¿QUÉ PAPEL QUE JUEGA EL ESTADO Y LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA?

Si hablamos del estado y la escuela se puede referir más hacia una dicotomía, pues no son iguales, pero tienen algo en común (la sociedad), aunque el estado se centra más en el apoyo económico de las grandes empresas, sustentar la guerra y de más, dejan por último a la educación (la escuela); pues la sociedad (profesores, alumnos y padres) no puede intervenir en el qué y cómo se enseña, pues eso es manejado por el estado.

Esto nos vuelve seres individuales, calculadores y fríos; como lo cita una de las obras de Pierre Bourdieu “Razones prácticas sobre la teoría de la acción” (1997): “La escuela es la escuela del Estado, donde se convierte a los jóvenes en criaturas del Estado, es decir única y exclusivamente en secuaces del Estado. Cuando ingresé en la escuela, ingresé en el Estado, y como el Estado destruye a los seres, ingresé en el centro de destrucción de los seres. [...] El Estado me ha obligado a ingresar en él por la fuerza, como a todos los demás por otra parte, y me ha vuelto dócil ante él, el Estado, y me ha convertido en un hombre estatizado, en un hombre reglamentado y registrado y domado y diplomado, y pervertido y deprimido, como a todos los demás. Cuando contemplamos a los hombres, sólo vemos a hombres estatizados, a servidores del Estado, que, durante todas sus vidas, sirven al Estado y, por ende, durante todas sus vidas sirven a la contranatura”

Aunque somos servidores del estado, no somos tan estatizados como lo cita Bourdieu, pues nosotros como escuela y sociedad tratamos de tener una visión totalmente diferente, y pues aunque suene un poco utópico, tanto el estado, la escuela y la sociedad, se puede transformar; y es por medio de las ciencias sociales. Pues, es una ciencia que incomoda como lo dice P. Bourdieu, porque es la única ciencia que aunque es joven dice la verdad, y la verdad incómoda e incómoda más para el estado, Pues esta no se refiere a objetos, plantas, formulas; sino que trata es con la sociedad, personas y el estado quiere es a personas ignorantes, como lo cita Simón Bolivar en unas de sus frases Célebes: "Más que por la fuerza, nos dominan por el engaño"  Simón Bolivar.

Es por eso que la enseñanza de las ciencias sociales es limitadas, ya que solamente se ve historia y geografía, pero esto va más allá de la latitud y altitud de algún lugar específico, de calcar y colorear los mapas perfectos, o de saber de memoria la historia de nuestra bella querida pero corrupta patria. Esto va mucho más allá, pues queremos una sociedad crítica, pensante y consecuente con la realidad.

Y es un gran reto ya que el estado pone un currículo disciplinar que te dice a ti como docente o futuro docente qué hacer, qué enseñar y qué no. Entonces es ahí donde entramos en choque pues el estado te dice a ti que enseñar pero la sociedad pide a gritos otros intereses, tales como: pensamiento crítico, analítico y una posición más colectiva, la expulsión de la ignorancia, el reconocer de que no estamos solos, que hay más personas alrededor que necesitan de nuestra ayuda.

Por otra parte un inconveniente que se vive diariamente en la escuela es que una empresa, que te enseña a parte de lo disciplinar a trabajar, donde te inculcan esa sed de capital, de consumo como lo cita Federico Martín Maglio (1999) con estos cuatro ítems que son vitalmente importantes para el estado en estos tiempos:

Dominio económico, social, cultural y político de un minúsculo grupo de personas que abusan de su poder.

Encierro en sí mismo de los grupos de pertenencia más cercanos.

Destrucción de la forma de vida democrática.

La escuela como instructora de valores, actitudes y aptitudes totalitarias al servicio del poder.

Este ejemplo nos muestra que nos hemos vuelto egoístas, y que no sabemos realmente nuestro papel como ciudadanos, pues creemos que el voto no es importante, y es por eso que hasta lo regalamos, o nos dejamos comprar por una cervecita, por un platico de lechona o por un indignante mercado de 20.000 pesos. Pues, ellos, los “honorables” dirigentes de nuestro país se aprovechan de la ignorancia del pueblo para comprarlo.

Pero esto va más allá pues a nosotros los colombianos nos han introducido, nos introducen y nos seguirán introduciendo leyes, reformas, tratados, guerras y mentiras; que a nosotros los colombianos en cierto modo nos compete, pero nunca es escuchada la opinión del pueblo, por miedo, el miedo bloquea ideales, pensamientos y sentimientos, miedo a que nos señalen, nos sigan y finalmente nos maten, como ha pasado con muchos de los luchadores de nuestro hermoso país Colombia. Esta reflexión que pongo es para que no nos dejemos tapar la boca, nosotros como pueblo tenemos el poder y no hay mejor forma de sábelo que implementarlo por medio de las ciencias sociales, pues esta es la única forma que salimos de la ignorancia; puede que uno en la escuela se aprenda de memoria los compuestos químicos, o las fastidiosas formulas físicas, pero a nosotros como seres sociales ¿para qué nos sirve?, ¿para qué nos sirve saber el punto de ebullición del agua es 100°C cuando nuestro pueblo está en explosión de guerras, de hambre y de corrupción?.

Nosotros tenemos el poder, dejemos de pensar que el poder viene desde arriba, o volteemos esa pirámide que en

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