoco el pobre era
pobre aún. Ambos estaban recién empezando sus carreras, y ellos tenían puntos de
vista muy diferentes acerca del tema del dinero.
Por ejemplo, un papá diría "el amor al dinero es la raíz de todo mal". El otro, "la
carencia de dinero es la raíz de todo mal".
Siendo un joven muchacho, tener dos padres fuertes influenciándome fue difícil.
Yo deseaba ser un buen hijo y escuchar, pero los dos papás no decían las mismas
cosas. El contraste en sus puntos de vista, particularmente en lo concerniente al dinero,
era tan extremo, que crecí curioso e intrigado. Comencé a pensar por largos períodos
de tiempo en lo que cada uno decía.
Mucho de mi tiempo a solas, transcurría reflexionando, haciéndome preguntas a
mí mismo tales como:
"¿Por qué habrá dicho eso?", y luego aplicando la misma pregunta a las
afirmaciones del otro papá.
Hubiera sido mucho más fácil decir simplemente: "¡Ah, sí, él tiene razón. Estoy
de acuerdo con eso!". O simplemente rechazar un punto de vista diciendo "...el viejo
no sabe de lo que habla...". En lugar de eso, tener dos padres a quienes amaba me
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