RETOS DE LA EDUCACION CONTINUA O PARA ADULTOS.
ebatazcEnsayo2 de Junio de 2016
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RETOS DE LA EDUCACIÓN CONTINUA O PARA ADULTOS EN MÉXICO
Introducción.
En la última década la planeación sectorial en materia educativa en México se ha vuelto tema de suma importancia, en este sentido se ha fijado una visión de la educación superior hacia el año 2020 en donde la participación de los poderes de la Unión, los tres órdenes de gobierno, la sociedad civil y las Instituciones de Educación Superior (IES), hagan parte de la construcción de un sistema que forme profesionales e investigadores de alto nivel. Si bien los avances han sido satisfactorios, sigue latente la necesidad de lograr la igualdad de oportunidades en educación, lo cual se convierte en la más importantes condición para superar la injusticia social, reducir las desigualdades sociales, y al mismo tiempo, fortalecer el crecimiento económico (ANUIES, 2012).
Son múltiples las variables que impulsan las transformaciones en materia educativa, como lo son las sociales, económicas, culturales y políticas que han generado un nuevo panorama en cuanto al uso de las diferentes modalidades educativas (UNESCO, 2010). En lo que respecta a educación continua en México, los cambios se han dado en torno a la aplicación de estrategias para impulsar la generación del conocimiento científico y tecnológico, situada en líneas de investigación y el ejercicio docente, en aras de la utilización de opciones que posibiliten una mayor cobertura educativa (Vega, 2005).
Al lado del precario entorno socioeconómico de país: la desigualdad; la pobreza; la violencia; la degradación del medio ambiente; y el desempleo, existe una serie de retos que inciden sobre la educación continua. Si bien, la educación no puede dar respuesta a dichos factores socioeconómicos, si es parte de la solución, pues establecer las bases para una sólida continuidad del aprendizaje y la capacidad de desarrollo, constituyen medidas esenciales para todas las sociedades, por tanto, la educación continua desempeña un papel importante al ofrecer espacio, tiempo y entornos en los que los adultos puedan aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser (Delors et al., 1996).
Este trabajo presenta los restos que para el contexto mexicano representa la educación continua, para esto inicialmente se da cuenta conceptualmente de lo que implica la educación continua o para adultos en la actualidad, seguidamente, se hace mención de aquellas situaciones que pueden ser denominadas como retos para la educación en relación a: política educativa; instituciones educativas de educación superior; infraestructura tecnológica; evaluación de las plataformas educativas; formación docente; y lineamientos internacionales. Finalmente se recogen algunas ideas a manera de conclusiones.
Retos de La Educación Continua o para Adultos En México
El concepto de educación continua o para adultos no tiene un sentido unívoco, pues puede ser entendida como una parte singular de los sistemas educativos, o también como un conjunto de actividades sistemáticas de educación destinada a atender a aquellos grupos de la población que, habiendo superado los límites de obligatoriedad escolar, no han tenido acceso a los beneficios de la educación y la cultura (Gajardo, 1983).
El concepto de educación continua ya sea formal o no formal, implica una serie de actividades de enseñanza y formación que realizan los adultos por razones profesionales o personales (Rhetoric, 2003). En general, estos procesos están configurados por aquellos programas que buscan complementar, sustituir y/o suplir deficiencias del sistema educativo y cuyo objetivo último consiste en restablecer el flujo escolar, son programas flexibles en sus niveles básicos como la alfabetización y nivelación que se vuelven rígidos a nivel medio y superior, y en aquellos programas destinado a calificar a un individuo para desempeñar una función técnica al interior de los sistema de producción (Gajardo, 1983).
Vale la pena decir sin embargo que en el estudio que realizó Rhetoric (2003) con el propósito de documentar la experiencia en este campo en nueve países que hacen parte de la OCDE: Canadá, Dinamarca, España, Finlandia, Noruega, Portugal, Reino Unido (Inglaterra), Suecia y Suiza, pudo dar cuenta que los adultos más jóvenes, aquéllos con mayor nivel educativo, con empleo o con puestos de alta cualificación sacan mayor provecho de la educación de adultos o tienen más acceso a estos cursos.
En términos generales, y atendiendo al contexto mundial, muchos países ya se proponen establecer objetivos a largo plazo para la educación continua, es decir, ir más allá de las razones económicas, en esta línea de ideas se piensa en la necesidad de dirigirse a sectores con bajo nivel educativo y de intervenir para lograr la cohesión social, disminuir el desempleo, potenciar el desarrollo personal y social, fortalecer el desarrollo de los valores democráticos y la mejora de las capacidades para participar en la economía y en el mercado laboral.
