Perspectiva Evolutiva

Es de gran importancia, analizar los aportes hechos por los factores biológicos y ambientales en el comportamiento de los humanos, en los que ponen de manifiesto aspectos como la conducta en la primera infancia, así como las experiencias tempranas del recién nacido como determinante de la conducta futura de esa persona.

Una de las opiniones más compartidas sobre este tipo de investigaciones, han llevado sostener una concepción que ponen más el acento en la continuidad que en la evolución, la cual no se puede encontrar midiendo simplemente la misma conducta a lo largo del tiempo, ya que es necesario buscar semejanzas cualitativas en las partes de conducta.

Este enfoque no supone dar un menor énfasis/importancia a la conducta observable, sino que conlleva a poner el acento en el significado, en la organización de la conducta y en los constructos afectivos que la subyacen, por tanto una vez que el temperamento y la exposición temprana, han actuado para producir la personalidad del sujeto infantil, este se convierte en activo del propio desarrollo.

La construcción de la personalidad infantil, se alcanzaría mucho antes cronológicamente, por tanto las experiencias tempranas tendrían una importancia fundamental.

Es tal la magnitud de la perspectiva evolutiva en la personalidad que ha dejado de ser una disciplina centrada en el estado del niño y con objetivos principalmente pedagógicos, para convertirse en una rama de la psicología que utiliza una perspectiva diacrónica (a través del tiempo).

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