Personalidad Antisocial
Enviado por sanaby88 • 1 de Febrero de 2012 • 1.704 Palabras (7 Páginas) • 818 Visitas
CLASIFICACION DE PERSONALIDADES ANTISOCIALES Y DELICTIVAS.
Las personalidades antisociales se caracterizan por una disposición persistente a la conducta antisocial. El grupo más numeroso de personalidades antisociales está compuesto por los denominados sociópatas. Algunos de estos sociópatas tienen temperamentos normales, pero son criados por unos padres especialmente incompetentes. Otros son agresivos o no tienen ningún temor, son buscadores de sensaciones o manipuladores maquiavélicos. Las personalidades antisociales con graves problemas temperamentales see consideran psicópatas. Por último, las personalidades antisociales con carácter neurótico son aquellos cuya desviación no se debe ni a los efectos de la socialización ni a los del temperamento. Los actos de estas personas pueden ser atribuidos, provisionalmente, a conflictos neuróticos de carácter inconsciente.
La personalidad sociopática
Esta familia es la más numerosa. Los sociópatas suelen ser varones jóvenes que no se han socializado adecuadamente durante la infancia y la adolescencia.
Ahora se ejemplifican los distintos subtipos de la personalidad sociopática:
El sociópata común. A menudo denominado delincuente subcultural, es el resultado de unos padres que apenas han ejercido un control sobre él o que le han dado un mal ejemplo, y un medio con una estructura social atávica, propia de barrios deteriorados, que les ha rodeado durante los periodos críticos de la infancia y la adolescencia. Este tipo es el que recoge el mayor número de personas y, dada la incidencia que tiene en el desarrollo de su socialización la incompetencia en las pautas de crianza, su número parece estar creciendo.
Se caracterizan por tener una consciencia débil o poco elaborada; esto es, no se avergüenzan por lo que avergonzaría a los demás. Su perspectiva de futuro es muy débil, dado que han crecido bajo circunstancias en las que el futuro es impredecible y en las que el placer y el castigo inmediato es el único elemento en el que confiar. Se sienten orgulloso/as de romper las reglas sociales, cosa que, en el caso de los varones, tiende a verse reforzado en términos de hombría; buscan la gratificación de los impulsos del momento, y presentan gran desinterés por las metas a largo plazo. Las bandas callejeras, más que la familia, es el núcleo social de refuerzo de los impulsos gregarios.
El sociópata alienado. Una de las cosas que hace que huyamos del delito es nuestra capacidad para identificarnos con el otro. Un fallo en la empatía o en los lazos afectivos es un gran factor de riesgo de comportamiento antisocial, dado que uno de los factores que permiten evitar el crimen depredatorio es nuestra inclinación a identificarnos con los demás y a cuidar de los desvalidos. Dentro de este grupo existen diversas variantes: el sociópata desafiliado, el disempático, el hostil, y el estafado.
• El tipo desafiliado (falta de apego): La ausencia de crianza paterna/materna (estilo de crianza descuidado o de negligencia/rechazo) durante ciertos periodos críticos, puede dar lugar a que no desarrollemos nuestra aptitud afectiva (amor y apego) que, como animales sociales, presumiblemente poseemos. Estos niños nunca o rara vez han tenido interacciones nutricionales, amorosas o afectivas con otras personas y cuando han iniciado aproximaciones hacia los padres han sido castigados de manera impredecible para ellos, por lo que dichos acercamientos se han extinguido. Su pronostico de ajuste social en la adolescencia y/o madurez es muy negativo. Esta incapacidad de sentimientos hacia los demás puede ser tan difícil de tratar como cualquier otro defecto temperamental. No obstante, estos individuos no se clasifican como psicópatas ya que su conducta sociopática puede ser prevenida con programas muy intensivos orientados al apego y/o previniendo la frecuencia de padres incompetentes
• El tipo disempático: Estos individuos, al igual que con el tipo desafiliado, presentan una gran dificultad para la inversión emocional en su familia, su pareja, etc. Sin embargo, tienen un "círculo de empatía" restringido y reaccionan hacia la mayor parte de las personas como si éstos fueran objetos.
Aunque todos somos capaces de empatía, debe ser cultivada a través de la experiencia. Sin embargo, existen grandes diferencias individuales en la amplitud de nuestro "círculo de empatía", y en la fuerza de nuestra sensibilidad hacia los demás. Esta última puede verse disminuida por diversos factores (exposiciones prolongadas al estrés y sufrimiento de los demás, ya sea directa -médicos- ya sea diferida -TV). No sabemos si existen diferencias innatas significativas en el "talento" para la empatía, aunque es posible que las haya.
• El tipo hostil (la ira da fuerza): Algunos individuos que se sienten alienados por su comunidad o incapaces de alcanzar metas siguiendo las reglas previstas, repudian a la sociedad y adoptan actitudes y conductas hostiles. Muy pocas veces reconocemos que sentirnos enfurecidos es más agradable que sentir miedo, tristeza, o depresión. Este sentimiento de furor o cólera (justa cólera) nos hace sentirnos más fuertes, vigorosos, seguros; sentimientos todos ellos más reforzantes y valorados socialmente (e incluso sexualmente) que los de preocupación, descorazonamiento o aprensión.
• El tipo estafado (ausencia de responsabilidad): Sigmund Freud hablaba de un tipo de persona que se siente desaventajada por su apariencia o debilidad física, por su origen social, bajo estatus, o por cualquier otro motivo, y que racionalizaba su fracaso en seguir las normas sociales basándose en que, habiendo sido estafado desde el principio, las reglas sociales no se le aplican. Es un hecho importante a la par que interesante, que muchos de los diversos tipos de criminales que aquí
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