Poemas De Renata Durán
Enviado por Normanp • 13 de Enero de 2013 • 1.714 Palabras (7 Páginas) • 587 Visitas
Aquí en mi cuerpo...
Aquí pasa el silencio vagabundo...
Aquí sentado así...
Creo que por fin te he despedido...
Después del amor...
Echo raíces en ti...
Enredados los cuerpos...
Estoy enferma de ti...
Fui luz, fui roca...
Huella dejada...
Me levanto del agua de la noche...
Me ocupo inútilmente de mi vida...
Mitad pez, mitad viento...
No es verdad...
No podría obligarte...
No te gustó encontrarme...
No viniste de lejos
Óyeme así, como al descuido...
Por primera vez...
Qué extraña manera de quererte...
Regreso a mi cuerpo...
Te esperaré
Tela raída del amor...
Todavía tu sombra llega...
Tu cuerpo
Tú eras el desierto...
Vincent Van Gogh bendice tu locura...
Aquí en mi cuerpo...
Aquí en mi cuerpo
acabó de pasar el mediodía
y por mi piel respira un agua
atardecida.
Los labios están secos,
guardo en la lengua
los aromas.
Si acaso pusieras
tu mano
entre mis muslos,
sabrías que estás vivo.
Saborearías mi sal.
Haríamos un pozo
en el tiempo,
y dejaríamos que el sol
nos madurara.
Aquí pasa el silencio vagabundo...
Aquí pasa el silencio vagabundo.
Aquí cae la lluvia de la tarde,
y humedece los ojos de cristal.
Es la ciudad mi cárcel.
Y eres tú mi verdugo.
En tus brazos de fieltro
me someto al suplicio
de tus besos de hielo.
Repites los gestos conocidos
y penetras mi cuerpo somnoliento.
No tengo alma que vuele, cante
o gima.
Para el amor he muerto.
Aquí sentada así...
Aquí sentada así
compartiendo tu mesa.
Bebemos vino frío
y pelamos nuestras pieles
como frutas
aturdidas de sol.
Salgamos a la calle.
Digámosle a la gente
que tú y yo
habitamos el limpio
territorio del amor.
Cantemos esa suave
canción de la ternura
mientras enciendes
el motor de la rutina.
Creo que por fin te he despedido
Creo que por fin
te he despedido.
Porque logré
que dé lo mismo
que estés aquí
o allá.
De todos modos
estás lejos.
Después del amor...
Después del amor
vino el silencio
grité toda mi voz.
Morimos juntos
muchas noches.
Incendiamos
recuerdos - voces.
Arañamos las
caricias ajenas.
Nos desnudamos
de otros.
Quedamos
frente a frente
en silencio
para siempre.
Echo raíces en ti...
Echo raíces en ti,
vegetalmente hambrienta
de tu tierra húmeda
y negra.
Enredados los cuerpos...
Enredados los cuerpos
en el agua del amor
gimiendo sudorosos.
Latigazos de sangre
alucinados.
Me abres de par en par,
nos penetramos.
El deseo con sus brazos de sed
navega ahogando las fronteras,
rompiéndolas.
Más allá de nosotros el sol
amor, el sol
que es carne viva.
Estoy enferma de ti...
Estoy enferma de ti,
maltrecha adolorida.
Otros brazos me buscan
y no puedo abrazarlos.
Me besan y no puedo
responder con mis labios.
Ando desintegrada,
dispersa por el mundo.
Y solo hay un momento
en que me encuentro:
Cuando los dos
jugamos a ser uno.
Cuando te siento
indefenso
en mis brazos,
y pierdes la conciencia
de que nos separamos.
Fui luz, fui roca...
Fui luz, fui roca
ensangrentada
contra tus locas aguas.
Fui el aire
y las cosas cercanas.
De madera y de pan
para tus dedos insondables.
De aguda claridad
para tus ojos.
Fui todos los cuerpos
que besaste
a través de los siglos.
La piel de la memoria,
la estrella de tus sexos.
Fuimos los dos
la vida dividida
pero no separada.
Somos ahora
compañeros de viaje
y seguiremos siempre
en el polvo del tiempo.
Agua. Luna. Silencio.
Huella dejada...
Huella dejada
por el aire
en las arenas
de un planeta
que eché a rodar.
Trompo feliz.
Hoy se detuvo.
Me levanto del agua de la noche...
Me levanto del agua de la noche
deseosa de ti.
Despedazada.
Me ocupo inútilmente de mi vida...
Me ocupo inútilmente
de mi vida
mientras espero que
despiertes.
Estuviste a punto de
romper el cristal
que nos separa
y por fin encontrarnos.
Sólo viste tu imagen
reflejada.
No miraste al través.
Del otro lado estaba yo,
llamándote.
Llegaste a mí
sin darte cuenta.
Por una puerta entraste,
que no me conocía,
y te quedaste aquí,
sin saberlo.
Ahora te veo caminar
por la ciudad,
dueño de ti, sin anclas,
y me sonrío,
porque ese tú que anda
por ahí,
es el que está soñando.
Y aquí dentro de mí
te sueña el verdadero.
Mitad pez. Mitad viento...
"Hay hombres
mitad pez
mitad viento"...
Pablo Neruda
Mitad pez. Mitad viento
soy.
Agua vital,
que quiere ser bebida
sin agotarse nunca.
Agua que busca
...