Posoperatorio

Conclusiones

No existen estudios validados, randomizados que vinculen los efectos de la técnica anestésica sobre la RU en el postoperatorio.

Los datos analizados demuestran una incidencia significativamente menor de RU con AL comparado con la AG y AR.

Dado que en muchos de los estudios no se define con precisión la retención urinaria, y no es el objetivo primario de estudio, esta conclusión debe tomarse con muchos reparos.

Sin embargo, teniendo en cuenta que la RU se describe en la mayoría de los estudios junto con otras complicaciones médicas y quirúrgicas debería presentarse como un problema clínico.

Como resultado de los efectos deletéreos de la AR y AG sobre la función vesical se han hecho múltiples intentos para disminuir la incidencia de RU.Estos incluyen la prevención y predicción mediante la monitorización del volumen vesical por ultrasonidos, regimen restrictivo de líquidos, bloqueo a-adrenérgico, y anestesia espinal con anestésicos de corta duración. Sin embargo, estos estudios no fueron incluidos en este análisis y son demasiado pequeños para modificar las conclusiones de la revisión: que la anestesia general y la anestesia regional se asocian a mayor riesgo de desarrollar retención urinaria. Se puede sin embargo argumentar que muchos de los estudios con AG utilizaban técnicas antiguas que no pueden compararse con las actuales técnicas con agentes volátiles o intravenosos de corta duración. Por lo tanto, se requieren futuros estudios para comparar estas nuevas técnicas de anestesia general con la anestesia local así como sus efectos sobre la retención urinaria. De la misma forma, también el uso de anestésicos locales de corta duración para la anestesia regional puede reducir potencialmente el riesgo de RU, pero este beneficio potencial de estos fármacos no ha sido validado por estudios con series suficientemente amplias. Los autores no encuentran en esta revisión datos que permitan sacar conclusiones o dar sugerencias con respecto a este punto.

Basándose en los datos revisados, los autores se sorprenden que existan estudios epidemiológicos de hospitales de los servicios públicos tanto regionales como nacionales que demuestran que la anestesia general se utiliza en el 60-70% de los casos, seguido de la anestesia regional con el 10-20% y anestesia local con el 5-15% de los casos. Esta práctica contrasta profundamente con el uso casi generalizado de la lanestesia local en muchos de los centros privados y/o especializados en tratamiento quirúrgico de la hernia inguinal.

Los autores concluyen que a la vista de los datos presentados sobre la retención urinaria y por el hecho que la anestesia local es una técnica anestésica simple y barata para la herniorrafia inguinal, se debería re-examinar la práctica actual de este procedimiento.

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