Pena De Muerte

INTRODUCCION

El presente trabajo, aborda un tema tan polémico que en estos días ha cobrado discusión en diferentes estratos sociales, se trata de la Pena de Muerte, y lejos de dar alguna opinión muy personal acerca de ella, se desarrollará bajo una perspectiva penológica, criminológica y victimológica.

En el capítulo I, desarrollamos el tema de la pena como consecuencia del delito y su finalidad a través de las teorías absolutas y relativas, veremos la función de la pena como prevención general y especial, así como la función resocializadora de ésta. No está demás incluir qué significado tiene el término muerte en nuestros días, para así poder dar una definición exacta de lo que es la Pena de Muerte. Hacemos referencia a lo que ha representado la pena de muerte a través de la historia y cuáles han sido los procedimientos para aplicar dicha pena hasta nuestros días.

En el capítulo II, veremos el marco legal de la pena de muerte en Guatemala, su regulación en la Constitución Política de la República de Guatemala, en el Código Penal, en la Ley de Narcoactividad, en el Decreto 100-96; así como la regulación procedimental en cuanto a la imposición de una pena, marcada por el Código Procesal Penal. Un acto que no podemos dejar pasar inadvertido es el del Recurso de Gracia que se encuentra plasmado en la Convención Americana Sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que forman parte del derecho interno del país por ser Estado Parte en estos convenios Guatemala.

El capítulo III, expone las ejecuciones de pena de muerte que se han registrado en la historia de nuestro país.

En el capítulo V, se expone mediante el auxilio del Cuarto Enfoque Criminológico -una explicación a través del derecho a las alternativas-, como es catalogada la pena de muerte criminológicamente.

Seguidamente, tenemos el capítulo VI, que nos revela el impacto que provoca la pena de muerte tanto en el individuo sobre quien recae, como en la familia del condenado, en la familia víctima del delito y en la sociedad en general.

CAPITULO I

1. LA PENA DE MUERTE

Antes de abordar el tema en sí, es necesario desglosar cada término que la conforma. Iniciaremos por definir qué es pena y la finalidad de ésta, para luego dar una definición de muerte, seguidamente daremos una definición concreta de lo que respecta a la pena de muerte.

1.1. La Pena

Es la consecuencia última del delito, la cual es el castigo que el Estado impone, con fundamentos en la ley, al sujeto responsable de un ilícito.

Es la consecuencia jurídica que recae sobre el sujeto que ha sido individualizado como responsable de una acción u omisión típica, antijurídica y culpable y que consiste en la privación de los bienes jurídicos o derechos del penado.

La pena es la consecuencia jurídica que se deriva de la realización de un delito, esto es, de una acción típica, antijurídica, culpable y punible, impuesta tras un debido proceso por los órganos jurisdiccionales. La pena implica infligir dolor y usualmente consiste en la privación de un derecho fundamental. La pena es la más grave de las sanciones establecidas dentro del ordenamiento jurídico. La distinción de la pena con respecto a otras sanciones semejantes del ordenamiento jurídico estriba en que tiene como presupuesto necesario la comisión de un delito que debe ser impuesta por jueces independientes en un juicio conforme las reglas del derecho procesal penal. Finalmente, es importante resaltar que la pena, a diferencia de otras sanciones contempladas por el ordenamiento jurídico, afecta los bienes más importantes de un individuo: vida, libertad, patrimonio.

La pena es una consecuencia jurídica cuya justificación radica en la acción del sujeto delincuente, que ha atentado contra el orden social y los bienes jurídicos que tutela el derecho penal. El derecho penal está encaminado a proteger de forma subsidiaria y, en atención al principio de última ratio, bienes jurídicos y el mantenimiento de un orden social, a través de la conminación penal. La pena es un instrumento para cumplir con la misión encomendada al Derecho Penal.

La pena es la primera y principal consecuencia jurídica del delito, es decir, de la acción típica, antijurídica, culpable y punible. Las medidas de seguridad, la responsabilidad civil o el pago de las costas procesales son también consecuencias jurídicas del delito, pero desempeñan en el ámbito jurídico-punitivo, un papel más modesto.

Para Cuello Calón, la pena “es la privación o restricción de bienes jurídicos, impuesta conforme a la ley por los órganos jurisdiccionales, al culpable de una infracción penal”

La pena es un mal que genera un alto coste social debido a los efectos estigmatizantes y deteriorantes que provoca sobre la persona que la padece. Estos efectos tan negativos no pueden ser soslayados por el legislador al momento de establecer una pena, puesto que el autor del delito no deja de ser sujeto de protección del Estado. De ello surge la necesidad de preservar al máximo la intangibilidad de otros derechos que le corresponden al condenado a lo largo del periodo de ejecución penitenciaria. La pena por ello debe ser una manifestación del principio de intervención minina y los tipos de pena deben estar orientados a la satisfacción de fines sociales, pero, sin instrumentalizar al individuo en beneficio de la sociedad.

Se ha dicho que el Derecho Penal, es por esencia, un instrumento de control social. En él se ponen de manifiesto los intereses, intenciones y decisiones del Estado, con el objetivo de incidir en el comportamiento de una sociedad, exigiendo determinadas conductas y prohibiendo otras. Para Von Liszt, es un conjunto de reglas jurídicas establecidas por el Estado, que asocian al crimen como hecho, la pena como legítima consecuencia. Está claro que el Derecho Penal y la pena tienen fines y funciones distintos. El propósito del Derecho Penal, es eminentemente tutelar, en cambio el de la pena, en comunidad con el Derecho Penal, es el de privar de bienes jurídicos a la persona que atenta contra bienes jurídicos. Esta tutela del sistema social la lleva a cabo mediante una doble vía: la protección de bienes jurídicos y la función de motivación.

Desde los fines del Derecho Penal, la pena requiere satisfacer una doble legitimidad: por una lado, la pena se legitima en la medida en que es un instrumento necesario para consecución del fin general de protección de bienes jurídicos y por

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