Primeros Auxilios Para Mascotas
Enviado por nrodriguez432 • 17 de Febrero de 2014 • 6.128 Palabras (25 Páginas) • 221 Visitas
RCP (Resucitación CardioPulmonar)
y Primeros Auxilios para Perros y Gatos
INDICE:1) Introducción
2) Sujetar correctamente a un gato
3) Colocación correcta del bozal en perros
4) Sobre cómo evaluar a un animal herido
5) Técnica de reanimación cardio pulmonar
6) Ahogo
7) Bloqueos respiratorios
8) Intoxicación
9) Dislocación y huesos rotos
10) Estado de shock
11) Hemorragias
12) Convulsiones
13) Dilatación del vientre
14) Golpe de calor
15) Quemaduras
16) Parto
17) Anzuelos y espinas
18) Ojos y oídos
19) Picaduras
20) Elecrtocusión
21) Bicheras
22) Desnutrición y deshidratación
23) Otros
24) Consejos y botiquín
1) Introducción
Cuando no tenemos al veterinario cerca, nosotros podemos dar primeros auxilios a nuestras mascotas que, en muchas ocasiones, pueden salvarles la vida.
No debemos olvidar acudir cuanto antes al veterinario, éstos son sólo algunos consejos para no quedarnos cruzados de brazos mientras nuestro animal consigue la asistencia veterinaria.
Es de vital importancia que ante cualquier accidente que sufra nuestra mascota, nosotros debemos permanecer tranquilos, e intentar tranquilizar a nuestro animal, ellos perciben nuestro estado de animo, y podríamos ponerlos más nerviosos.
Ninguna de estas técnicas REEMPLAZA la atención veterinaria. Son simplemente consejos y maniobras para tener en cuenta, salir de un apuro y auxiliar al animal, evitando que la situación EMPEORE MIENTRAS LLEGA EL VETERINARIO O NOS DIRIGIMOS A SU CONSULTORIO. Muchas veces en necesario administrar medicación urgente, y no siempre podemos diagnosticar adecuadamente el cuadro, agravando todo el asunto.
Tener en cuenta que manipular a un animal herido, adolorido, asustado, etc implica un riesgo pana nosotros. Observar atentamente las reacciones del animalito, aprender cómo manipularlos y sujeratlos correctamente, y SIEMPRE colocar bozal o una cinta, cordón de zapatilla, cinturón, soga o lo que se tenga a mano para cerrarles el hocico.
2) Cómo sujetar un gato para evitar que nos muerda y nos rasguñe:
Como es muy difícil colocarle un bozal a un gato, y aprovechando su tamaño pequeño, podemos sujetarlo de una forma eficiente y que no le haga daño al animal.
La mejor manera de sujetar a un gato es principalmente agarrando con una sola mano fuertemente la mayor cantidad posible del cuero "suelto" detrás de la cabeza, en el cuello. De esta forma mantenemos nuestras manos detrás de su cabeza e inmovilizamos la misma para que no pueda girarla hacia los lados y no logre mordernos. ESTA TÉCNICA NO LE HACE NINGUN DAÑO AL GATO, EN GENERAL NO LES GUSTA NADA QUE LOS AGARREN ASÍ, PERO ES LO MEJOR PARA NUESTRAS MANOS Y ES INDOLORO PARA EL GATO.
También podemos agarrar con la otra mano, el cuero a todo lo largo de la columna, de manera que tendremos al gato agarrado de su cuello y su lomo bajo (antes de que empieze la cola).
Otro método para trasladar al gato si que quede colgando del cuero, es sostener con una mano el cuero detrás de la cabeza, y con la otra sujetar las patas de atrás dejando que el gato "se siente" sobre nuestro brazo.
Si es necesario acostar al gato que patalea y trata de rasguñarnos, conviene que una 2º persona le sostenga las patas, un par con cada mano.
Parece loco, pero muchas veces se necesitan 3 o más personas para poder atender a un gato furioso.
3) Técnica correcta para colocar un bozal o cinta alrededor del hocico de un perro:
Poner un bozal previene que el perro muerda y también desviará su atención del procedimiento que se está realizando.
PASOS:
De ser posible sentar al perro en el suelo: en esta posición es menos probable que el perro se quite, retroceda o muerda, si el perro es pequeño se puede posicionar sentado sobre la mesa, teniendo cuidado de que no muerda en el trayecto.
El ayudante o dueño del perro lo debe tomar desde atrás por el cuello, por detrás de las orejas, dejando el hocico hacia adelante, si el perro mueve mucho la cabeza, se puede tomar suavemente de las orejas. Si el perro mueve la cabeza hacia los lados, el bozal no se puede atar rápidamente, corriendo riesgo de que muerda. Se debe tener mucho cuidado con las razas braquicéfalas (de hocico chato como el shitzu o pequinés) por el riesgo de presentar prolapso de los globos oculares y episodios de estrés agravados por el síndrome braquiocefálico.
A modo de bozal, si no se tiene uno apropiado o que funcione bien, se pueden usar cordones de zapatos o tiras de tela que permitan mantener cerrado el hocico. No se recomienda el uso de tiras de plástico, como bajadas de suero, ya que éstas al ser plásticas, se estiran y el animal puede sacarselas. Tampoco se recomiendan cordones muy finos ya que pueden producir daño. La cuerda se debe sostener y hacer una curva con ella en el aire y atar con una sola vuelta los extremos, sin apretarla para poder ponerla en el hocico del perro.
Acercarse al perro de forma tranquila, agachándose para estar a su nivel si es que está sentado en el suelo. Agacharse previene agresiones por miedo, pararse delante del perro puede hacer que este salte y tire a morder.
Poner la cuerda con la vuelta alrededor del hocico del perro sobre la nariz, con el nudo hacia arriba, tomando la cuerda desde los extremos apretarla y atarla firmemente. Si hay demoras en atar el bozal, el perro puede librarse rápidamente de él, haciendo la tarea más difícil, ya que pondrá más resistencia.
Luego de hacer un nudo sobre la nariz, pasar la cuerda por debajo y hacer otro nudo simple bajo la mandíbula. Luego llevar la cuerda hacia atrás y atarla con un moño detrás de las orejas. Es importante que sea un moño y no un nudo, porque de esta manera es fácil de sacar ante cualquier emergencia. Atar el bozal detrás de las orejas le impide al perro sacárselo con sus patas.
Esta es una forma segura y rápida de hacer un bozal, incluso a veces más efectivo que los que disponemos, ya que muchas veces estos no se adaptan bien al hocico del animal y permite que abran la boca o se lo saquen con sus patas delanteras.
IMPORTANTE RECORDAR: Nunca dejar un perro con bozal sin supervisión, ya que existe riesgo de asfixia si vomita, si necesita jadear o por exceso de salivación.
4) Sobre cómo evaluar un perro o un gato herido
Para evaluar el estado general de un perro o un gato deben conocerse
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