Pedro Nakada

Pedro Nakada

Existen varios tipos de asesinos:

• Asesino en Serie: Actúa en forma metódica, siguiendo unos patrones.

• Asesino a Sueldo: Actúa por beneficios económicos.

• Asesino a sangre fría: Usualmente tiene doble vida, en el día es un ciudadano común y en la noche actúa sin remordimientos.

• Asesinos en masa: Actúa una sola vez con el objetivo de acabar con una alta cantidad de personas y con el mismo.

Pedro Nakada estaría dentro de un asesino en serie pues él seguía ciertos patrones para poder actuar, no sería un asesino a sangre fría ya que él se mostraba tal cual era.

Pedro Nakada no tenía el perfil de un psicópata ya que el perfil de un psicópata consiste en un encanto superficial e inteligente, tiene ausencia de delirios, ausencia de nerviosismos, escasa fiabilidad, falsedad, falta de remordimiento y vergüenza, conducta anti social, juicio deficiente e incapacidad para seguir cualquier vida.

Al principio se dijo que tenía un perfil psicópata y no esquizofrenia ya que se decía que él tenía un patrón de conducta persistente en el que se transgredan los derechos básicos de los demás y las principales normas sociales propias de la edad, además Pedro podía diferenciar entre lo bueno y lo malo pues él decía que estaba mal lo que hacía; pero, esa era su misión. No tenía remordimiento ni vergüenza alguna.

A diferencia de la psicosis y neurosis, no se descubre un proceso que evolucione como una neoformación, una mudanza que convierte al sujeto en otro del que antes era. El psicópata siempre es igual a sí mismo y a sus anomalías tienen de común continuidad y permanencia desde que nacen hasta que mueren.

Hace poco la doctrina penal no consideraba a las psicopatías como anomalías o enfermedades psíquicas, solo las tomaban como atenuantes, que no eximía de responsabilidad penal; ello se debía a que solo se consideraba anomalía psíquica a las afecciones o alteraciones de la mente. Antes se sostenía que el “loco o el demente” tenía que actuar o ejecutar el delito como bestia feroz .

No tienen conciencia, pueden aceptar lo que hicieron, pero no muestran ningún signo de arrepentimiento.

También suele ser común la presencia de un complejo de inferioridad o de considerarse víctima de los demás haciéndose pasar por relegados o postergados injustamente, incluso vuelven ello como una excusa de sus hechos. Es por ello que Pedro Nakada, se excusa con todo lo que vivió cuando era niño.

Los asesinos psicópatas no están locos, según los cánones legales y psiquiátricos. Sus actos no son el resultado de una mente trastornada, sino de una racionalidad calculadora combinada con una incapacidad escalofriante para tratar a los demás como seres humanos pensantes y sensibles. Su conducta incomprensiblemente amoral, dentro de una personalidad aparentemente normal, asombra y aterroriza.

Quizás por todo lo ya dicho, los psiquiatras llegaron a dar un dictamen de trastorno disocial y no

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