Participación ciudadana. Definición
Enviado por renzogranadillo1 • 3 de Mayo de 2013 • Ensayo • 3.073 Palabras (13 Páginas) • 374 Visitas
ESQUEMA
1. Participación ciudadana. Definición
1.1. Medios de participación: Política, social, económica
1.2. Implicaciones socio políticas
2. Sistema electoral proporcional.
2.1. Consecuencias políticas
2.2. Principio Mayoritario
3. Sufragio
3.1. Definición.
3.2. Modalidades. Censitario, Libre, universal, directo y secreto
3.3. Voto. Naturaleza jurídica
3.4. Modos de escrutinio
3.5. Consecuencias socio – políticas
4. Organizaciones políticas: Partidos Políticos y Representación Comunitarias (ONGS, Cooperativas, Consejos Comunales, Juntas de Vecinos, otros)
1. Participación ciudadana. Definición
Definimos Participación Ciudadana como el proceso gradual mediante el cual se integra al ciudadano en forma individual o participando en forma colectiva en la toma de decisiones, fiscalización, control y ejecución de las acciones en los asuntos públicos y privados que afectan en lo político, económico, social y ambiental para permitirle su pleno desarrollo como ser humano y el de la comunidad en que se desenvuelve. (Borrell, 1999, 15)
La participación ciudadana en Venezuela es un derecho que se encuentra consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en sus distintos significados ya sea como principio, derecho, deber, espacio o instancia de participación y como proceso sociopolítico; La participación ciudadana es una característica propia del sistema de gobierno venezolano, en la actualidad se han creado organismos de participación entre ellos los Consejos Comunales, los cuales cuentan con una serie de deberes que los podrían convertir en órganos públicos al depender de la Presidencia de la República y tener al mismo tiempo una serie de obligaciones con responsabilidad civil, penal y administrativa. Resulta conveniente tomar en cuenta un par de categorías que permitirán comprender y, quizás, construir un concepto más consustanciado con el caso venezolano, estas nociones principales es la de participación y ciudadanía.
Inicialmente, es pertinente señalar que la participación se asume como un complejo proceso social mediante el cual las personas se involucran en aspectos de la vida misma que son de su interés particular. Al respecto, Montero (1996: 8) considera que la participación “es una relación de mutua transformación: el participante construye y modifica al objeto o hecho en el cual participa, y por el hecho de hacerlo, es también transformado”. Esta relación va mucho más allá del acto de “estar en algo”; contempla aspectos que definen a los actores participantes como sujetos que “son parte de algo” y que incluye la generación de cambios sociales ante situaciones desiguales que se asumen como normales. En este sentido, se considera que la participación constituye una forma de acción humana en la que los ciudadanos ejercen sus derechos y deberes sociales, políticos, económicos, territoriales, entre otros, en un espacio público que hacen y rehacen con su intervención.
Desde este punto de vista, el proceso de participación popular, civil, político, ciudadano, o como se le quiera denominar, toma variadas connotaciones definitorias, ajustadas al marco geoespacial, histórico, sociopolítico y cultural en el que se inscribe su manifestación.
` En este orden de ideas, el proceso incluye una serie de elementos que son comunes y que son la viva esencia de su caracterización más global.
En palabras de Koeneke (2000), esta participación está asociada a un conjunto de factores de tipo actitudinal, motivacional, social e institucional que pueden variar de acuerdo con la particularidad de cada contexto. Algunos de ellos están ajustados a la necesidad de los actores a “ser parte de algo” (motivación para participar), los recursos con los que se cuentan para ello (principalmente los referidos a organización, formación y contacto institucional), el compromiso de ser los protagonistas asertivos de las transformaciones que sobre el orden “normal” ocurren en la sociedad (que incluye aspectos como cooperación, responsabilidad, solidaridad, comunicación y autonomía), entre otros. En este sentido, el Foro Permanente de ONG’s (1998:1) contempla estas ideas considerando que un proceso tan amplio y diverso como la participación se circunscribe a:
Una acción donde los sujetos se reconocen como actores y autores, asumiendo su responsabilidad y descubriendo sus propias necesidades, dando como resultado un capital social, que se acompaña de organización, es intrínseca a la gestión democrática, requiere actores diversos que compartan un espacio físico común, genera poder, dinamiza la descentralización, requiere el respeto a la diversidad e intensidad de la participación.
Este reconocimiento de la importancia que tiene la gente organizada, formada y motivada hacia la participación corresponde a una condición democrática global que hace referencia a la noción y ejercicio de la ciudadanía. A grosso modo, se percibe que la participación y la ciudadanía son categorías relacionadas históricamente.
Pareciera que la participación, como proceso popular, ha influenciado la concepción, fortalecimiento y/o desmantelamiento de la ciudadanía, y que a su vez la ciudadanía ha alimentado, promovido y/o limitado la acción participativa, es decir, ambas se han construido y rehecho a sí mismas.
Al respecto, la ciudadanía se constituye como un proceso histórico fundamentalmente dinámico, reivindicativo, definido por características que aluden a la exclusión e inclusión social a la idea de “derecho a tener derechos”. Esta condición dinámica que incluye o excluye a los ciudadanos a tener y ofrecer algo en la sociedad representa un elemento que le permite asegurar que la ciudadanía es una categoría que todavía está en construcción. No obstante, a pesar de esa indefinición, se contemplan aspectos puntuales que le han dado vigencia global e histórica, a pesar de los cambios profundos que en materia económica, social, cultural y política se han dado en el mundo. Sobre este particular, pareciera que la ciudadanía, “se sustenta en algunos rasgos comunes, tales como la igualdad formal de derechos y obligaciones, la pertenencia a una comunidad política (no solamente el Estado), la garantía para el ejercicio de los derechos ciudadanos vía instituciones, la existencia de un espacio publico más o menos desarrollado”.
La participación ciudadana en Venezuela ha logrado la organización comunitaria y popular, concretamente a través de una figura que nuestra legislación denomina los "Consejos Comunales"
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