Paradigma Humanista

El paradigma humanista surge en la década de los cincuentas denominado por Maslow como una “tercera fuerza” alterna a las corrientes del conductismo y el psicoanálisis, influenciado por la filosofía existencialista y la fenomenología; ambas centradas en entender la naturaleza y la existencia humana.

Del existencialismo se retomó las ideas de que el ser humano está conformado por las decisiones y elecciones que va tomando a lo largo de su vida, en palabras de Sartre “Yo soy mis propias decisiones”; así mismo sostiene que el ser humano es:

a) un agente electivo, capaz de hacer su propio destino.

b) un agente libre para establecer sus propias metas.

c) responsable de sus propias elecciones.

Por otro lado, de la fenomenología se rescata la idea que la gente responde no a un ámbito objetivo, sino al ambiente tal y como ellos lo perciben y lo comprenden

Algunos postulados fundamentales de este paradigma son: El hombre es consciente, decide, tiene libertad y conciencia propia para tomar sus elecciones y decisiones. Es un ente activo y constructor de su propia vida. Es una totalidad (énfasis holista).

Algunos de los principales representantes de esta corriente fueron:

Allport. Estableció su teoría de “El Propium” donde establece siete características para conformar la personalidad, que son: La percepción de la realidad corporal la identidad, la autoestima, la extensión de Yo, Imagen de sí mismo, la racionalidad, la lucha propia.

Maslow. Aportó su “Jerarquía de necesidades” o Pirámide de Maslow es una teoría que explica, que conforme se satisfacen las necesidades básicas, los seres humanos desarrollamos necesidades y deseos más elevados. Su pirámide está dividida en 5 bloques: Necesidades fisiológicas básicas, de seguridad, afiliación, reconocimiento y autorrealización; los primeros cuatro niveles pueden ser agrupados como necesidades del déficit, el nivel superior se le denomina como una necesidad de ser. La diferencia radica en que las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, las del ser, son una fuerza de estimulación continua.

Para los humanistas, la educación debe de centrarse en ayudar a los alumnos para que decidan lo que son y lo que quieren llegar a ser. La educación humanista, concibe la idea de que los alumnos son diferentes, por lo cual, les ayuda a ser más como ellos mismos y menos como los demás. Por lo que el profesor debe partir siempre de las potencialidades y necesidades individuales de los alumnos y con ello crear y fomentar un clima social fundamental para que la comunicación de la información académica y la emocional sea exitosa (Hamachek, 1987. Y Al educando lo concibe como un ser con alma, con un conjunto de potencialidades, las cuales se desarrollan gradualmente. No impone normas al individuo, porque entorpece su desarrollo como persona.

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