Problemáticas Sociales Contemporáneas Educativas

ENSAYO

Educar en libertad, permite educar para la libertad. “El maestro, si rompe con falsos esquemas y hace de la enseñanza una práctica fermental basada en la razón y en el amor, formará verdaderos seres humanos”. A. S. Neil. Si bien, este autor azuza a la reflexión sobre los aprendizajes brindados en la escuela a través del profesor, genera el cuestionamiento, si realmente es imperativamente trascendental lo que se le ofrece al alumno. Desde tiempos pasados se ha cuestionado la dinámica de “enseñar”, arguyendo que tanto en las escuelas primarias como las secundarias no lograban ser educativas porque se preocupaban tan sólo por el intelecto y la memoria, replicando que la educación debía ser creativa todo el tiempo. Sin embargo, a pesar del largo trascurrir de los años, la problemática sigue atinando al mismo error, la falta de creatividad, porque todo maestro sabe que su trabajo carece de ella, v. gr. -Mientras el aprender poesías sea preferible a escribir a escribir versos, mientras sea más importante leer a Shakespeare que escribir una obra teatral, etc., aquejantes de antaño que en análisis más profundo se propusieron resolver, y en la actualidad se torna a modo de debate, el verdadero cambio a estas quejantes, ahora se pretende que el alumno escriba un guión teatral, pero está muy lejos de conocer una obra de Shakespeare, se le pide que escriba poesía, cuando al leerles dos poemas, creemos que les basta para saber de poesía.

Un problema nos lleva a otro, sin importar que sean de índole académico o social, por ello, debates retrogradas guiaron a esta sociedad a romper con esquemas que fungían como parámetros sociales, el divorcio por ejemplo, mal visto hace algunos años, combatido en las aulas resaltando el valor de la familia, en casa, en sociedad, pero una vez rotos estos paradigmas se aceleró la libertad de pensamiento, y una libertad sin una línea que seguir, no es libertad, sino libertinaje, que es con lo que actualmente nos encontramos en las aulas. Familias disfuncionales, padres permisibles, docentes sin creatividad, alumnos resignados a una educación sin emoción, son los verdaderos problemas que demandan un análisis profundo, por parte de todos los actores que participan en la educación.

Dicho análisis ha de tener un referente, ser sabedor de aquellos procesos fallidos, rescatar ideas precursoras de cambios, generar soluciones objetivas. Dichas ideas son parte de un pensamiento complejo el cual es el artilugio que maquina todas las respuestas posibles al análisis de la problemática educativa.

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