Perspectivas De La Industria Boliviana
Enviado por qdquasar • 25 de Febrero de 2013 • 4.682 Palabras (19 Páginas) • 396 Visitas
ENSAYO ACADÉMICO:
LA INDUSTRIA BOLIVIANA, SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS DE SU SECTORES Y SUBSECTORES
UNAS CONSIDERACIONES PREVIAS.
Hablar del sector industrial en Bolivia es abordar un tema bastante complejo y sensible ya que el criterio general, con algunos matices, es que en las últimas décadas este sector de la economía ha experimentado pequeños avances y al mismo tiempo frecuentes retrocesos que, a pesar del moderado mejoramiento tecnológico y la inserción de nuevos rubros tanto en el mercado nacional como en el ramo de la exportación, no logran configurar un panorama solvente que pueda considerarse como fundamento de la dinámica económica sino solamente como una leve diversificación productiva, es decir, un añadido de moderada importancia a la producción tradicional de materias primas y productos básicos.
Una demostración está en el hecho de que, por ejemplo, la exportación de productos manufacturados es bastante menor en comparación a la exportación de materias primas hacia el mercado exterior, mientras que en el frente interno no se ha podido consolidar un mercado estable que asegure el consumo y colocación de la producción nacional en términos sostenibles y competitivos, además de que la dinámica del contrabando, aparte de restar recursos al Estado a conspirar permanentemente contra los intentos tanto públicos como privados de poner en marcha el circuito producción-transformación-distribución-consumo en que productores primarios, industriales, comercializadores y consumidores tengan una intervención activa de la que obtengan beneficios.
Es así que en el panorama nacional las pocas industrias que persisten con los años son básicamente aquellas relacionadas con la extracción y transformación primaria de recursos naturales, tales como minerales semi-procesados, cemento, producción energética de hidrocarburos y otros sin llegar a un procesamiento avanzado que asegure un gran valor agregado y represente oportunidad de negocios y consumo en el mercado interno.
Por su parte, los países vecinos a Bolivia, unos más que otros, están logrando consolidar no sólo sus mercados internos sino también una estrategia de integración a escala global, resolviendo sus problemas de seguridad jurídica y competitividad, con lo cual las inversiones propias y extranjeras encuentran un clima adecuado para el riesgo, el emprendimiento, la sostenibilidad de los esfuerzos y finalmente la obtención de utilidades.
En los apartados posteriores se realizará una breve visión de la realidad industrial a nivel general, pasando luego a interpretar algunos aspectos de sectores significativos, para establecer un cuadro de situación y perspectivas que permitan visualizar las proyecciones hacia el futuro, sus posibilidades y limitaciones, dentro de lo cual también se podrán plantear algunos enfoques fundamentales que ayuden a la industria nacional a consolidarse mejor y, en lo posible, prosperar sobre la base tanto de un mercado interno estable y fortalecido más una estrategia de intercambio o balanza comercial que represente oportunidades no sólo para inversionistas sino también para los propios consumidores nacionales y el mismo Estado.
ENTENDIENDO LA ESENCIA DE LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL.
Se conoce como Industria al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para la obtención, transformación o transporte de uno o varios productos naturales. Por extensión, el conjunto de las actividades en un territorio o país (gestiopolis.com)
La economía ha otorgado a la industria un papel clave en el desarrollo de las naciones; de hecho, se emplea el término “país industrializado” como sinónimo de “desarrollado”. Tampoco puede considerarse casual que la ciencia económica naciera como tal en el mismo momento histórico y país que la revolución industrial: la Inglaterra del último cuarto del siglo XVIII.
Se suele considerar a la industria como el segundo de los tres sectores básicos en los que se divide la actividad económica de un país. El sector puede ser subdividido en muchos tipos. La primera clasificación la realizó el economista francés Jean Baptiste Say (1767-1832), que distinguía entre industrias extractivas, manufactureras y comerciales; las primeras transformaban recursos naturales en productos utilizables por el resto de la industria, las segundas convertían estos productos en bienes de consumo o inversión y las terceras los distribuían a los consumidores.
Durante mucho tiempo los economistas consideraron que sólo la industria y la agricultura, al implicar una transformación material, podían generar valor. Hasta el siglo XVIII predominaban dos formas: el taller artesanal, durante muchos siglos organizado en gremios, y la industria domiciliaria, microtalleres controlados por comerciantes que suministraban materiales a trabajadores agrícolas, que así obtenían un complemento de renta.
Tras la Revolución Industrial se generalizó la fábrica, lugar en el que se persigue aumentar la producción para ganar economías de escala aplicando grandes cantidades de capital, trabajo y tecnología. El sistema fabril permitió la generalización de la división del trabajo. Las sucesivas mejoras organizativas permitieron la especialización de funciones, la estandarización de procedimientos (taylorismo) y la producción en cadena (fordismo).
Desde la década de 1970 la industria entró en crisis. Los cambios en la demanda y las innovaciones tecnológicas han estado forzando transformaciones radicales en su organización. Esto está dando lugar a nuevos procedimientos de articulación de la actividad que dejan atrás los grandes trusts, consorcios y cadenas productivas industriales para dar paso a redes interconectadas de pequeñas y medianas empresas en distritos industriales, con una mayor capacidad de adaptación a cambios bruscos de la demanda. Las grandes corporaciones asumen estos cambios introduciendo tecnologías flexibles que permiten rentabilizar las series cortas con sistemas de producción conjunta, cediendo a las pequeñas empresas la producción de ciertos componentes o partes determinadas del proceso productivo.
Las consecuencias sociales de estos cambios se están observando ahora al ver cómo las altas tasas de desempleo son estructurales y las perspectivas no apuntan a su reducción, a pesar de las tasas de crecimiento de la economía. Además, es ahora cuando se comienza a valorar el serio deterioro ambiental que la industria ha generado, por contaminación de la atmósfera, de las aguas o del suelo.
En la actualidad, la industria se ha reorganizado en torno a principios de calidad integral, que son aplicados a todos los elementos que intervienen en la producción industrial. Estos criterios están asociados a la “gestión de la calidad”; es decir, la calidad no se
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