Los organismos internacionales, en suma, ubican la educación continua o para adultos en el ámbito del aprendizaje a lo largo de toda la vida, el cual debe procurar la expansión de las capacidades humanas, y no sólo el desarrollo económico como el objetivo global de la política, propiciando así la aparición de conceptos en la dinámica de la educación para adultos tales como: capacidad para interactuar socialmente; y participar políticamente (UNESCO, 20120)
En México el primer antecedente de educación continua se dio en las I Jornadas Médicas llevadas a cabo 1933 en la Universidad Nacional Autónoma de México y se proliferan fuertemente los proyectos de educación continua en los años sesenta, setenta y ochenta (García, 2004). Sin duda, la educación continua forma parte del proceso de cambio de las instituciones de educación superior del país, plasmado en una visión de universidad como generadora modernización.
En la actualidad la educación continua o para adultos en México depara un panorama complejo, por tanto tiene que asumir una serie de retos que permitan cumplir con los propósitos de la educación continua. Entre dichos retos se encuentra los que a continuación se mencionan:
En relación a: Política Educativa.
- Creación de una auténtica política educativa en el país, donde se contemple la educación superior a distancia como proyecto de nación, que creen los espacios y estrategias para responder a los vertiginosos cambios sociales y la toma de decisiones sobre cualquier innovación o cambio educativo (ANUIES, 2012).
- Transformaciones en el ámbito de la gestión de los centros de educación continua o para adultos, lo cual implica una reforma fortalecimiento de la legislación y normatividad que los rigen, así como de la administración educativa (Vega, 2005).
- Incremento de presupuestos destinado para esta modalidad educativa en aras de mejorar la vinculación de recursos humanos, materiales y técnicos, y para la permanente capacitación del personal.
- Estructuración y concreción de estrategias adecuadas de gestión de la información y el conocimiento, y dentro de estas, promover la creación e integración de grupos de trabajo de investigación, para conformar redes regionales que faciliten el tránsito de información y conocimiento.
- Elaboración de estándares de calidad para el uso de las tecnologías de la información y la comunicación en la educación, con la finalidad de desarrollar prácticas reguladoras.
- Fortalecer los programas de formación de instructores sobre el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.
En relación a: Instituciones Educativas de Educación Superiores.
De acuerdo al documento de la ANUIES (2005) en el panorama de la educación continua se plantea diversas problemáticas como lo es la falta de una adecuada planeación y evaluación en los siguientes ámbitos:
- Falta de un marco conceptual que pueda generalizarse sobre el tema, y a su vez que permita establecer algunos parámetros de calidad, créditos académicos y modalidades.
- Excesiva creación de programas y acciones de educación continua, solo en aras obtener recursos económicos adicionales y en algunas ocasiones sin el cuidado por la calidad.
- Limitados criterios y normas para la planeación, el desarrollo y la evaluación de los programas de educación continua.
- Una oferta de cursos de educación continua que en ocasiones no corresponde ni a los requerimientos de los diferentes sectores ni a los avances científico-tecnológicos.
- Vincular la investigación con la educación continua.
- Propiciar la edición de publicaciones, difundir experiencias y productos de investigación.
- Promover una red regional de bibliotecas digitales.
En relación a: Infraestructura Tecnológica.
- Implementar los elementos tecnológicos convenientes que permitan cubrir necesidades de la educación continua o de adultos y así poder mejorar el proceso de enseñanza–aprendizaje en el amplio sentido del término (Vega, 2005)
- Incrementar el desarrollo de proyectos que garanticen niveles de conectividad óptimos que sostengan la dinámica de la educación continua, a través del desarrollo de infraestructura técnica.
- Las plataformas implementadas para la educación continua promuevan una pedagogía constructivista social (colaboración, actividades, reflexión crítica).
- Las plataformas tengan una interfaz de navegador de tecnología sencilla, ligera, eficiente, y compatible.
- Las plataformas ofrezcan una serie flexible de actividades para los cursos: foros, glosarios, cuestionarios, recursos, consultas, encuestas, tareas, chats y talleres.
En relación a: Evaluación de las Plataformas Educativas.
