Participación Social

PARTICIPACION SOCIAL

La Participación Social, en su relación dinámica con La Comunidad y La Cultura, a partir de la sociología permite comprender este proceso en una dimensión socio-cultural integrada, teniendo como base el individuo como eje central de una comunidad, quien a través de su conducta cumple un papel distinto, si se observa como conducta individual, y si forma parte de una estructura social

Todo lo que afecta el nivel de vida, lo constituye la falta de oportunidades que encuentran muchos grupos de la población para lograr el acceso a los recursos naturales y a otros bienes y servicios necesarios para la satisfacción de sus necesidades básicas. La persistencia de la pobreza, muchas veces de la miseria, en amplios grupos de la sociedad y la inequidad, son las consecuencias de esta situación.

Existe una relación dinámica entre los espacios socioculturales de la estructura y la acción, en donde todo grupo social, aun cuando actúe siempre bajo condiciones socioculturales estructuradas poseen, incluso a nivel individual, capacidad para ejercer el control, tomar decisiones, y emprender acciones de cambio, favorables al desarrollo social y cultural de la comunidad, logrando desde la acción colectiva la modificación oportuna de aquellas normas culturales estructuradas en los niveles social (macro) o comunitario ( micro) según sea el caso.

La participación ciudadana está ligada a diferentes procesos como son: político, económico, cultural, laboral, desarrollo local etc., especialmente en los procesos de transformación y desarrollo de las comunidades. Desde la dimensión de la acción social, se valora la participación social como proceso subjetivo de interacción social, en el que los individuos reconocen sus disposiciones de necesidad, dentro del contexto grupal, incorporando, desde la autonomía, las normas estructuradas y homogéneas por lo que actúan conscientemente en correspondencia con su libertad individual.

Si bien es cierto que se han abierto nuevos espacios de participación de la sociedad civil y del sector privado, con frecuencia consagrados en la ley, están lejos de su plena utilización, existen oportunidades que debemos como seres individuales miembros de una familia, comunidad, región, ciudad y país impulsar la puesta en marcha los mecanismos de participación, tanto los establecidos en la legislación como los de naturaleza voluntaria.

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