Principio De Libertad De Enajenacion

EL PRINCIPIO DE LIBERTAD DE ENAJENACIÓN

Con el siguiente ensayo lo que pretendo es describir, analizar y dar conocer mi posición acerca de un tema muy controversial en el ámbito del Derecho Real, se trata del principio de Libertad de Enajenación.

En un inicio daré una breve definición de este principio, que es uno de los pilares fundamentales del Derecho Real, teniendo en cuenta el artículo 882° del Código Civil vigente; luego mencionaré la estrecha relación del mismo con el principio de Legalidad y Uso de la propiedad en armonía con el interés Social; así mismo tratare sobre las limitaciones impuestas a este principio por la Constitución Política del Perú y la justificación de las mismas; se analizará también el artículo 882° como mecanismo de protección de la libre circulación de bienes y riqueza para finalizar con algunas conclusiones acerca del tema tratado.

Uno de los principios del Derecho Real es el de la libertad de enajenación, el mismo que implica la facultad que tiene el propietario para disponer y gravar sus bienes; así como para transferir los valores incorporados a estos conforme a su autonomía privada; este principio encuentra correspondencia con el articulo 882° del código civil vigente que regula la libertad de disposición de los bienes estableciendo lo siguiente: “No se puede establecer contractualmente la prohibición de enajenar o gravar, salvo que la ley lo permita”.

En efecto lo que la norma citada pretende es impedir que la libertad de disposición de la propiedad sea limitada discrecionalmente por las partes contractuales y esto porque la libertad de enajenación no puede quedar sometida a la voluntad contractual, en la medida en que ello generaría en ciertos casos arbitrariedades que afectarían no sólo a una de las partes contratantes sino también a terceros que se encuentren vinculados a ella; nadie puede establecer restricciones voluntariamente a las facultades que son inherentes a la propiedad. Además de ello, como es sabido los derechos reales están establecidos típicamente; es decir, su único origen es la ley, no estando sujetos a la voluntad de las partes. Es asi como se hace evidente la vinculación estrecha existente entre este principio y el de Legalidad.

Resulta importante señalar que este principio no es absoluto, pues encuentra algunas limitaciones que aparentemente lo afectarían como es el caso del articulo 70° de la Constitución Política del Perú, el mismo, que regula la expropiación en caso de seguridad nacional o necesidad pública declarada por ley; sin embargo esta limitación se encuentra justificada, en tanto que lo que prima en todo Estado de Derecho es el interés social frente al interés particular, respondiendo así a intereses superiores y buscando la realización del bien común. Por lo tanto en este caso no se podría hablar de una afectación en sentido estricto, pues si bien se esta limitando la propiedad, esta se vería resarcida con el pago de un valor real.

Concordando con lo dicho en el párrafo anterior encontramos al articulo 923° del código civil, el mismo que establece que:” La propiedad es el poder jurídico que permite usar, disfrutar, disponer y reivindicar un bien. Debe ejercerse en armonía con el interés social y dentro de los límites de la ley”. Haciéndose evidente de esta forma que la libertad de enajenación encuentra su límite fundamental en el interés y bienestar colectivo, de esta manera no solo existe una vinculación de este principio con el de Legalidad sino también con el principio de Uso de la propiedad en armonía con el interés social.

Otras de las limitaciones impuestas a este principio se encuentran en el artículo 71° de nuestra Carta Magna el cual señala: “En cuanto a la propiedad, los extranjeros, sean personas naturales o jurídicas, están en la misma condición que los peruanos, sin que, en caso alguno, puedan invocar excepción ni protección diplomática.

Sin embargo, dentro de los cincuenta kilómetros

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