Prueba Lenguaje
Enviado por Eve.2015 • 3 de Junio de 2015 • 1.932 Palabras (8 Páginas) • 1.186 Visitas
REPÚBLICA ARGENTINA PRUEBA LENGUAJE Y COMUNICACIÓN Fecha 28 /04/2015
Tiempo 90 min.
Curso Tercero Básico Pje. Teórico 20 puntos
Docente Evelyn Gutiérrez J. Pje. Logrado
Alumno Nota
Objetivo: - Leer Comprensivamente textos literarios y no literarios
- Extraer información explícita (literal) de un texto
- Extraer información implícita (inferencial) de un texto.
- Reconocer funciones gramaticales (sustantivo, adjetivo)
- Identificar tipos de textos.
Contenidos: - Tipos de texto;
Textos literarios (cuentos, leyendas)
No literarios (historietas)
- Sustantivos
- Adjetivos
- Vocabulario
Habilidades N° de preguntas
Conocimiento 1-4-5-7-11-13-14-18-19
Comprensión 2-3-6-8-9-16-17
Aplicación 10-12-15- 20
I. Lee el siguiente texto y responde las preguntas de la 1 a la 4
Papelucho
(Marcela Paz, fragmento)
Yo tenía en mi laboratorio un frasco con un invento. Era hecho de muchas cosas, entre otras, tenía dos cajas de cabezas de fósforos, detergente, miel de abeja, un poco de aceite, crema para la cara y pólvora. La idea mía era ver lo que resultaba y por eso hice con él un sándwich para algún ratón goloso. Lo dejé sobre mi velador y la Domitila me dijo que se lo había comido. Naturalmente que a ella no podía decirle yo que estaba envenenada. Pero le pregunté qué haría si supiera que se iba a morir. –Me daría una vuelta de carnero –dijo– porque la muerte es la felicidad del pobre. –¿Y qué otra cosa más harías? –Me daría una fiesta y gastaría mil pesos en comer... –Toma –le dije–. Te doy lo de mi alcancía (treinta y dos pesos). Cómete algo bueno, pero sería mejor que te confesaras. Me miró con cara de lagartija y me preguntó: –¿Por qué cree que me voy a morir? –Porque la muerte viene cuando menos se piensa –le contesté y me encerré en mi cuarto. Pensé que tal vez sería bueno que ella tomara un purgante, pero después pensé que sería peor. Pensé que debería decirle lo que le pasaba y pensé que se moriría del corazón. Porque no hay seguridad de que se muera del veneno. Si se muere, yo deberé entregarme a la policía. Le escribiré una carta a mis padres y después me entregaré y cuando cumpla mi condena ya no seré culpable. En la cárcel puedo estudiar para ser inventor, cuando invente lo que habré de inventar, me absuelvan y todo. Este pensamiento me pone más tranquilo. Pero lo terrible es estar esperando que suceda la muerte, me dan ganas que se mueran pronto para arreglar mis cosas de una vez.
1. Indica cuál es el problema que tenía Papelucho
a) Su mascota se iba a morir.
b) La Domitila se había tomado una leche envenenada y se estaba muriendo.
c) La Domitila se había comido un sándwich envenenado, que era un invento de Papelucho y éste pensó que se iba a morir.
d) Papelucho iba a pasar es resto de su vida en la cárcel.
2. Infiere cómo se sentía Papelucho.
a) Triste y angustiado.
b) Alegre y feliz
c) Enojado y alegre
d) Triste y enojado
3. Deduce por qué crees que Papelucho se sentía así
I. Porque no podía dormir.
II. Porque le hacía muchas preguntas a la Domitila y pensaba que ella se iba a morir.
III. Porque tendría que entregarse a la policía.
a) Sólo I y II
b) Sólo II y III
c) I, II, y III
d) Sólo I y III
4. Indica qué pensamientos ayudaron a Papelucho a tranquilizarse.
a) El haberle dado el dinero de su alcancía para que la Domitila se comprara algo para comer.
b) Sus planes de estudiar para ser inventor en la cárcel.
c) Que sus padres nunca sabrían que la Domitila se había muerto por su culpa.
d) Sus planes de fugarse e irse a vivir a otro país.
Lee el siguiente fragmento
5. Identifica cuáles son los sustantivos comunes y adjetivos que allí aparecen.
a) Idea, sándwich, goloso
b) Sándwich, goloso, ratón
c) Resultaba, goloso, ratón
d) La, goloso, resultaba.
II. Lee comprensivamente el siguiente texto y responde las preguntas de la 6 a la 14
Los Músicos de Bremen
(Hermanos Grimm)
Érase una vez un burro que soñaba con ser un gran cantante. Un día se enteró de que el alcalde de Bremen quería formar una orquesta y como no estaba a gusto con su amo en la casa donde vivía, decidió marcharse a Bremen para ver si se hacía famoso con su buena voz, ya que era un gran especialista en rebuznos y otros ruidos. Y se fue tranquilamente por el camino rebuznando a pleno pulmón. De pronto vio a un perro que estaba muy triste, porque no tenía casa. Entonces el burro le dijo: –¿Quieres venir conmigo? Voy a Bremen a formar una orquesta. –¿A Bremen? –preguntó el perro. No alcanzó a contestar el burro, cuando un gato que estaba arriba de un árbol repitió. –¿A Bremen? Yo también quiero ir. Mi ama ya no me quiere. Dice que ahora no sirvo ni para cazar ratones. Y así los animales comenzaron su viaje cantando. Después de varias horas encontraron a un gallo lamentándose. –¿Qué te pasa, gallito? –preguntó el burro. El gallo contestó: –Mis amos mañana tienen invitados y quieren hacer un guisado conmigo. –No te preocupes, ven con nosotros –dijo el burro y luego le explicó su plan. Así fue como el burro, el perro, el gato y el gallo dirigieron sus pasos hacia la ciudad de Bremen, cantando a todo pulmón.
Después de mucho caminar llegaron a un bosque. Estaban muy cansados y muertos de hambre. Era de noche y la oscuridad era total. De pronto, a lo lejos, divisaron una pequeña luz que provenía de una casa.
Entonces, decidieron que se subirían uno encima del otro para observar mejor el interior de la casa: abajo el asno, luego el perro, en seguida el gato y, finalmente, el gallo. Lo que vieron los dejó asombrados. ¡Era una hermosa casa! Se pusieron muy contentos y comenzaron a cantar:
–¡Quiquiriquí, quiquiriquí! ¡Miau, marramiau! ¡Ahihañam, ahihañum! ¡Guau, guauuuu!
Era tal el griterío de los animales que los vidrios de la casa se rompieron en mil pedazos. Adentro, unos ladrones fugitivos se asustaron tanto que salieron despavoridos pensando que la casa estaba embrujada.
Cuando los cuatro amigos lograron entrar a la casa no podían creer lo que veían sus ojos:
...