Racismo En Bolivia
Enviado por natiky • 6 de Abril de 2015 • 826 Palabras (4 Páginas) • 236 Visitas
sde el año 2006, cuando el MAS se encumbró en el poder, los temas de racismo han saltado a la palestra nacional. S.E. ha sido el campeón del racismo, llamando al pueblo a reivindicaciones étnicas y expresando, las veces que ha podido, cómo la oligarquía excluyente de años pasados mutilaba las manos a los indígenas que pretendían aprender a escribir o quemaba los ojos a quienes querían leer. Lo cierto es que ser racista en estos años es inconcebible. Criticar con la óptica de hoy el pensamiento de hace un siglo o más -transcurrido el holocausto judío y la segregación de los negros en EE.UU. y Sudáfrica- es no estar ubicado en la realidad. Pero es algo que está avanzando a grandes pasos en la Bolivia actual cuando lo prudente era que ese mal se fuera desvaneciendo, sin echar renovado fuego en la hoguera más peligrosa que puede existir.
En una nación como la nuestra, donde el racismo se está empeñando en dividir con ahínco a los bolivianos, donde hasta la actual Constitución Política del Estado se parcializa a favor de ciertas etnias “originarias”, resulta natural que don Gabriel René-Moreno no sea de lo más querido. Como no lo es Arguedas, por citar a otro intelectual de fuste quien lleva también el sambenito de racista. Ambos aparecen como odiadores de lo nativo. Y lo cierto es que Moreno y Arguedas, tuvieron una visión del país mirándolo sin alentar prácticas racistas, sino opinando sobre cómo era por entonces la composición étnica en Bolivia, como estaban conformados sus estamentos sociales, con sus virtudes y debilidades.
Si observamos el transitar de la historia boliviana en el último siglo, podremos ver que ni Moreno ni Arguedas estaban tan equivocados en lo que hace a las diferencias étnicas en la nación, aunque, tal vez, no preveían el choque cultural que, más allá de toda teoría, se está dando en estos tiempos. Entonces, habrá que convenir en que ciertas expresiones en la obra de René-Moreno sobre las diferentes razas en Bolivia, han sido malignamente utilizadas para restarle el honroso sitial que se merece en esta República que tanto amó.
Lo del Moreno “traidor” de 1879 fue incitado injustamente por personalidades que prejuzgaron sin fundamentos su conducta, hiriéndolo en lo más hondo de su sentimiento. Es posible que en las acusaciones hubiera maldad o simple ignorancia de lo acontecido. Pudo ser también una maligna inquina conspirativa, una venganza, por sus agudas críticas que herían a algunos doctores charquinos. Aquello provocó que el insigne historiador se presentara voluntariamente en Sucre, en 1880, para asumir su defensa levantando uno a uno los cargos en su contra. Logró dejar limpia su imagen sin dejar dudas.
En cuanto a su racismo no pasó del trato de “alto peruanos” que don Gabriel daba a sus coterráneos de las tierras altas, de su orgullo de ser cruceño hispánico, y de algunos conceptos
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