Panorama de la educación superior en México y en particular de las áreas de Ciencias Sociales y Humanidades
Enviado por elizabat • 7 de Junio de 2013 • Monografía • 1.324 Palabras (6 Páginas) • 558 Visitas
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III. Panorama de la educación superior en México y en particular de las áreas de Ciencias Sociales y Humanidades
Durante los años noventa, el sistema de educación superior mexicano registró importantes transformaciones en su organización, dimensión, distribución y desempeño. En 1990, la matrícula total de educación superior era de aproximadamente un millón 250 mil estudiantes, incluyendo todas las modalidades de enseñanza. En el 2000 se superó la cifra de 2 millones. Aunado al crecimiento el sistema registró transformaciones como las siguientes: a) crecimiento de la cobertura de la demanda potencial; b) recomposición de la matrícula del SES público (las modalidades tecnológicas y privadas incrementaron notablemente su proporción en el conjunto); c) reforzamiento de la descentralización de la oferta y compensación del rezago histórico en las entidades federativas más atrasadas; d) mayor concentración de la demanda escolar en las áreas y carreras profesionales asociadas a los servicios; e) crecimiento del nivel de postgrado; f) equilibrio de la proporción de hombres y mujeres en las licenciaturas universitarias.
Junto con estos cambios, que de hecho corresponden a dinámicas sociales y políticas que se dieron en el país, en la década de los noventa se incorporaron nuevos planteamientos y se introdujo la aplicación de un nuevo repertorio de instrumentos de evaluación de la actividad académica, tales como: el financiamiento diversificado, la evaluación y acreditación, la rendición de cuentas, el fortalecimiento de infraestructuras, el aseguramiento de la calidad y la importancia de la vinculación con la sociedad.
Puede afirmarse que las tendencias de cambio que desarrolló el sistema en la década son, en parte, resultado de estrategias e instrumentos operados desde la administración pública, pero también son producto de la gestación de nuevos arreglos y transacciones entre las instancias gubernamentales y los distintos subsistemas de enseñanza superior. No menos importancia poseen las transformaciones impulsadas desde las propias instituciones en ámbitos tales como el régimen jurídico sustantivo, la organización académica y las estructuras y contenidos educativos. Cabe añadir a ello las transformaciones derivadas de la actuación de los agentes involucrados en la educación superior privada y, por último, los cambios originados en las orientaciones, preferencias y comportamientos de la demanda.
Vista así, la dinámica de cambios se origina en la intersección de múltiples lógicas políticas y sociales, cuya convergencia es contingente y no exenta de tensiones. Sin embargo, desde una perspectiva general puede afirmarse que, además de la dinámica de expansión y diversificación ya señalada, las universidades públicas del país experimentaron cambios fundamentales en tres áreas de su organización: normatividad, formación de profesores y evaluación.
No obstante que el crecimiento de la matrícula en el último sexenio fue extraordinario -gracias a la inversión pública en el segmento de educación superior tecnológica y a la inversión privada en el segmento universitario- ya que se crearon más de 900 mil nuevas plazas para estudios de técnico profesional, licenciatura y posgrado, el nivel de atención a la demanda representado por la proporción de la matrícula en el grupo de 20 a 24 años de edad es todavía insatisfactorio: el 19% de cobertura del caso mexicano es inferior a la media latinoamericana y está muy por debajo del correspondiente a los países industrializados o de reciente industrialización.
Dentro del segmento del sistema de educación superior que concentra las disciplinas sociales y administrativas, así como a las humanidades, la dinámica de crecimiento reciente ha sido también extraordinaria. Según el registro de 1999-2000, la población de estudiantes en licenciaturas de las áreas de Ciencias Sociales y Humanidades concentra el 55.2% de la inscripción total, proporción que supera en un 4% a la observada en 1990. Del total de inscritos en esas áreas más de tres cuartas partes corresponde a carreras asociadas con la gestión pública (administración pública, relaciones internacionales, economía) o privada (administración, contaduría, derecho). Otro tanto sucede en el dominio de las humanidades, en que más de la mitad de los
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