Que No Te Sorprenda La Catrina

Que no te sorprenda la Catrina

Se dice que los mexicanos nos burlamos de la muerte, que la afrontamos y la ridiculizamos, pero ¿qué tan preparados estamos para afrontarla?

El festejo del “día de muertos” es una de las tradiciones más representativas de la cultura mexicana. Jugar con ella utilizando la burla y la sátira forma parte de nuestras costumbres. Sin embargo es solamente durante estas fechas cuando los mexicanos nos reímos de la muerte, porque en cualquier otro momento hablar de ella es un tabú. Por ejemplo, para no mencionar que alguien murió es común que se utilicen dichos populares como: “ya se petateó”, “colgó los tenis”, “ya se peló”, “estiró la pata” o algunos eufemismos que buscan evadirnos de una realidad cruda y desagradable como “paso a mejor vida o “perdió la vida”.

Alguna vez te has puesto a pensar que será de tu familia en el caso de que llegaras a faltar. ¿Podrán seguir con su mismo ritmo de vida, sin contar con tus ingresos? La muerte de un familiar puede ser un suceso muy duro emocionalmente, sin embargo si el que fallece es el que provee el sustento económico, al aspecto emocional se sumará el tener que enfrentar serios problemas financieros. Si este es tu caso, tienes entonces una doble responsabilidad: velar por los tuyos en el día a día y asegurar su bienestar en el futuro.

Hablar de seguros de vida para muchos es un tema difícil, porque nos hace pensar en la propia muerte. Sin embargo, es algo que va a pasar tarde o temprano y es mejor estar preparados. Proteger a los tuyos es el principal motivo para contratarlo y sus coberturas proporcionarán a tu familia el dinero necesario para afrontar necesidades inmediatas como necesidades a largo plazo.

A pesar de que el objetivo principal de estos seguros es proteger a tu familia cuando fallezcas, también te protegen en caso de que llegaras a sufrir invalidez total y permanente, con lo que podrás seguir con tu estilo de vida.

Algo en lo que debes poner especial atención al momento de contratar una póliza, es al designar a tus beneficiarios, pues ellos serán los que recibirán la indemnización al momento en que fallezcas. Debes hacerlo de forma clara y precisa, estableciendo el porcentaje de la suma asegurada que le correspondería a cada uno. Si no existieran beneficiarios, el importe del seguro se pagaría a tu sucesión, los cuales son designados por un juez de acuerdo a la Ley.

Es conveniente antes de contratar un seguro, buscar el asesoramiento de un experto en el tema y estudiar la diversidad de ofertas existentes en el mercado para hallar la cobertura ideal para ti y tu familia.

Se vale jugar con la muerte y celebrarla, seguir nuestras tradiciones, siempre y cuando no dejes desprotegidos a los tuyos. Piensa que un seguro de vida no es una carga, sino un beneficio que te permitirá disfrutar de la vida con tranquilidad, sabiendo que los tuyos

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