Es importante definir un conjunto de indicadores para evaluar cada tipo de sistema, Arias (2008), propone hacer dicha evaluación con los siguientes aspectos:
- Guía didáctica: Evaluar si están claras las pretensiones del curso, unidad didáctica o programa de apoyo, de forma que se pueda usar fácilmente por alguien que no sea el autor del sistema.
- Metodología: Evaluar la calidad didáctica de los elementos básicos que deben estar definidos: objetivos, contenidos, actividades y evaluación.
- Organización de los contenidos: Evaluar la arquitectura de los contenidos que se muestran.
- Calidad de los contenidos: Evaluar el grado de adecuación de los conocimientos que se explican dentro del sistema.
- Recursos didácticos: Evaluar la versatilidad que tiene el sistema para enseñar lo mismo de distintas formas.
- Capacidad de motivación: Evaluar el grado de motivación que puede lograr el sistema.
- Elementos multimedia: Evaluar los elementos multimedia usados en el sistema.
- Estilo del lenguaje: Evalúa la sintaxis y semántica de los textos usados.
- Discriminación y valores: Evaluar el grado de discriminación y valores de todo el sistema.
- Singularidad del usuario: Evaluar si el sistema se puede acoplar a las características y circunstancias personales del usuario final.
- Facilidad de navegación: Al hacer referencia a la facilidad de navegación sobre una plataforma o curso, se hace en realidad sobre la cantidad de problemas que ese material ayuda a resolver al estudiante en relación con su proceso de auto estudio.
- Legibilidad de la información: Dado que la mayoría de la interfaz de usuario llegará a este a través de la lectura del texto, se considera un indicador necesario el evaluar la visualización del texto.
- Calidad estética del interfase general: Evaluar los elementos básicos de la interface de usuario, como: iconos, menús, formularios, barras de navegación, enlaces, títulos, ventanas, botones, espacio de texto e imágenes.
En relación a: Formación Docente.
- Generar una cultura de la capacitación en torno al uso de las tecnologías de la información y la comunicación (Vega, 2005).
- Mejorar los mecanismos de capacitación de los docentes en lo que tiene que ver con la implementación de las tecnologías de la información y la comunicación en la educación, es una tarea esencial para la generalización del uso de estas herramientas con fines didácticos.
- Conformación de una educación continua por competencias, para permitir una eficiente respuesta a las necesidades de formación, lo cual implica que los maestros tengan claridad sobre el modelo por competencias, pues sólo así se pueden desarrollar las competencias necesarias para llevar a cabo una evaluación del aprendizaje congruente con los enfoques actuales de la educación basada en competencias (Leyva, 2010).
- Métodos pedagógicos adaptados expresamente a los adultos y no para los jóvenes. Eso implica que la formación debe estar centrada en el alumno y contextualizada para que sea relevante a las experiencias de los adultos (Rhetoric, 2003).
- Fortalecer las estrategias que permitan involucrar a los instructores en la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación en sus dinámicas formativas, de tal forma que las instituciones y los capacitadores compartan los resultados académicos.
En relación a: Lineamientos Internacionales
- Ubicar la educación continua o para adultos en el ámbito del aprendizaje a lo largo de toda la vida, esto quiere decir, pone un énfasis importante en la expansión de las capacidades humanas, y no sólo el desarrollo económico como el objetivo global de la política, propiciando así la aparición de conceptos en la dinámica de la educación para adultos tales como: capacidad para interactuar socialmente; y participar políticamente (UNESCO, 20120).
- El desempeño de las funciones primordiales de los centros de educación superior, en tanto que investigación, enseñanza y servicio a la comunidad deben promover el pensamiento crítico y la ciudadanía activa para el desarrollo sostenible, la paz y el bienestar, los derechos humanos, entre ellos la igualdad entre los sexos (UNESCO, 2009).
- La educación superior debe contribuir además a la formación de ciudadanos dotados de principios éticos, comprometidos con la construcción de la paz, la defensa de los derechos humanos y los valores de la democracia (UNESCO, 2009).
En el cambio hacia el aprendizaje a lo largo de toda la vida tal y como se debe concebir la educación continua hoy debe buscar la equidad y la justicia social, junto con la sustentación de la democracia y la dignidad humana. Lo anterior ubica el paradigma de la educación continua en el desarrollo de la capacidad de los seres humanos para devenir agente personal y social, posibilitando que las personas tengan las herramientas necesarias para actuar, reflexionar y responder apropiadamente a los retos sociales, políticos, económicos, culturales y tecnológicos que enfrentan durante toda su vida (UNESCO, 2010).
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