RENDIMIENTO ACADEMICO EN TIEMPOS DE PANDEMIA

RENDIMIENTO ACADÉMICO EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Nombre: xd
Grado: 8-1

El origen del déficit académico en los estudiantes

Desde hace un poco más de un año y medio el COVID llegó a nuestras vidas. Esta pandemia ha contraído unas determinadas medidas de protección que nos han llevado a tomar la mayoría de nuestras actividades que antes realizábamos presencialmente desde casa. Por esto, ciertas maneras de hacer las cosas han tomado fuerza recientemente, como el teletrabajo o la educación virtual. Pero, este cambio de modalidad también ha tenido incidencia en nuestras funciones cognitivas, que, por ende, afecta nuestra productividad y rendimiento de manera negativa, obteniendo (en general) peores resultados.

Pero, si pensamos a profundidad, en cierta parte no es el alumnado la raíz del problema, sino las circunstancias y el contexto al que este fue sometido. La presión social y el estrés acumulado por la pandemia pueden ser factores que influyan en el descenso del rendimiento escolar, porque son distracciones que evitan que nos podamos concentrar, no solo en aprender, sino también en cualquier otro tipo de actividad. Las capacidades cognitivas del cerebro no se explotan al máximo con factores de riesgo involucrados, esto lleva a una mala recepción de la información que repercute en un mal desarrollo de actividades.

Aunque este no es el único aspecto a considerar. La educación virtual es, de cierta manera, bastante diferente a la educación presencial. Para empezar, el docente no tiene un control sobre si el estudiante está realmente poniendo atención a lo que se está diciendo en clase; y con la gran cantidad de distracciones que tiene el Internet, podemos completar la mezcla perfecta para un bajo desempeño escolar. No obstante, los alumnos también se ven perjudicados por el mismo sistema. Fallas técnicas, dificultad para poder enseñar o incluso incompetencia del profesor en cuestiones tecnológicas forman parte del ecosistema diario de la educación virtual en Latinoamérica e incluso en otras partes del mundo.

Las fallas técnicas son una situación cotidiana para los usuarios frecuentes de dispositivos electrónicos, pero en el contexto de la educación virtual este problema se torna aún más grave porque pone en riesgo el buen desarrollo y recepción del tema que se está impartiendo. Algunos profesores pueden presentar fallas en su dispositivo, y por esto, pueden verse, por ejemplo, los típicos errores, que no permiten la presentación de material esencial para la clase e incluso los que ni siquiera permiten conectarse a los encuentros.

Dentro de la educación, hay ciertos conocimientos que no pueden ser bien captados de forma virtual, esencialmente porque son conceptos muy prácticos que requieren de la presencia en espacio y tiempo para poder “procesarlos” y aplicarlos. Dentro de esta misma incapacidad para poder enseñar, podemos encontrar que a veces los profesores no están bien capacitados o son incompetentes a la hora de usar dispositivos modernos, esto lo que hace es afectar de manera directa y grave a los estudiantes que no pueden porque no hay el recurso humano que les oriente en el aprendizaje de manera clara.




Abordando este mismo aspecto, la falta de la conectividad en los estudiantes también es uno de los mayores exponentes en las deficiencias que presenta la educación virtual. Específicamente en las regiones en vías de desarrollo (como Latinoamérica) se cuenta con muy poca conectividad en zonas rurales, de hecho, un estudio llevado a cabo por el Gobierno de Colombia demuestra que la tasa de conectividad en sectores rurales es tan solo de un 5% en todo el territorio, lo que indica que muchos estudiantes no están pudiendo asistir a clases y este es otro motivo del montón de el porque de los malos resultados académicos. Los estudiantes una vez que eventualmente lleguen a presencialidad no estarán lo suficientemente preparados como para poder retomar la rutina estudiantil habitual.

Y a todo esto le podemos sumar que la mayoría de países de la región no estaban capacitados para poder resolver estos problemas. El gobierno simplemente es incompetente ante esta situación y no reacciona ni oportuna ni eficazmente y entorpece aún más las posibilidades de conectividad.

Si tan solo repensásemos la virtualidad con un enfoque un poco más práctico y aplicado a la situación que viven muchos países latinoamericanos, la virtualidad podría convertirse, más que en una solución única para la pandemia, en un medio alternativo permanente que realmente sí pueda ser en igual o mayor medida viable para aprender que la presencialidad.

Conclusión

A raíz de todo lo explicado anteriormente, se entiende que fundamentalmente los alumnos no son el problema (aunque en cierta parte sí lo son) sino los factores a los que estos son expuestos. Las condiciones psicológicas y técnicas juegan un papel fundamental en el déficit de rendimiento presentado durante este tiempo de pandemia, y los gobiernos regionales no aportan para solucionar la problemática. Y aunque solucionar los problemas que tiene la virtualidad pueda ser una vía temporal para mejorar el desarrollo académico, no solo se debe esperar que se arreglen los problemas, sino que debemos contribuir para arreglarlos y hasta para mejorar este modelo educativo.

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