Para El Debate: Diferenciación Realizada En El Periodismo Entre La Opinión De Los Presentadores De Noticia, Comentaristas Y La Opinión De Los Pobladores
Enviado por gunnarthebest • 11 de Agosto de 2013 • 1.400 Palabras (6 Páginas) • 276 Visitas
“Así, si en principio la libertad de expresión requiere que los medios de comunicación social estén virtualmente abiertos a todos sin discriminación, o, más exactamente, que no haya individuos o grupos que, a priori, estén excluidos del acceso a tales medios, exige igualmente ciertas condiciones respecto de éstos, de manera que, en la práctica, sean verdaderos instrumentos de esa libertad y no vehículos para restringirla.”
http://www.derechos.org/nizkor/guatemala/doc/cautelar.html (Consultado en fecha 20 de octubre de 2007)
Bajo la percepción de que la libertad de expresión que incluye a la emisión de una opinión, es un derecho natural de toda persona, sin algún tipo de exclusiones en su ejercicio, la opinión emitida por una autoridad referente a un tema no ligado a sus funciones debiera tener la misma valoración que la opinión de otro cualquier habitante, sea o no sea autoridad. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención Interamericana de los Derechos Humanos y la Constitución Política del Estado velan por las garantías contra la censura de toda opinión, sin embargo, el tratamiento en la cobertura o difusión pública, realizada en los medios no tiene esa misma amplitud.
En lo referente a la difusión de las opiniones, las personas que trabajan en medios de comunicación tienen mayores oportunidades para que sus expresiones sean escuchadas por una población mayor, respecto a las opiniones de personas que no trabajan en estos medios. La cobertura de opiniones a periodistas representa, incluso, el contenido central de programas; la opinión de personas que no trabajan en medios de comunicación o que no son autoridades o personajes conocidos del arte y la farándula no tienen lugar en la programación de los canales.
“.. Sin embargo sólo cuando unas cuantas personas tienen voz por los medios, y se impide la emisión de las palabras a otros ya sea por motivos técnicos, económicos, políticos o ideológicos, es harto preocupante, porque, no hay libertad de expresión como derecho sino como un privilegio. Unos cuantos pueden decir lo que quieran por los medios, en tanto que los demás tenemos que pelearnos con la pantalla de televisión…” ( ZAPATA R. 2005, 95).
El hecho de que las personas que trabajan en medios de comunicación tienen mayores oportunidades para que su opinión sea considerada pública, esto ha tenido una repercusión importante sobretodo en el campo de la política. Diversos trabajadores de prensa fueron y son actores importantes en la política boliviana, pasando de las cámaras de televisión a la cámara de congresistas, sea en condición de Senadores y Diputados; dejando los consejos emitidos por micrófonos de radio para asumir obligaciones en los Consejos Municipales.
Si bien un medio de comunicación permite la difusión de las opiniones de cualquier ciudadano, la población y el medio mismo, diferencian entre la opinión de un sujeto promedio y la opinión emitida por emitida por un presentador o presentadora o un comentarista elegido para opinar un determinado tema. Esta opinión, aunque sea de criterio estrictamente personal, tendrá mayores posibilidades de atención, interés, escucha e incluso credibilidad, por el simple hecho de haber sido promocionado por el medio de manera distinta al resto de las opiniones difundidas. Por otro lado, estos personajes también tendrán más posibilidades para ser objeto de crítica, por el nivel de reflexión de sus opiniones
“Con el establecimiento de algunos medios y fórmulas informativas recientes, estamos asistiendo la nacimiento de una nueva especie intelectual: el “opinador” […] un profesional de la comunicación o de la universidad […] elegido por un medio para opinar; tiene capacidad para opinar sobre cualquier tema sin necesidad de especialización, documentación o tiempo para reflexionar; y su capacidad de opinar se produce al filo de la actualidad y con conciencia de que participa abiertamente en la formación de la opinión pública. Otras características del “opinador” son la superficialidad de su pensamiento, la fidelidad a los medios que los reclutan y el predominio de los hechos sobre la reflexión, predominio propio de la industria de la cultura… Este “intelectual aparente” suele ser una persona con cierta notoriedad en su campo, pero al que no se le llama para hablar de lo que ha mostrado entender como especialista, sino de cualquier otra cosa. La capacidad de cumplir este atrevido encargo le da una nueva y distinta notoriedad añadida, que puede acabar desplazando la reputación de origen y sustituyéndola por la popularidad.” (GALDON 1999, 48-49)
Considerando que el periodismo es el ejercicio pleno de la libertad de expresión, tal como atribuyó la Corte Interamericana de Derechos Humanos y El Tribunal Constitucional de Bolivia, ¿Acaso todos no deberíamos tener el mismo derecho de acceso a los medios para emitir nuestra opinión?. La libertad de expresión es propia de quienes sean o no sean periodistas y por tanto, todos los seres humanos tenemos el mismo derecho de que nuestra opinión pueda ser escuchada por la audiencia, sin necesidad de la existencia de un vínculo laboral o patronal con un medio de comunicación. Importantes contradicciones pueden ameritarse en esta postura porque existe una gran diferencia entre “lo que es” y “lo que debe ser”.
BIBLIOGRAFÍA
BELTRÁN Luis Ramiro “Ética Periodística
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