Proyecto De Vida

UNA VIDA DE SUEÑOS

Como fuera de distinta la vida si los seres humanos no estuviésemos hechos de sueños, como fuera de diferente si no tuviéramos que pensar en unas metas por alcanzar, en obstáculos por superar y en cosas por mejorar cada día. Como se volvería de monótono e insignificante el hecho de vivir sino permaneciera en cada uno una llama ardiente que nos avive el deseo de tocar el cielo con las manos y superarnos a nosotros mismo haciendo posible lo imposible. La vida no sería más que años, tiempo perdido y una oscuridad infinita; porque en el soñar y luchar por lo que se quiere, se encuentra el verdadero sentido de vivir. Lamentablemente, hay mucha gente que cree que pensar es lo mismo que soñar y para su infortunio, entre estas dos acciones hay una brecha gigantesca. Soñar y anhelar no es solo cuestión de plantearse metas, sino de actuar, he ahí la clave.

En este mundo tenemos dos clases de seres humanos, los que sueñan y los que no y la mejor manera de describir a un soñador es como un ser valiente, diferente a los demás. Es aquel que se atreve a ir más allá de todas las limitaciones que le ponga su entorno, las mismas personas, su condición, los miedos y el escalofriante temor al fracaso. Si tan solo supiéramos que en el fallar está el aprender y que nuestra mayor limitación es la que nos ponemos nosotros mismo. Por eso la palabra más parecida a soñador es: VALIENTE, solo un valiente se atreve a ir en contra de las limitaciones.

La vida no es fácil y mientras más queramos subir, la presión se ira haciendo mucho más fuerte, y no porque la vida quiera vernos derrotados, sino porque ella necesita pulirnos, moldearnos y probarnos, el trofeo en cualquier deporte siempre se lo gana el mejor. En el ciclismo cada etapa es más dura que la anterior y la montaña solo espera por los mejores, por los que puedan escalarla, y en el camino va dejando a aquellos que no están preparados y que deben esforzarse más para ser merecedores de la cima. Debemos estar en la capacidad de reconocer y de aceptar con la cabeza en alto que en el trascurso hacia nuestros sueños van a haber muchas veces en las que nos va a tocar detenernos y no para devolvernos, sino para reflexionar sobre lo que estamos haciendo y si lo estamos haciendo bien o mal, Para acomodarnos el uniforme de batalla, el casco de protección, reajustar la valentía y el coraje, las ganas, mirar a lo alto donde está la bandera de llegada y seguir.

Nunca podemos dejar que las derrotas nos fijen al suelo, aunque muchas veces nos canse caernos y volver a levantarnos, hay que persistir y nunca desistir. Al final habrá válido la pena cada esfuerzo y cada lucha por lograr lo que queremos. Pero además de perseguir nuestros sueños, debemos ser luz en medio de la sociedad para guiar a los que nos rodean, ser ejemplo de fortaleza y perseverancia, enseñar a otros lo que la vida nos ha permitido aprender e igualmente dejar que otros iluminen la nuestra y nos enseñen cosas nuevas, buenas y constructivas.

Durante el camino de toda esta travesia que es la vida, nunca podemos olvidarnos de ser felices. Esta comprobado que las personas que lo son, prolongan el periodo de su vida. sin embargo, esta en cada uno elegir que felicidad va a sentir. Muchas de las personas tienen una idea errada de la felicidad, y esa es a la que yo llamo la felicidad limitada, la que depende de las circunstancias, de lo que poseamos o no, y en cambio, hay otras personas muy afortunadas que viven una felicidad infinita y no porque lo tengan todo, ni porque no pasen por momentos de lucha, sino porque viven de los pequeños sucesos, son felices

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