¿Qué Implica Entender Al Cuerpo, La Sexualidad Y Las Emociones Como Construcciones Culturales?

¿Qué implica entender al cuerpo, la sexualidad y las emociones como construcciones culturales?

Para dar comienzo a este trabajo considero primordial esclarecer la idea que encierra cada término para dar lugar a la reflexión.

Apoyándonos en Le Breton consideramos el cuerpo como” una construcción simbólica, no una realidad en sí mismo” (Le Breton, 2002: 254), su significado se construye en los distintos contextos socio-culturales, es por ello que a lo largo de la historia encontramos distintas concepciones sobre el mismo y son reflejo de peculiares modos de vida, donde unas lo asumen como parte de un todo( no existe separación entre cuerpo-persona) y otras como es el caso de la modernidad, lo asumen como símbolo de individualidad. Siguiendo la línea de Le Breton consideramos que el individuo “(…) deja de ser el miembro inseparable de la comunidad, del gran cuerpo social, y se vuelve un cuerpo para el solo” (Le Breton, 1995: 45)

El cuerpo es el vehículo para la manifestación de nuestras actividades corporales como ser, gestos, emociones que desplegamos en nuestra cotidianidad. Mediante conocimientos adquiridos y el análisis de distintos estudios, podemos dilucidar que estas mismas expresiones corporales no se representan de la misma forma en las distintas comunidades y pueden no adquirir los mismos significados. Uno ejemplo claro puede ser el termino de belleza, el termino en algunas cultura es sinónimo de un estereotipo estético estilizado, mientras que en otras lo es de robustez y salud. Un ejemplo claro de esta última concepción la encontramos en palabras de Barrán, durante el proceso de modernización transitado en nuestro país a inicios del siglo XX, una de las cuestiones que fue modificada fue la concepción estética del cuerpo, donde el exceso de gordura reflejaba el ideal a seguir (Barrán; 2009: 51). En la actualidad esta situación se ha revertido vivimos en una sociedad que promueve la delgadez como estereotipo corporal ideal.

Ahora bien, por otro lado podemos referir a la sexualidad como una categoría moldeada por las culturas, donde sus representaciones, conductas y prácticas surgen de construcciones sociales y culturales, que han diferido en el transcurrir de las décadas. Por ello solo puede ser analizada satisfactoriamente teniendo presente su contexto social. En las sociedades tradicionales se le atribuía a este término, la división identitaria hombre-mujer y una funcionalidad reproductiva humana. Donde fue regulada y controlada por distintas instituciones sociales bajo normas morales y pautas impuestas cargadas de prohibiciones y tabúes.

Con el transcurrir de las décadas esta concepción fue sufriendo transformaciones a las cuales Giddens llamo sexualidad plástica, considerandola como“(...) una sexualidad descentrada, liberada de las necesidades de la reproducción“. (Giddens, 2006:12). Hoy vivimos una sexualidad vinculada a lo que pensamos y sentimos. La vivimos en el despliegue de un abanico de practicas, comportamientps, opciones u orientaciones

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